Por qué el calamar gigante, el mítico kraken de las profundidades marinas, sigue desconcertando a los científicos 150 años después de su descubrimiento
- El calamar gigante, llamado Architeuthis, quizás sea el animal más misterioso del océano y de todo el mundo.
- En junio, una expedición de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica del Departamento de Comercio de los Estados Unidos (NOAA) capturó las primeras imágenes de un calamar gigante en aguas americanas.
- Se acaban de cumplir 150 años desde la primera documentación científica de esta especie. Durante siglos, la gente pensó que no eran reales.
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El Kraken, también llamada la bestia del mar, es real.
Los calamares gigantes viven en las oscuras profundidades del océano, y hasta el día de hoy se sabe muy poco de ellos.
La mayor parte de lo que se sabe sobre esta criatura, es que puede crecer hasta 12 metros de largo y vivir en un mundo sin luz solar. También que sus cadáveres pueden encontrarse flotando en el mar o extraerse del vientre de los cachalotes.
En 2005, se fotografió uno por primera vez y en 2013 se consiguió la primera grabación. No obstante, los científicos creen que hay millones de ellos en el mar.
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En junio, una expedición de la Oficina de Exploración e Investigación Oceánica de la NOAA capturó las primeras imágenes de un calamar gigante en aguas americanas.
El periodista David Grann escribió en The New Yorker que el calamar gigante puede ser "más grande que una ballena y más fuerte que un elefante, con un pico que puede cortar los cables de acero".
Esto es todo lo que sabemos sobre esta misteriosa bestia.
Viven a más de 400 metros de profundidad en el océano. El calamar gigante habita en los lugares más profundos y oscuros del mundo. Nadie sabe con seguridad cuánto tiempo viven, cómo encuentran pareja, cómo migran, dónde ponen sus huevos, o incluso si hacen algún sonido.
Fuentes: Smithsonian Magazine, The Atlantic, BBC, National Museum of Natural History
La genética muestra que han existido durante unos 730.000 años. Se ha hablado sobre ellos en leyendas humanas durante cientos de años. Los calamares gigantes son la inspiración del "Kraken", animal de la mitología nórdica, nombrado además en el libro de Julio Verne "20.000 leguas de viaje submarino".
Fuentes: Smithsonian Magazine, The New York Times, BBC
En "La Historia Natural de Noruega" de 1755, se aporta una descripción bastante acertada, indicándose que el calamar gigante era tan grande como "un número de islas pequeñas". Además, añadía que, cuando se hunde causa remolinos.
Fuente: BBC
Hasta hace unos 150 años, la mayoría de la gente no creía que fueran reales. Se pensaba que eran monstruos marinos legendarios. Sin embargo, todo cambió cuando comenzaron a encontrarse marcas en la piel de los cachalotes hechas por estos calamares. Sus restos también fueron encontrados dentro de las ballenas.
Fuente: The New Yorker
En 1857, Japetus Steenstrup, un zoólogo danés de la Universidad de Copenhague, introdujo la figura de este animal en la comunidad científica. Tras haber estudiado algunos restos aparecidos en Dinamarca, publicó su investigación y confirmó al mundo que el calamar gigante era real. Los llamó Architeuthis Dux, que en latín significa "calamar gobernante".
Fuentes: Smithsonian Magazine, The Conversation, BBC
En 1873, tres pescadores de la Bahía de la Concepción, en el Golfo de California, se encontraron con uno de estos especímenes. Ante el peligro de que hundiera el barco, se defendieron, y el calamar escapó tras liberar nubes oscuras de tinta. Aún así, los pescadores lograron ver sus tentáculos de 6 metros.
Fuente: Smithsonian Magazine
Lo que demostró su existencia fueron los numerosos cadáveres que comenzaron a aparecer, aunque seguía siendo difícil ver uno de estos calamares con vida.
Fuente: Slate
La razón por la que los pescadores han encontrado tantos cadáveres es que están llenos de iones de amonio, que son más ligeros que el agua de mar, lo que hace que floten después de morir.
Fuente: "Problemas con los tiburones: Historias reales y lecciones sobre el mar"
En 1997, National Geographic trató de usar cachalotes para estudiar el calamar gigante. Pusieron cámaras de vídeo, esperando ver a la ballena comiéndose al calamar, pero no consiguieron verlo.
Fuentes: Smithsonian Magazine, Sydney Morning Herald
A pesar del éxito inicial de Streenstrup, muy pocas personas han conseguido estudiar a esta criatura. Aparecen muy de vez en cuando. De hecho, para Ángel Guerra Sierra, investigador vigués del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), estudiar a estas bestias marinas "solo puede ser un hobby" por la dificultad que implica.
Fuentes: The Atlantic, The New Yorker
El biólogo marino neozelandés Steve O'Shea, a quien The New Yorker apodó "El Cazador de Calamares", fue durante un tiempo uno de los científicos especializados en el calamar gigante más conocidos. Su investigación comenzó en 1996 y terminó en 2011.
Cuando se le preguntó por qué seguía con su investigación, dijo a Business Insider que había prometido hacer una crónica de la vida de estos calamares en su adolescencia.
"Al final siempre me pasaba igual, encontraba solo cadáveres y nunca conseguía verlos vivos. Esto me frustraba, rompía mis sueños. Pero juré continuar con mi búsqueda hasta lograr lo que me había propuesto", aseguró.
Uno de los objetivos de O'Shea era llevar uno de estos animales a un acuario. Quería que todos, no sólo los científicos y los pescadores, experimentaran "su majestuosidad" de cerca.
En 2003, O'Shea dirigió un equipo que intentaba documentar la vida del calamar gigante mientras migraba a Nueva Zelanda. Su plan era triturar los órganos sexuales de los calamares y lanzarlos al agua para que los calamares se apareasen delante de la cámara.
"El congelador de casa, para disgusto de mi esposa, estaba lleno de muestras de gónadas de calamares gigantescos", afirmó a la BBC. "La idea era triturarlo todo, y a soltarlo delante de la cámara para intentar grabar algo inédito".
Contó que "el "sueño" era conseguir "imágenes sensacionales del calamar gigante intentando aparearse delante de la cámara". El experimento falló.
El 30 de septiembre de 2004, el calamar gigante se volvió un poco menos mítico. Los biólogos marinos Tsunemi Kubodera y Kyoichi Mori capturaron la primera imagen de un calamar gigante vivo en la costa de la isla japonesa de Chichijima, donde se habían registrado cachalotes con marcas de succión.
Fuentes: The Sydney Morning Herald, BBC
Bajaron un gancho con una cámara y pusieron el cebo a 1.000 metros de profundidad. Una de estas bestias atacó, y usó sus tentáculos para envolver el cebo, como una pitón envolviendo a su presa. Después de cuatro horas de intentar liberar sus tentáculos, murió.
Fuentes: The Sydney Morning Herald, BBC
Tsunemi dijo que el incidente cambió la percepción de este calamar como depredador relajado y de aguas profundas, y dio paso a la imagen de depredador rápido y ágil de las profundidades.
Tsunemi estaba en racha. En 2006, su equipo publicó el primer vídeo de un calamar gigante vivo. Era relativamente pequeño, de 50 kilos y 3 metros de largo, pero fue la primera imagen en movimiento de la criatura. "Nadie ha visto nunca un calamar gigante vivo excepto los pescadores", dijo a Reuters.
En 2007, un calamar gigante de 2 metros de largo y 250 kilos de peso apareció en Tasmania, Australia. Con sus tentáculos medía 8 metros, la misma longitud que un autobús. David Pemberton, afirmó que se trataba de uno de los más grandes jamás descubiertos. Se pensaba que el calamar se alimentaba de peces en las frías aguas invernales de Australia.
Fuentes: Reuters, CBC, Sydney Morning Herald
En 2012, fue grabado por primera vez en su hábitat natural. El truco fue usar una cámara, diseñada por la bióloga marina Edith Widder, que emitía una luz azul, como la producida por un tipo de medusa conocida como Atolla. El calamar que capturaron en la cámara se envolvió alrededor de la cámara, y confirmó a los científicos que era un depredador.
Fuentes: BBC, NPR, Edith Widder's TED talk
Widder dijo a la BBC que probablemente había millones en los océanos, ya que mantenían alimentados a muchos cachalotes. Así que, sabiendo esto, diseñó una cámara sin propulsores ni motor. La única iluminación era la luz roja, invisible para los animales de aguas profundas ya que se han adaptado a ver principalmente el azul.
"Esta resultó ser la última vez que estaría frente a la cámara persiguiendo a este animal infernal", dijo O'Shea. "Cuando Ku logró grabarlo, aseguró que eran las imágenes más impresionantes jamás grabadas, y ya no había necesidad de seguir".
Se recogieron más pruebas en 2016, cuando un calamar gigante hembra de 104 kilos apareció muerto en la Estaca de Bares, La Coruña. Su muerte indicó la posibilidad de que se maten entre sí.
En aguas del norte de España, el calamar gigante se alimenta de peces llamados bacaladilla, que nadan cerca de la superficie. El calamar gigante tiene que subir a la superficie para atraparlos. Los científicos pensaron que lo que podría haber ocurrido es que un segundo calamar podría haber atacado al primero al regresar a las profundidades y haberle robado su alimento.
Después del altercado, los científicos pensaron que podría haber flotado de regreso a aguas más cálidas, lo que disminuye el flujo sanguíneo en los calamares, y causa algo cercano a la asfixia. En tal estado, no habría podido luchar contra la corriente, que lo arrastró a la orilla.
En junio de 2019, a unos 100 kilómetros al suroeste de Nueva Orleans en el Golfo de México, se grabó el primero en aguas americanas. Nathan Robinson, que dirigía el equipo, encontró el vídeo después de revisar 20 horas de filmación. "Mi corazón iba a explotar", le dijo al New York Times.
Fuentes: The New York Times, CNN, Smithsonian
El descubrimiento se consideró importante porque fue grabado no muy lejos de una de las mayores plataformas petrolíferas de aguas profundas. Sönke Johnsen, profesor de biología de la Universidad de Duke, dijo al New York Times que disipó la sensación de que un monstruo acechaba en aguas remotas.
Fuentes: The New York Times, CNN, Smithsonian
"Podrías estar aquí, y podría estar debajo de ti un calamar gigante, ¡es cosa de nuestra imaginación más salvaje! Son parte de nuestra tierra, son parte de nuestro país", dijo Johnsen al NYT.
Fuente: The New York Times
Por ahora, el calamar gigante más grande registrado medía 13 metros de largo. Su pariente, el calamar colosal, puede crecer hasta 14 metros de largo, pero los científicos creen que el calamar gigante puede crecer hasta 20.
Fuente: Smithsonian Ocean
Tanto el calamar colosal como el gigante tienen los ojos más grandes del planeta, de hasta 30 cm de ancho, tan grandes como una pelota de baloncesto. Los científicos piensan que es porque son necesarios para ver nubes de bioluminiscencia, lo que les permite saber si hay cachalotes acercándose.
Fuentes: The New York Times, The Daily Mail, BBC, Smithsonian Ocean
El afilado pico en el centro de su cuerpo corta a su presa en pequeños trozos, que luego son triturados por un órgano parecido a una lengua cubierta de dientes. Cuando se grabó al calamar gigante en 2014, no rompió el cebo como se esperaba, sino que comió a pequeños bocados, consumiendo lentamente los camarones, por lo que no se ahogó.
Fuentes: Smithsonian Ocean, BBC
Los calamares gigantes tienen ocho brazos, y usan dos largos tentáculos para agarrar a su presa. Sin embargo, estos tentáculos no tienen ningún músculo para estrecharla. Así que si te encuentras cara a cara con uno, tu única opción es huir.
Fuentes: Smithsonian Ocean, The Conversation
Clyde Roper, un cazador de calamares gigantes retirado, dijo a la BBC que si atrapa a su presa con bastante ventosas, sería imposible escapar.
Fuente: BBC
El explorador y cineasta estadounidense Scott Cassell contó a Business Insider que el calamar gigante debe ser considerado como una "especie indicadora", ya que no vive mucho tiempo y es prolífico, ocupando todos los océanos.
"Pueden ofrecer pistas valiosas sobre la salud oceánica, tanto en la distribución de las especies de las que dependen como alimento, como para las especies que dependen de ellas como alimento. En cierto modo, son la especie central", dijo. "Lamentablemente, el mar abierto es un terrible negocio y hay poca recompensa por salvar nuestros océanos, y enormes ganancias al matarlo, la sobrepesca, la minería, el transporte marítimo. Parece que el paradigma no cambiará pronto".
A día de hoy se desconoce mucho sobre esta bestia, y debido al calentamiento de las aguas y a que los océanos se están volviendo más ácidos, la especie podría morir sin que nos demos cuenta.
Fuente: The New York Times
Por ahora, siguen siendo misteriosos, elusivos y difíciles de atrapar. Como dijo Roper a la BBC, debido a su tamaño y a lo espeluznantes que son, es fácil imaginarlos como bestias violentas.
Fuente: BBC
"Los humanos necesitan a sus propios monstruos", resume.
Fuente: BBC
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