El fraude en la publicidad digital asciende a 42.000 millones de dólares, según un estudio

Alberto Iglesias Fraga
Fraude online
  • Los anunciantes perderán nada menos que 42.000 millones de dólares por el fraude en la publicidad online, móvil y aquella insertada en aplicaciones en 2018.
  • Los estafadores están optando cada día más por técnicas avanzadas, como implementar redes automatizadas de publicidad para simular clics y visualizaciones en anuncios.
  • Además de la avanzada técnica de los estafadores, parte de la culpa de este fenómeno se debe a la escasa adopción de soluciones antifraude por parte de los anunciantes más pequeños.

El fraude en la publicidad online lleva tiempo siendo un importante quebradero de cabeza para las empresas que operan en este sector y, también, para los anunciantes mismos que ven cómo el dinero de sus campañas de marketing no trae consigo (ni de lejos) los resultados esperados. Pero lo que quizás no sabíamos hasta ahora es el alcance milmillonario que este fenómeno provoca en todo el mercado.

Y es que, de acuerdo a un estudio de Juniper Research, los anunciantes perderán nada menos que 42.000 millones de dólares por el fraude en la publicidad online, móvil y aquella insertada en aplicaciones. Esto supone un incremento muy notorio del 21% respecto a los 35.000 millones perdidos por estas actividades de dudosa moralidad en 2018.

Pero la tendencia es mucho peor: el agujero provocado por el fraude en la publicidad digital alcanzará los 100.000 millones de dólares en 2023.

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De acuerdo a los analistas, los estafadores están optando cada día más por técnicas avanzadas, como implementar redes automatizadas de publicidad para simular clics y visualizaciones en anuncios, aunque también se siguen usando métodos clásicos de fraude, como las granjas de instaladores de aplicaciones donde un operario maneja cientos de terminales al mismo tiempo con estos propósitos ilegítimos.

No sólo en la buena técnica de los estafadores reside este desfalco de ingentes dimensiones. En ese sentido, los expertos de esta casa de investigación también apelan a la escasa adopción de soluciones antifraude por parte de los anunciantes más pequeños, lo que provoca que apenas se vayan a poder mitigar 16.000 millones en gastos potenciales por esta causa. 

Y, además, el estudio detalla que se está produciendo una descompensación clara entre la creciente oferta de espacios y formatos publicitarios en Internet y la demanda real de los anunciantes. Esto provocará un espacio sin cubrir en los próximos cuatro años que los estafadores aprovecharán para llenar con anuncios fraudulentos.

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