Deja de bañar a tu hijo cada día: los expertos recomiendan otra rutina de aseo

Cada cuánto bañar a los niños parece una pregunta fácil. Pero en realidad, como todo padre sabrá, no está tan claro. El médico dice una cosa, después lees en una revista otra diferente. Y por supuesto tus amigos o tu madre tienen otra opinión.

La polémica sobre la frecuencia de baño en los más pequeños se ha reavivado recientemente, después de que la pareja de actores Ashton Kutcher y Mila Kunis reconocieran que únicamente bañan a sus hijos cuando los ven sucios. Mientras medio mundo se escandalizó por ello, el otro medio reconoció hacer lo mismo.

¿Entonces, cada cuánto debes bañar a tu pequeño vástago? Los niños, como es fácil comprobar, tienen una habilidad superior para ensuciarse. Obvio, entre sus tareas está la de explorar el mundo y jugar, a poder ser en el exterior. Por lo que es complejo que se mantengan impolutos.

Además, un baño relajante antes de dormir es una de las tácticas más recomendadas cuando se trata de lograr que tu canijo se quede dormido.

¿Significa eso que deberías bañar a tu hijo todos los días? Pues no. Es más, los expertos apoyan la postura de Kutcher y Kunis.

Por qué no debes bañar a tu hijo todos los días 

"Para los más pequeños, ensuciarse es bueno y saludable, así es como su cuerpo aprende a combatir las bacterias y a construir un sistema inmune fuerte",  afirma Robert Sidbury, experto del departamento de dermatología pediátrica de la facultad de medicina de la Universidad de Washington.

Aunque te pueda escandalizar leer esto, durante los primeros años de su infancia, tu hijo necesita cierto contacto con los gérmenes. De esta forma su organismo comienza a "aprender" a combatir bacterias y virus causantes de enfermedades.

Claramente, necesitamos limpieza para prevenir infecciones e incluso la muerte. —Algo que ha dejado claro la pandemia con la importancia de una buena higiene de manos para prevenir contagios—.

Pero como explica James Hamblin, médico, redactor de The Atlantic y autor del libro Clean: The New Science of Skin and the Beauty of Doing Less. (algo como Limpio: la nueva ciencia de la piel y la belleza de hacer menos) a GQ existe una tendencia a confundir entre estar "limpio" y ser "higiénico".

La higiene, como sostiene Hamblin, implica prácticas que ayudan a estar sano como lavarse las manos después de ir al baño, o los dientes tras cada comida.  "Mientras esté haciendo eso, [todo lo demás] es una acción voluntaria", afirma.

Frente a esto, el concepto de "limpieza" es en gran medida, según el especialista, un estándar social, sobre todo centrado en controlar el olor corporal. Una preocupación que comience a rondar desde la pubertad, pero algo menos destacado en niños pequeños.

Los baños diarios además también pueden empeorar o dañar el estado de la piel, produciendo por ejemplo eccemas.

Entonces, ¿cada cuánto debes bañarle?

La respuesta parece bastante evidente. Lava a tu hijo cuando notes que está sucio y apesta. De lo contrario puedes ahorrarte ese gasto de agua y jabón.

Aunque si quieres una opinión de especialistas, la Academia Americana de Dermatología recomienda que los niños de 6 a 11 años se bañen una o 2 veces por semana. También cuando se ensucian con barro, tras estar en la piscina, la playa o si sudan y desprenden olor corporal.

Por supuesto, también remarcan la necesidad de seguir las pautas marcadas por un dermatólogo si se está recibiendo un tratamiento para la piel.

Más que preocuparte por la hora del baño, asegúrate de que se laven las manos cada vez que toca (tras ir al baño, antes de comer o tras el juego). Así te asegurarás de que están "higiénicos", lo que resulta más importante.