Freixenet se renueva tras la compra de Henkell: vende bodegas y apuesta por el prosecco

Carles Huguet,
Una imagen del anuncio de Freixenet 2018.
Una imagen del anuncio de Freixenet 2018.
  • Se producen los primeros cambios en la empresa de cava después de que Henkell haya tomado el control de Freixenet.
  • El movimiento conlleva la desinversión en algunas bodegas de Galicia y Ribera del Duero.
  • Además, el prosecco será protagonista para la empresa en los próximos años.

El acento alemán ya es perfectamente audible en Freixenet. Después de que Henkell tomara el control del líder del cava a finales de julio, la nueva cúpula ya toma las primeras decisiones visibles. 

A la apuesta por el prosecco para captar el público más joven se une un reestructuración societaria para eliminar duplicidades y la venta de algunas bodegas que no se consideran estratégicas para el futuro de la compañía.

El consejero delegado de la compañía catalana, Pedro Ferrer, admitió que la venta de la mitad de la cavista llevaba comprometidas desinversiones en algunas bodegas vinícolas del grupo como las que tiene en Galicia y Ribera del Duero.

Todavía a falta de firma, los activos pasarán a ser gestionados directamente por la familia Ferrer.

En cambio, las bodegas de vino tranquilo catalanas permanecerán en la órbita de la compañía. Es el caso de históricas como René Barbier, un ejemplo sobre la que no está prevista ninguna operación corporativa.

Las ventas se analizarán también a nivel internacional. Mercado a mercado.

"Las bodegas que tenemos en California nos interesan mucho, pero las que tenemos en Australia no son tan estratégicas", comparó el propio Ferrer. En el ejercicio 2016/2017 ─el último disponible en el Registro Mercantil─ la producción en Oceanía fue de apenas un millón de euros.

En el otro lado de la balanza queda la adquisición de otras empresas del sector.

Una vez digerida la integración de Freixenet, desde Henkell aseguran que siguen atentos a cualquier oportunidad de mercado. Queda por ver qué sucederá con Cavas Hill, también propiedad del grupo alemán, que por el momento mantiene su independencia.

Henkell se pone a eliminar duplicidades con Freixenet

Para ganar en eficiencia, el grupo Henkell Freixenet también se ha puesto manos a la obra para eliminar duplicidades. El conglomerado optará por quedarse con una sociedad por país, la que cuenta con más músculo en el territorio.

En Australia y Suiza será Freixenet la empresa que sobreviva mientras que en Austria Henkell se comerá a la sociedad catalana y distribuirá directamente sus productos.

De este modo, con el nuevo año arrancarán las primeras operaciones conjuntas en Estados Unidos y el Reino Unido bajo el nombre de Freixenet Mionetto ─la marca de prosecco más vendida del mundo─ y Freixenet Copestick, respectivamente.

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El espumoso italiano será protagonista para la empresa en los próximos años. El propio Pedro Ferrer explicó que en 2020 aspira a poner al mercado unos 15 millones de unidades frente a los 5 millones que se producen en la actualidad.

"El objetivo es saltar del 5% que el prosecco representa ahora mismo en la división de espumosos a un volumen que ronde el 15%", cuantificó. 

El vino se producirá en la región italiana de Véneto, donde el grupo ya cuenta con bodegas por lo que no serán necesarias nuevas inversiones. Antes, las expectativas son modestas. 

"Si acabamos el año con un crecimiento del 2% o el 3% en el mercado doméstico, que el año pasado aportó 100 millones de ingresos, estaremos muy satisfechos", cifró el ejecutivo.

   

  Artículo Original deEconomía Digital

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