“Fui millonario durante 5 minutos al invertir en criptomonedas”, el fundador de Skirion desvela sus estrategias de éxito y las oportunidades que ve en el sector de los criptoactivos

La inversión en criptomonedas es uno de los temas más de moda en los últimos tiempos. 

El número de inversores que han entrado dentro de este ecosistema es cada vez más amplio, generando aventuras y desventuras. 

El impacto no solo se observa ya en el sistema financiero, con un mayor volumen de capital institucional interesándose en los tokens (‍un token es un objeto digital que tiene valor en cierto contexto), sino que ha penetrado en todas las capas sociales. Es la tokenización paulatina de sistema. O así al menos lo ven los grandes defensores de las criptomonedas.

Uno de ellos es Héctor M. Morell que, además de ser cofundador de Chargy, una startup española que ha desarrollado una sofisticada herramienta de marketing que potencia la estrategia digital de marcas y empresas de todo el mundo mediante la carga de móviles, es también un apasionado del mundo de las criptomonedas, con las que invierte a través de Skirion, sociedad que inicialmente emergió con la distribución de material sanitario en lo peor del confinamiento y de la que es fundador. 

Pero de ahí, se transformó. Morell poco a poco tomó la decisión de decantarse por startups con potencial de crecimiento en las que invertir, sobre todo, en el mundo cripto.

“La primera inversión que hice en criptomonedas fue en Ripple porque es la criptomoneda que siempre me ha parecido más atractiva, y en Cardano, con un capital inicial de unos 20.000 euros”, recuerda en una conversación con Business Insider España. 

A partir de ese momento llegaron otras opciones, hasta una anécdota reciente que le sigue rondando muchos días. 

“Decidimos entrar en la ICO de Bit2me, porque estuve leyendo mucho en relación con ese tema con el bombo y marketing que tenían y entramos en agosto en diferentes fases comprando alrededor de 400.000 tokens”, comienza. 

El criptoactivo se lanzaba al mercado el 1 de noviembre. Eso sí, Morell lo habría comprado con una orden de bloqueo para no venderlo hasta dentro de un año. 

Pues bien, ese día no se le olvidará en la vida.

“Hubo un momento durante el pistoletazo de salida en el que el criptoactivo alcanzó los 5 dólares (unos 4,4 euros), por lo que en ese instante llegamos a tener 2 millones de dólares (cerca de 1,7 millones de euros)… Hizo un subidón importante porque se estaban cumpliendo todas las órdenes de compra y se disparó hasta la luna”, rememora. 

“Estábamos delante de la pantalla y ese sentimiento de estar viendo que no podía vender, por el periodo de bloqueo, y que la inversión total había alcanzado esa descomunal cifra (...) Siempre recordaré que eran las 6 de la tarde y no tenía posibilidad de vender ni en ese pico, ni después cuando se fue ajustando a la baja”, dice lamentándose al haberse sentido millonario por unos pocos minutos. 

El fundador de Skirion asegura que aquel momento resultó “increíble”, ya que hasta ahora las mayores ganancias obtenidas durante el lanzamiento de un token las había conseguido a través del launchpad de Binance, que habían rondado los 200-500 dólares.

“Los inversores que participamos en las fases previas al lanzamiento de un token (ICO), contamos con un periodo de bloqueo y vesting que nos imposibilita venderlo durante un tiempo. Por lo que si ese token alcanza un precio elevado durante su lanzamiento y tienes muchos tokens que no puedes vender te genera cierta impotencia. La opción más sensata desde ese momento es holdearlos hasta que alcancen de nuevo ese precio para poder venderlos”, asegura.

Tal y como relata, esa es la gran oportunidad que “está en las criptomonedas y que no te lo da ninguna otra empresa”.

La diversificación hasta en más de 30 criptomonedas como estrategia con la que tener éxito

Más allá del episodio anecdótico, Morell destaca el gran potencial de revalorización que le está proporcionando el mundo de las criptomonedas. “Algunas me están dando más del 100% de beneficio… Por ejemplo, los tokens del metaverso me están generando un 36% de rentabilidad, y Gala me estaba dando en un solo día el 120%, lo cual es algo insólito”, ensalza. 

El cofundador de Chargy va más allá sobre la inversión en criptomonedas comparativamente con otros activos tradicionales. 

“Una anécdota interesante es que uno de los bancos con los que trabajamos nos solicitó invertir 5.000 euros en un fondo de renta fija para que no nos aplicaran comisiones en la cuenta corriente, y en todo este año solo hemos obtenido una rentabilidad de 1,22 euros”, describe. 

“Entonces, lo que estoy viendo en el mundo cripto desde que me he metido, son porcentajes y ganancias superiores al 100%; y eso que todavía se está comentando que no ha llegado el bull run (la tendencia alcista)grande de las criptomonedas”, comenta. 

De este modo, Morell señala estar orgulloso de haber “diversificado el negocio tradicional”, de la venta de material sanitario (de la exportación, importación y distribución), con “los beneficios que se pueden obtener del mundo de las criptomonedas si lo haces de forma correcta”. 

"Hay inversiones que he realizado con el objetivo de recoger beneficios en 6 meses: en el caso de Polkadot lo haré en un periodo de 2 años cuando finalice el bloqueo tras las subastas de parachain, mientras que Bitcoin lo mantengo a muy largo plazo”, concreta. 

Además, ahora mismo afirma tener muchos tokens en staking, que son los intereses que te dan los exchanges por depositar y bloquear durante 30, 60 y 90 días cierta moneda. 

“Tengo Shiba Inu, Cardano, IOTX, y algunos otros tokens del metaverso haciendo staking que en algunos casos me están dejando un porcentaje de rendimiento anual (APY) que varía desde el 7% hasta el 120%, que se dice pronto", analiza.

El fenómeno de las memecoin y el potencial que les brinda “la gente”

La criptomoneda más buscada en Google en Estados Unidos es Dogecoin. La democratización de las divisas digitales que llegaron como una broma, pero cuyo movimiento ha mostrado tener una mayor seriedad es uno de los temas que muchos inversores en el ecosistema cripto siguen. Especialmente, por si la escalada de precios es sostenible.

El potencial de las memecoin, según Morell, reside en el apetito que ve la gran cantidad de inversores en ellas. “Un ejemplo es que la comunidad de Shiba Inu acaba de superar a la de Ethereum, con 1,8 millones de seguidores en Twitter”, ensalza en comparación con los 1,7 millones de personas que se enmarcan dentro de la red de ETH (en el momento en el que se realizó la entrevista). 

Lo que puede surgir como una broma, a su modo de ver, con el volumen de seguidores puede transformarse en un “movimiento serio” y a partir de ahí “cambia por completo la película”. 

“Al final lo que es una memecoin como Saitama o Floki Inu, que ya incluso están en los autobuses y patrocinando al Cádiz, se convierten en proyectos serios, pero por la comunidad”, dice. 

Así, si la gente sigue un activo, cuenta, al final “dota de seriedad al mismo”.