Los fundadores que además ocupan el cargo de CEO dejan de añadir valor 3 años después de la salida a bolsa, según un estudio

Stephen Jones,
El fundador y ex consejero delegado de Twitter, Jack Dorsey.
El fundador y ex consejero delegado de Twitter, Jack Dorsey.
  • Según un nuevo análisis, el hecho de que los fundadores-CEO se aferren al puesto más alto tras la salida a bolsa puede perjudicar la suerte de la empresa.
  • Los fundadores no suelen poseer las habilidades necesarias para gestionar una empresa pública, según los investigadores.
  • El análisis se produce después de que el CEO de Twitter, Jack Dorsey, dimitiera tras la intervención de un inversor activista.
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¿Cuánto tiempo debe permanecer un fundador en su empresa?

Inversores y ejecutivos pueden estar divididos sobre esta cuestión, pero los investigadores creen haber hallado una respuesta: en cualquier momento de los 2 años posteriores a la salida a bolsa.

Según las conclusiones preliminares de los investigadores de la Universidad de Carolina del Norte y la Universidad de California, los fundadores-CEO no solamente deben abandonar la empresa en los 3 años siguientes a su salida a bolsa, sino que permanecer más tiempo podría tener un efecto perjudicial en el valor de la empresa.

El documento, titulado 'The Founder Premium revisited', ha analizado los resultados financieros de 1.900 empresas que cotizan en bolsa, la mitad de las cuales estaban dirigidas por sus fundadores al inicio del estudio.

El análisis está en curso, pero los investigadores ya han descubierto que los fundadores, si bien influyen positivamente en la valoración antes y durante la salida a bolsa, pueden perjudicar la suerte de una empresa si permanecen demasiado tiempo.

"Descubrimos que el valor añadido por un fundador-CEO se reduce esencialmente a cero aproximadamente 3 años después de que las empresas salgan a bolsa, y entonces empiezan a restar valor a la empresa a largo plazo", señalan los autores Bradley Hendricks, Travis Howell y Christopher Bingham en la Harvard Business Review.

Los consejeros delegados pueden aportar más valor en un puesto que no sea el de consejero delegado o como miembro del consejo de administración después de que su empresa salga a bolsa. 

Esto se debe a que el impulso creativo y las habilidades necesarias para fundar y hacer crecer una empresa son a menudo muy diferentes de las requeridas para gestionar una empresa una vez que se hace pública, aseguran los investigadores.

Tras la salida a bolsa, los directores ejecutivos suelen tener que gestionar un mayor número de empleados, además de exigencias más complejas por parte de los inversores para racionalizar las operaciones o entrar en nuevos mercados. Habilidades que muchos no poseen, dicen los investigadores.  

Los hallazgos son indicativos de una tendencia, más que un resultado concluyente, según sugieren los propios investigadores. La personalidad de cada director general y las particularidades de cada empresa también influyen.

Por ejemplo, el éxito a largo plazo de Amazon, dirigida durante años por su fundador, Jeff Bezos, tras su salida a bolsa, contradice los resultados. Pero por cada Bezos, hay fundadores que duran más de la cuenta, como Adam Neumann, de WeWork, que dimitió antes de que la empresa de oficinas compartidas saliera a bolsa; Travis Kalanick, de Uber, que dimitió después de la política interna, y Andrew Mason, de Groupon, que fue despedido 18 meses después de la salida a bolsa de la empresa.

La salida de Jack Dorsey de Twitter -por segunda vez- en noviembre de 2021 es el ejemplo más reciente de alto perfil de un fundador-CEO que se aleja de una empresa. Dorsey dijo que quería centrarse en su otra compañía, la empresa de pagos Square (ahora rebautizada como Block), después de haber dividido su tiempo entre las 2 empresas.

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