El gasto en pensiones aumentará un 30% hasta 2050, aunque el sistema seguirá siendo sostenible si se aplican las reformas pendientes

La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) acaba de presentar la actualización de sus previsiones demográficas y de gasto en pensiones para los próximos 30 años. En ellas, la institución corrige los datos publicados en 2019, pronosticando un mayor gasto para mantener el sistema e incluyendo el impacto del coronavirus, aunque su presidenta, Cristina Herrero, ha asegurado que "las conclusiones siguen siendo las mismas".

De este modo, el escenario central de sus previsiones estima ahora que el gasto en pensiones se situará en el 14,2% del PIB en 2050, 3,3 puntos porcentuales más de lo que suponía en 2019 y empeorando las anteriores estimaciones de la Airef, que consideraba hace año y medio que la partida de gasto se situaría en el 13,2% en 2048.

Herrero ha destacado que el factor demográfico y el envejecimiento son las principales causas del crecimiento del gasto en pensiones, que se ve compensado levemente por la evolución del mercado de trabajo y por las medidas institucionales que se han puesto en marcha, destacando "la profundización de la reforma paramétrica de 2011", que augura que reducirá el gasto en 2,9 puntos del PIB en 2050.

Entre otras reformas, la presidenta de la Airef ha defendido que elevar la edad efectiva de jubilación de 64,1 años a 66 años y aumentar la edad de cotización de 25 a 35 años supondría un ahorro de 1,4 puntos del PIB en 2050, que se traduciría en un gasto en pensiones del 12,8% del PIB, mientras que ha augurado que no aplicar el factor de sostenibilidad en 2023, como está previsto, sumaría un 0,9% al gasto.

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Además, Herrero ha advertido de que un acuerdo en el Pacto de Toledo sería "un buen comienzo", pero ha destacado que la efectividad de estas medidas para garantizar la sostenibilidad del sistema de Seguridad Social se podrá comprobar en el desarrollo de su contenido, entendiendo que "para abordar el reto de envejecimiento necesitamos políticas públicas de visión integral y con una estrategia fiscal". 

Respecto a sus previsiones para 2050, el escenario central planteado por la Airef estima que la población en España aumentará en 2050 hasta los 54 millones de habitantes, señalando que la población en edad de trabajar se mantendrá por encima de los 30 millones de personas durante todo el periodo, lo que no evitará que la tasa de dependencia se sitúe en el 53%, con 2 contribuyentes por cada jubilado.

Además, la Airef también ha tenido en cuenta la influencia de los factores migratorios, de fecundidad y esperanza de vida para sus previsiones, calculando que el flujo de entradas anuales netas de inmigrantes se situará en una media de 330.000 personas en el periodo 2020–2050, frente a los 450.000 que se recibieron en 2019 y los 275.000 que se augura que hayan entrado en el país en 2020

No obstante, el escenario central de la Airef es levemente optimista en cuanto a la fecundidad, dado que estima que el número de hijos por mujer pase de los actuales 1,2 a 1,4 hijos por mujer en 2050. Mientras, prevé que la esperanza de vida pasará de crecer 2 años cada década, como ha sucedido durante los últimos 30 años, a un 1 año cada década

Así, la Airef estima que la esperanza de vida se situará en una media de 86,8 años en 2050, con 84,3 años para hombres y 89,5 años para las mujeres. En 2020, la esperanza de vida será de 79,8 años de edad en hombres y 85,3 años en mujeres debido al efecto del coronavirus, tras reducirse un 1 año respecto a 2019 por la pandemia, según Esther Gordo, directora de la división análisis económico de la Airef.

Por otra parte, las previsiones de la autoridad estiman en su escenario central un crecimiento medio del PIB del 1,4% en los próximos 30 años, que implica un aumento de 2 puntos de la tasa de actividad hasta 2050, "reflejando una mayor participación de la población femenina y de los mayores", según Esther Gordo, y un avance de la productividad del 0,9% de media, como en las 2 décadas anteriores.

Respecto al paro, la Airef prevé que, debido a la disminución de la población en edad de trabajar, la tasa de desempleo se sitúe en 2050 en torno al 7% de la población activa, aunque Cristina Herrero ha destacado que, para ello será necesario recurrir a reformas laborales que combatan la temporalidad, la precariedad y la dualidad en el empleo.

Fuera de su escenario central, las previsiones de la Airef tienen en cuenta la elevada incertidumbre demográfica y macroeconómica y muestra posibles escenarios adversos, como una reducción en la llegada de inmigrantes, que puede elevar el gasto en pensiones un 1,9% del PIB, el estancamiento del paro en el 10%, que lo elevaría 1,2 puntos, o un impacto estructural de la pandemia, que sumaría 7 décimas al gasto en pensiones.

En cuanto a los países que podrían servir de modelo para aplicar posibles reformas, Cristina Herrero ha señalado que "hay países que calculan la pensión con toda la carrera o en Francia los mejores 25 años, muchos tienen en cuenta tanto el IPC como la evolución de los salarios o el crecimiento económico, y también están las cuentas nacionales, que tiene distintas modalidades pero pueden ser positivas".