Las personas con estos genes solo necesitan dormir 4 o 6 horas para estar bien: su cerebro hace las tareas del sueño de manera mucho más eficiente que en el resto

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Si bien todo el mundo necesita dormir, no todos requieren las mismas horas para sentirse bien, según  ha encontrado un nuevo estudio.

Los hallazgos de investigadores de UC San Francisco apuntan a que algunas personas tienen una serie de genes que les permite obtener los beneficios del sueño en un tiempo eficiente, manteniéndose bien  con solo 4 o 6 horas de sueño por noche.

"Existe un dogma en el campo de que todos necesitan ocho horas de sueño, pero nuestro trabajo hasta la fecha confirma que la cantidad de sueño que las personas necesitan difiere según la genética", afirma el neurólogo Louis Ptacek, uno de los autores principales del estudio publicado en iScience el pasado 15 de marzo. 

“Piense en ello como algo análogo a la altura; no hay una cantidad perfecta de altura, cada persona es diferente. Hemos demostrado que el caso es similar para el sueño”, compara.

Para llegar a estas conclusiones Ptacek y la doctora Ying-Hui Fu, PhD, también autora del estudio y miembro del Instituto Weill de Neurociencias de la UCSF, han estudiado durante décadas a personas con sueño corto natural familiar (FNSS, por sus siglas en inglés). 

Esta capacidad les permite sentirse bien (e incluso preferir) un descanso de unas 4 o 6 horas por la noche. Hasta el momento han identificado hasta 5 genes en el genoma vinculados a este sueño eficiente. También han comprobado que es hereditario.

Esto es así porque con FNSS el cerebro es capaz de realizar las tareas reparadoras del sueño en un tiempo más breve.

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Las posibles ventajas de estos "súper durmientes" no terminan aquí. Ya que los investigadores apuntan a que esta característica podría ser una defensa ante la enfermedad neurológica.

Sobre esto, el equipo  crió ratones que tenían tanto el gen del sueño corto como los genes que los predisponían a la enfermedad de Alzheimer.  Esto se debe a que la mala calidad en el descanso se ha vinculado con este tipo de demencia.

Descubrieron que los cerebros de estos animales desarrollaban mucho menos los factores característicos asociados con la demencia.

“Los problemas para dormir son comunes en todas las enfermedades del cerebro”, recalca Fu. “Esto tiene sentido porque el sueño es una actividad compleja. Muchas partes de tu cerebro tienen que trabajar juntas para que te duermas y te despiertes. Cuando estas partes del cerebro están dañadas, es más difícil dormir o tener un sueño de calidad”.

Los investigadores ahora continúan desentrañando el puzzle de miles de piezas que supone descubrir todos los genes que pueden estar involucrados en esta capacidad. Lo que podría permitir después el diseño de nuevos fármacos para mejorar la calidad del sueño lo que a su vez repercuta en la salud de las personas.

“Este trabajo abre la puerta a una nueva comprensión de cómo retrasar y posiblemente prevenir muchas enfermedades”, asegura Fu. “Nuestro objetivo realmente es ayudar a todos a vivir más saludablemente y por más tiempo a través de un sueño óptimo”.

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