Impulso fiscal a las reformas para la eficiencia energética de las viviendas: el Gobierno sumará una deducción de hasta un 60% en el IRPF a las subvenciones directas

La sostenibilidad ambiental, una de las claves principales que la Unión Europea busca fomentar con el fondo comunitario de recuperación del coronavirus, contará con incentivos fiscales dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que el Gobierno español presentará a Bruselas antes de fin de mes.

En concreto, las bonificaciones fiscales se destinarán a los proyectos de reforma de vivienda para mejorar su eficiencia energética, para los que el Ejecutivo plantea ofrecer una deducción del 60% del coste de las obras en el IRPF, dentro de una iniciativa que contará con una financiación total de 450 millones de euros, según adelanta El País.

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De este modo, la descarbonización de la vivienda contará con el 6,6% de los 6.820 millones de euros que el Plan de Recuperación prevé destinar a rehabilitaciones de inmuebles y regeneración urbana, mientras que otro 14,6% de su dotación se destinará a construir vivienda social y el resto se dedicará a subvenciones directas para cubrir entre el 35% y el 100% de las obras de reforma sostenible en unas 500.000 viviendas entre 2021 y 2023, según el diario del Grupo Prisa.

El porcentaje de ayuda directa que reciban las obras para mejorar la eficiencia energética de una vivienda dependerán de si la reforma forma parte de los planes de intervención integral para la regeneración de zonas en riesgo de exclusión social, que recibirán entre un 70% y un 100% de subvención, mientras que el resto de reformas optarán a un porcentaje de ayuda de entre el 35% y el 70%, que comenzará a desembolsarse previsiblemente en torno a septiembre.

En cuanto a la bonificación fiscal del importe de las obras de rehabilitación sostenible de un inmueble, el Ministerio de Transportes establecerá 3 tramos de deducción, del 20%, el 40% y el 60%, para dotar a la medida de progresividad, además de que se permite compaginar esta bonificación con las subvenciones directas, por lo que la mayor parte del coste de las reformas quedaría cubierto con ambas medidas de estímulo, según El País.

En cuanto a los requisitos, las deducciones están destinadas a particulares y no a empresas, dado que se realizan a partir del IRPF, solo cubrirán las reformas en vivienda habitual del propietario o alquilada a un tercero que resida habitualmente en ella y su cuantía dependerá de la eficiencia energética que se consiga con las obras de rehabilitación y que habrá que justificar con un certificado oficial.

Así, estos incentivos establecen un límite mínimo de reducción de demanda energética del 7% para acceder a la deducción del 20% del coste de la reforma en el IRPF, mientras que para acceder a la deducción del 40% en el IRPF es necesario un recorte en el consumo de energías no renovables del 30%, y la bonificación del 60% se reserva para reformas que afecten a edificios completos, pero se aplicará individualmente a las aportaciones de cada propietario de esa comunidad.

Pese a que la vinculación entre las deducciones fiscales y la sostenibilidad ambiental de la vivienda es una novedad del Plan de Recuperación del Gobierno español para adaptarse a las metas del fondo europeo de recuperación, la bonificación del coste de las reformas ya existía en España antes de la reforma fiscal de 2013, aunque en aquel entonces suponía una desgravación del 15% de la ampliación o rehabilitación de una casa, con un límite de 9.040 euros al año.