El Plan de Recuperación del Gobierno propone a Bruselas simplificar a 3 los tipos de contrato y ajustar impuestos y cotizaciones

Mientras el Gobierno sigue ultimando varias de las reformas que presentará a la Comisión Europea para asegurarse la financiación del fondo europeo NextGeneration EU, la presentación del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia ha desvelado el enfoque con el que se están abordando algunas de las medidas más complejas, como las que afectan a impuestos, pensiones y mercado laboral.

El Ejecutivo debe presentar su plan definitivo a Bruselas antes del 30 de abril para que las autoridades comunitarias puedan valorarlo y dar luz verde al desembolso de los 140.000 millones de euros en transferencias directas y préstamos que se han presupuestado para España dentro del fondo europeo para los próximos 6 años y con el que la Moncloa prevé sumar 2 puntos de crecimiento adicional al PIB y crear 800.000 empleos.

Para poder entregar a tiempo su plan, el Gobierno está centrado en las últimas semanas en las negociaciones en el seno del diálogo social para derogar los aspectos más lesivos de la reforma laboral de 2012, al tiempo que sigue presentando propuestas para la reforma del sistema público de pensiones, con la que busca equiparar la edad legal de jubilación a la edad real o reforzar la revalorización de las pensiones, entre otras claves.

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Del mismo modo, la reforma fiscal también está pendiente de concretarse, en plena polémica electoral por las bonificaciones fiscales que aplica la Comunidad de Madrid. No obstante, como destacaba este martes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el debate sobre los impuestos trasciende a España, destacando las propuestas del Fondo Monetario Internacional, la OCDE y el presidente de EEUU, Joe Biden, para armonizar el impuesto de Sociedades.

No obstante, el borrador del plan que ha presentado el Ejecutivo permite conocer cuáles son las bases sobre las que se está orientando la negociación de las reformas que España ofrecerá a cambio de recibir los fondos europeos de recuperación del coronavirus, que pasan por medidas fiscales que permitan elevar la recaudación y la progresividad del sistema y por modificaciones al sistema de jubilación y al mercado laboral.

En el terreno fiscal, el Gobierno se ha comprometido en su plan a realizar una reforma fiscal que garantice "un flujo de recursos que permita responder a las necesidades de gasto e inversión, contribuyendo a la reducción del déficit estructural y al mantenimiento del Estado de bienestar, acercando la presión fiscal de España a la media de los países de la zona euro", según recoge Cinco Días.

Esa reforma se concretaría en la revisión de las bonificaciones y exenciones fiscales disponibles para que complementen a los nuevos impuestos sobre servicios digitales y o transacciones financieras y a las medidas de lucha contra el fraude y de refuerzo a la fiscalidad ambiental que el Ejecutivo está todavía elaborando, según el diario económico del Grupo Prisa.

En cuanto a las pensiones, el Gobierno apuesta por "una adecuación gradual las bases de cotización máxima que deberá ser concurrente con una modificación de la pensión máxima para no afectar a la naturaleza contributiva del sistema" como vía para compensar la fragmentación de las vidas laborales de los trabajadores temporales, especialmente mujeres y jóvenes, y la cotización de los autónomos.

Por último, el Ejecutivo se ha centrado en la simplificación de los tipos de contrato para modificar la reforma laboral, proponiendo reducir los tipos existentes a 3, con un contrato indefinido que aporte estabilidad y que buscará generalizar, manteniendo el contrato temporal aunque buscando restringirlo y favoreciendo el contrato de formación para facilitar la integración en el mercado laboral de los más jóvenes.