Google podrá enviar propaganda política al correo electrónico pasando el filtro de 'spam', una medida con la que pretende acabar la Unión Europea de aprobarse la nueva propuesta legislativa

Sundar Pichai, CEO de Google.
Sundar Pichai, CEO de Google.

Reuters

Desde que se emitiera en la televisión estadounidense el 26 de septiembre de 1960 el debate electoral entre el demócrata John F. Kennedy y el vicepresidente Richard Nixon, las campañas electorales han sabido aprovechar otros medios tecnológicos.

La televisión sigue siendo importante, pero internet se ha convertido en un campo de batalla que implica a grandes tecnológicas, desde Google a Twitter o Facebook.

Tal es así que el gran revuelo comenzó cuando salió a la luz el escándalo de Cambridge Analytica en 2019, que implicó directamente a Facebook, a la que se acusaba de querer moldear la opinión pública con una fuga de datos de 87 millones de usuarios.

Aquella sanción constituía un ejemplo para las demás redes sociales, según la Comisión Federal del Comercio de Estados Unidos (FTC, por sus siglas en inglés), que inició la investigación contra la compañía de Mark Zuckerberg.

Google, Meta y Twitter se enfrentan a multas multimillonarias si no abordan los 'deepfakes' y las cuentas falsas en sus plataformas 

A pesar de ello, muchas compañías siguen actuando al margen de lo legal, como ha ocurrido recientemente con Google, que protagoniza la última polémica en cuanto al tratamiento de datos personales sensibles de usuarios.

Este 11 de agosto, la Comisión de Elecciones Federales de Estados Unidos (FEC, por sus siglas en inglés), aprobó un programa piloto que Google quiere llevar a cabo antes de las elecciones que tendrán lugar el 8 de noviembre en el país.

La FEC aprueba el programa piloto de Google ante la insistencia de los republicanos

La intención del gigante tecnológico pasa por eliminar el filtro de spam de los correos electrónicos en Gmail que provengan de campañas electorales. Es decir, que la propaganda política vaya directamente al buzón principal.

La FEC ha aprobado el programa piloto de Google con una votación de 4 a uno, a raíz de las críticas expresadas incesantemente por los republicanos, que se hicieron eco de un estudio de marzo de la Universidad de Carolina del Norte.

Así, el estudio concluyó que Gmail envió a la carpeta de spam el 77% de los correos electrónicos de candidatos republicanos, mientras que el porcentaje en el ala demócrata se reduce a un 10%.

Los autores del propio estudio aseguraron a The Whashington Postque la investigación había sido sacado totalmente de contexto.

"Solo para reiterar, no hay sesgo actual en el sistema y la forma en que operan los filtros", ha asegurado durante la comisión Claire Rajan, la abogada que representa a Google ante la FEC. "Todo lo que hace Google es imparcial. Los productos no tienen la intención de discriminar a ningún candidato, partido o orador".

Sin embargo, en la Unión Europea este programa piloto no tendría cabida alguna, de aprobarse una propuesta de la Comisión Europea que quiere prohibir radicalmente la propaganda polítia a través del correo electrónico.

La Comisión Europea va un paso más allá: prohibir directamente la propaganda política en línea

Google anunció en 2019 que controlaría mucho más la propaganda electoral en Estados Unidos, con la intención de limitar los microdatos ofrecidos a agencias especializadas en su venta a formaciones políticas.

Por su parte, redes sociales como Twitter y Facebook vetaron en su seno al expresidente Donald Trump, por las denuncias sobre desinformación en su seno o propaganda política de ultraderecha.

Pero Europa quiere blindarse ante la propaganda electoral de cualquier formación política. En noviembre del año pasado, la Comisión Europea presentó una propuesta para garantizar la transparencia de la publicidad política en línea.

La eurodiputada húngara Anna Donáth (de la coalición Renew, en la que está Ciudadanos) fue más allá y presentó en julio un borrador de informe sobre la propuesta, en la que planteaba prohibir directamente la publicidad de partidos políticos en redes sociales, siempre y cuando para sus objetivos usaran datos personales muy sensibles como etnia, religión, edad, género, ubicación....

De ser aprobada, esta nueva legislación entraría en vigor a principios de 2024, lo que repercutiría directamente en las próximas elecciones europeas de ese mismo año. En este contexto, ni Google ni Facebook ni otras podrían seguir el ejemplo de Estados Unidos.

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