2 ingenieros de Google diseñaron hace años un chatbot de IA similar a ChatGPT, pero sus jefes lo cancelaron por motivos de seguridad

Aaron Mok,
Una de las oficinas de Google.

Spencer Platt /Getty

  • Hace años, 2 antiguos ingenieros de Google desarrollaron un generador de texto por inteligencia artificial similar a ChatGPT.
  • Sin embargo, mandos superiores descartaron su propuesta aludiendo motivos de seguridad. Ahora la compañía lucha por ponerse a la altura de Microsoft en su apuesta por la IA. 

Está previsto que Google lance Bard, su apuesta para competir contra ChatGPT, en las próximas semanas, pero, hace 5 años, 2 antiguos ingenieros de la empresa presionaron a sus jefes para que diesen luz verde al chatbot que ellos mismos habían desarrollado. Sus responsables no terminaron de ver la propuesta.

Sobre 2018, Daniel De Freitas, en ese momento ingeniero de investigación en Google, comenzó a trabajar en un proyecto paralelo sobre inteligencia artificial con el objetivo de diseñar un generador de texto conversacional que imitase la forma en la que hablan los humanos, han relatado al Wall Street Journal varios excompañeros de De Freitas. 

Noam Shazeer, por aquel entonces ingeniero de software del departamento de investigación de IA de Google, se unió más tarde al proyecto. De Freitas y Shazeer consiguieron diseñar una tecnología, a la que llamaron Meena, que podía discutir sobre filosofía, hablar de manera informal sobre series o hacer chistes con juegos de palabras

Ambos ingenieros consideraban que Meena tenía el potencial suficiente como para cambiar por completo la forma en que la gente buscaba en internet, han contado varios antiguos compañeros de Shazeer y De Freitas al Wall Street Journal

Su intención de poner a disposición del público a Meena, que los trabajadores acabaron rebautizando como LaMDA (el modelo lingüístico con el que está previsto que funcione Bard), llegó a un punto muerto después de que mandos superiores de Google afirmasen que la herramienta no cumplía con sus estándares de seguridad e imparcialidad de la inteligencia artificial. 

Los ejecutivos de la compañía dirigida por Sundar Pichai rechazaron varias propuestas de De Freitas y Shazeer que pretendían mostrar el generador de texto a investigadores independientes, añadir una función chat al Asistente de Google y lanzar una demo al público. 

Un dispositivo Alexa de Amazon

Ante las múltiples negativas de sus responsables, ambos ingenieros abandonaron Google a finales de 2021 para fundar su propia compañía, Character Technologies. Pichai, CEO de Alphabet (la matriz de Google), les pidió personalmente que se quedasen y que siguiesen trabajando en su tecnología, según el Wall Street Journal, pero esta vez fueron ellos quienes rechazaron la propuesta. 

La empresa de Shazeer y De Freitas ahora se llama Character.ai y ha lanzado un generador de texto que imita a personajes reales y de ficción como Elon Musk o Mario, el fontanero de Nintendo.

"Se formó cierto revuelo dentro de Google", aseguró Shazeer en una entrevista con los accionistas Aarthi Ramamurthy y Sriram Krishnan el mes pasado. "Pero al final decidimos que probablemente tendríamos más suerte publicando cosas como una startup". 

Google ha ido obstaculizando sus propios esfuerzos en inteligencia artificial desde el 2012

Las reservas que sufre Google a la hora de publicar cualquier herramienta basada en IA no son nuevas.

En 2012, la filial de Alphabet contrató a Ray Kurzweil, ingeniero informático, para que trabajase en los modelos lingüísticos de la compañía, según TechCrunch. Aproximadamente un año después, Google adquirió la firma británica DeepMind, cuya principal actividad era investigar acerca de la inteligencia artificial general en su conjunto.

Sin embargo, varios investigadores y expertos se opusieron al uso de este tipo de tecnología a causa de las preocupaciones éticas en torno a la vigilancia masiva, explica el Wall Street Journal, lo que llevó a Google a comprometerse a limitar el uso que le iba a dar a la IA

 

En 2018, la empresa dirigida por Sundar Pichai puso fin a su plan de utilizar la inteligencia artificial en el desarrollo de armas militares como respuesta a la reacción de sus propios empleados.

Los planes de Google en lo que se refiere a la IA podrían materializarse por fin, mientras continúa el debate sobre el uso responsable de este tipo de herramientas. El generador de texto de la compañía, Bard, llegará semanas después de que Microsoft lanzase su "nuevo Bing", un motor de búsqueda que incluye un chatbot "más potente que ChatGPT".

Tras el error cometido por Bard durante su primera presentación al público el mes pasado, los trabajadores de Google no tardaron en tachar el anuncio de "precipitado" y "chapucero". John Hennessy, presidente de Alphabet, dio la razón a sus empleados y reconoció que la tecnología no estaba lista para lanzarse.

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