Los expertos vaticinan que la economía cobrará más importancia en el nuevo Govern catalán, a pesar de que la agenda independentista no ha terminado

Una mesa electoral en un mercado cerrado en Barcelona.
Una mesa electoral en un mercado cerrado en Barcelona.

REUTERS/Nacho Doce

  • Un Govern de ERC no cerraría la agenda independentista del procés, pero sí le daría más importancia a la economía catalana en un contexto de recuperación.
  • Cataluña aspira a ser un polo digital como ya lo fue industrial, y un motor económico para toda la península.
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Cataluña ha sido un polo industrial y un motor económico imprescindible para España. Pero desde que comenzara el conocido como procés soberanista allá por 2012, son muchas las voces que han lamentado cómo las turbulencias políticas han puesto en riesgo e incluso ahuyentado inversiones.

Ahora que los fondos europeos de recuperación están al caer y que toda la economía espera con expectación el despliegue de partidas para la digitalización, la pregunta es obligada. Los resultados electorales dibujan un escenario para Cataluña: ¿cobrará más relevancia y atención los desafíos económicos? Si es así, ¿será a costa del procés?

El economista José Carlos Díez habla de los resultados electorales en términos de "fracaso", pero eso no es óbice para mantener algo de esperanza. Díez destaca que, a pesar de la "difícil gobernabilidad" a la que abocan las elecciones, ERC, que apunta a ser quien forme el nuevo Govern, "tiene un programa económico moderno, vinculado a fondos europeos, digitalización y sostenibilidad".

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Y "tienen cuadros de gestión económica bastante potentes", remacha. "Un partido que venía de la extrema izquierda pero con cuadros bastante centrados, siendo de izquierdas".

El dinámico potencial de Barcelona

Díez se fija en los datos de la afiliación a la Seguridad Social, y sobre todo compara las dos regiones que históricamente han sido motores de la economía española: Madrid y Barcelona. "Mantenían una economía de recuperación intensa, pero a partir del verano de 2017 se desacoplan y surge la distancia con Madrid. El proceso independentista no ha sido un desastre económico, ya que al final duró 4 días, pero todo lo que podía haber sido Barcelona no se produjo en un entorno global altamente competitivo", recuerda.

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El economista abunda en que Barcelona "es una ciudad maravillosa, con una calidad de vida tremenda, tiene una de las mejores universidades de España, buen capital humano, buenos empresarios, un ecosistema digital bastante potente y resiliente que ha aguantado todos estos impactos. Es buena señal".

Valentín Pich es el presidente del Consejo General de Economistas, quien también en declaraciones a Business Insider España destaca que lo importante en economía es "la estabilidad". "Es un valor". Matiza: "Más que la estabilidad, los formatos previsibles". "Evidentemente, la política catalana es una política muy especial, muy italiana en ciertas cosas, ya que hay mucha dispersión de voto y llevamos bastantes años de muchas tensiones, lo que en un principio no es bueno".

Pere Aragonès, de ERC.
Pere Aragonès, de ERC.

REUTERS/Nacho Doce

"Ahora la gran incógnita será si se podrá formar un gobierno y qué tipo de gobierno, y si este gobierno será capaz de plantear unos horizontes realizables", destaca Pich. El presidente del Consejo de Economistas coincide con Díez: "Madrid y Barcelona han sido las regiones que históricamente han tenido más peso económico por PIB y por dimensión".

"Y en Barcelona todo el tema de las startups es evidente que la sitúa como una zona muy dinámica". "La falta de claridad en los horizontes no es buena porque el mundo empresarial necesita de esa estabilidad, pero a veces también necesita de la complicidad de las instituciones", incide Pich. "Hay proyectos empresariales muy complejos, inversiones internacionales o infraestructuras logísticas que requieren que los gestores públicos tengan un horizonte e ideas claras, y con tantos cambios de gobierno no es fácil".

Habrá doble agenda: independentista y económica

"Habrá doble agenda", destaca el politólogo y profesor de la Oberta de Catalunya, Xavier Pastor. Continuará la agenda independentista peo también la económica. "ERC siempre estará pendiente de la agenda independentista, y desde el Govern se volverá a poner sobre la mesa la amnistía e ir hacia un posible referéndum. Eso no va a quedar de lado", remarca. "Pero también estará por la labor de volver a construir puentes y de intentar que la economía de Cataluña funcione bien. De recuperar ese tiempo perdido".

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Es de la misma opinión Ignacio Jurado, también politólogo e investigador de la Carlos III de Madrid. ¿Se acabó la agenda independentista? "No". "Estamos todavía muy metidos en el procés, y entrando en una nueva fase de agitación. Aunque el clima social esté ahora más atemperado, creo que este va a ser un factor". Además, la irrupción de Vox en el Parlament también dibuja un escenario en el que se azuzará más la polarización, y seguirán cobrando peso cuestiones identitarias en el debate público.

Jordi Pacheco, decano del Colegio de Politólogo y Profesionales de la Sociología de Cataluña, va más allá. Apunta a que el origen del procés era netamente económico. "La gente que quiere la independencia no es que un día se levantara diciendo que se ha vuelto identitario. Eso no funciona así", expone. "Es una cosa que se ha ido cociendo a fuego lento porque mucha gente tuvo una percepción de que no existían los suficientes recursos para las políticas públicas,fruto de una opacidad fiscal del resto del Estado".

Esto incentivó que en buena parte de la opinión pública catalana calara la idea de que el reparto de recursos entre las comunidades autónomas "no era ni transparente ni justo", continúa Pacheco, algo que considera que puede ser "discutible" pero que "alimenta mucho el independentismo".

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"Esto hace que no existan dos agendas separadas". También se refiere a una corriente "economicista, liberal y conservadora" que ha hecho que cale la idea de que "si no hay confianza, los inversores se van". "Y eso hay que demostrarlo". "El crecimiento de la economía tiene que ver con cuestiones geoestratégicas: formar parte de la Unión Europea, tener un aeropuerto, o incluso el cambio climático".

"El cambio climático le puede hacer más daño a la economía catalana que el independentismo, en caso de que las rutas comerciales empiecen a navegar por el Ártico y no por el Mediterráneo", resume.

Del mismo modo, Pacheco también detalla el juego de suma cero al que se podrá avenir el Estado y la Generalitat. "Si se reparten fondos con interés estratégico-electorales, el problema es en todo el Estado y se va a agravar. Si le das a Cataluña más cantidad será porque la detraes de Extremadura". Fruto, zanja, de no exponer los criterios de reparto de la forma más clara posible y de la forma más objetiva posible. "Si no lo explicas, es echar más leña al fuego. Y la caldera tiene un límite".

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