El hombre que 'mapeó' la sierra madrileña para Google: "Iba a fisioterapia cada semana"

Analía Plaza
Hoyo de Manzanares
Hoyo de Manzanares
  • La Comunidad de Madrid presentó recientemente la digitalización de varias rutas de la sierra de Guadarrama: ya se pueden ver en Google Street View.
  • El trabajo lo ha hecho la empresa Navalmedio, ha durado tres meses y lo han pagado los Ayuntamientos que querían sus rutas sobre el mapa.
  • Google solo aporta un 10% de los costes (unos 1050 euros) y presta su tecnología: el 'trekker', una mochila que pesa 25 kilos. 

El invierno pasado, Jose A. Peñaranda recorrió la sierra de Guadarrama con una mochila de 25 kilos a la espalda. Hizo quince rutas en tres meses, en jornadas de tres horas y media como mucho y accediendo a los lugares más remotos en los coches de su empresa o de la policía local, porque algunos espacios tenían el paso restringido. 

La idea la puso él. La mochila — llamada 'Trekker' — Google. Con un ordenador, dos discos duros, baterías de repuesto, un puerto bluetooth para comunicarse con el teléfono y cinco objetivos fotográficos, Jose y su equipo — cinco personas en total — captaban imágenes del paisaje en 360º y se las enviaban semanalmente a la compañía, que se encargó de procesarlas. El resultado puede verse desde junio en Street View: Madrid ya tiene parte de su sierra sobre el mapa, que hasta ahora no salía porque los coches con los que Google digitaliza el mundo no llegan allí.

José A. Peñaranda con su Google Trekker
José A. Peñaranda con su Google Trekker
Peñalara
Peñalara

"Presentamos el proyecto a Google en marzo de 2017", explica Peñaranda al teléfono. "Queríamos digitalizar varias rutas dentro del parque nacional de la sierra de Guadarrama. Google lo aprobó y nos pusimos en contacto con la Asociación de Desarrollo de la Sierra de Guadarrama (Adesgam), de la que forman parte los municipios. Cada Ayuntamiento ha cubierto los costes de sus rutas: Google solo te lo aprueba si considera que es atractivo, aporta una pequeña parte y para el resto te buscas la vida. Y ya que lo hacíamos queríamos que fuera algo grande".

Con el sí de Google — que se realiza a través de este formulario de contacto — Peñaranda, a través de su empresa Navalmedio, seleccionó varias rutas y se las sugirió a los Ayuntamientos, que las aprobaron y en varios casos pidieron más. Cada una ha salido por una media de 700 euros: un total de 10.500 euros, de los que la tecnológica ha pagado solo el 10% (1.050 euros). Aunque no da datos concretos sobre lo que ganaron con el proyecto, Peñaranda incide en que Navalmedio "es una empresa, no una ONG. Cualquier proyecto que saca una empresa adelante es para sacar dinero". El cliente en este caso fueron los municipios; Google, su socio tecnológico.

"Lo que hicimos fue, además del trabajo para Google, entregar a cada Ayuntamiento un archivo con la ruta digitalizada para soportes de uso propio: Wikiloc, un archivo para que los usuarios lo descarguen en su GPS...", continúa. "Google hace la labor de Google y tú, a fin de cuentas, no obtienes nada. Cada semana se mandan las fotos y no ves el resultado hasta que está subido. El nuestro es trabajo de campo, el resto lo hacen allí". 


Cómo incluir montañas o desiertos en Google Street View

Google lleva casi dos décadas creando su propio mapa del mundo: lanzó la primera versión de Earth en 2001, Maps en 2005 y Street View en 2007. Para las dos primeras (cuyo origen está en dos compañías, Where 2 Technologies y Keyhole, que Google adquirió), usa imágenes de satélite; para Street View, coches que llevan sensores y cámaras sobre el techo. Como los coches no pueden acceder a todas partes, la empresa ha desarrollado otros vehículos: el Trike, un triciclo con el que ha fotografiado sitios como el Stonhenge, el Trolley, para interiores de museos y el Snowmobile, el trineo que captó, por ejemplo, los paisajes de los Juegos Olímpicos de Invierno en 2010.

El triciclo de Google
El triciclo de Google

El Trekker es una mochila. Google la presentó en 2013, invitando a cualquiera a solicitarla para fotografiar lo que faltara. Aunque el programa está dirigido especialmente a instituciones, entidades turísticas, organizaciones sin ánimo de lucro o agencias de investigación, el formulario es abierto: si te apetece salir a capturar mundo para Street View, puedes completar el formulario y presentar tu propuesta. Si a Google le gusta, te dejará la mochila. La empresa indica que no paga nada, pero visto el caso de la sierra madrileña es posible que se estire y cubra una minúscula parte. El copyright de las imágenes se lo queda, eso sí, ella.

En España, la lista de lugares capturados con Trekker es larga: se la hemos solicitado y hay 441. Entre otros, el Parque Arqueológico de Atapuerca, el desierto de las Bardenas Reales, el Delta del Ebro o los menos monumentales intercambiadores de autobuses de Madrid.

Para fotografiar las rutas de la sierra madrileña, cuenta Peñaranda, lo primero fue un trabajo de campo que duró varios meses. "Primero hay que patearse las rutas para no tener sorpresas, ver que no hay pasos cortados... Cuando vas a grabar, tienes que llevarlo todo requetevisto", cuenta. "Y luego hay que pedir permisos para subir con el vehículo a lo alto de la montaña o recurrir a los Ayuntamientos para que nos llevara la policía local. Ha habido bastante movimiento: en total, hemos estado implicadas entre 30 y 40 personas. Los que hemos pateado hemos sido cinco".


"Íbamos a fisioterapia todas las semanas"

Además del trabajo logístico, el equipo tuvo que prepararse física y técnicamente. "Lleva un proceso previo de formación. Tienes que pasar unos exámenes y luego ya te contratan. Una parte es física: son 25 kilos de mochila y eso exige preparación adicional. Durante los tres meses de trabajo, las personas que hemos hecho esto teníamos que ir semanalmente al fisioterapeuta", añade. "También lleva preparación técnica y cursos de manejo. Por ejemplo: hay formación específica para evitar que no grabes cosas muy concretas, como negocios por los que pases que quieran pagarte para salir. Eso forma parte de los contenidos en los que tienes que formarte". Todos los implicados tienen que firmar, además, contratos de confidencialidad con Google y no publicar nada durante el proceso.

"Es todo muy americano, desde que arranca el proyecto hasta que se presenta. Es importante cómo llevan este tipo de cosas".

Guadarrama
Guadarrama

Durante las primeras jornadas, Google supervisó el trabajo del equipo para comprobar que lo hacían bien. "Hicimos la senda Victory en Cercedilla. Ese día, aparte de que era una zona sin cobertura y no funcionaban bien los GPS. Tuvimos que contactar varias veces con Google y perdimos casi una hora buscando cobertura. Lo pasamos mal, tuvimos muchos problemas técnicos"

El día a día de la expedición dependía del tiempo que hiciera. "Lo hicimos en invierno, así que hay que contar con el factor meteorológico y tener un plan B. Para ser invierno estuvo bien: solo un día tuvimos que volvernos. Incluso durante la ruta que hicimos con raquetas y todo nevado hizo un sol impresionante".

En total, Peñaranda y su equipo hicieron quince rutas: el Cerro del Cañal de Alpedrete, las trincheras de La Jarosa en Guadarrama, la subida al Puerto de La Fuenfría en Cercedilla, el circo glaciar de Peñalara o el monte mediterráneo de Hoyo de Manzanares entre otras. "No hacíamos jornadas muy largas porque era duro avanzar con la mochila. Han sido quince rutas y tres meses y ha habido rutas que requerían cuatro días de trabajo".
 

"La Comunidad de Madrid se cuelga las medallas, pero los que pateamos fuimos nosotros"

El trabajo final se presentó a principios de junio, cuando Google terminó de subirlo a Street View. La Consejería de Cultura, Turismo y Deportes de la Comunidad de Madrid emitió una nota de prensa en la que indicaba que "Google selecciona a la Comunidad de Madrid para mostrar al mundo sus espacios naturales", cosa que no es del todo cierta porque la propuesta y financiación la consiguió Navamedio y Google simplemente la aprobó. "La Comunidad es la que se cuelga las medallas", ríe Peñaranda. "Pero bueno, estaba previsto que fuera así".

En cualquier caso, el proyecto ha gustado tanto que se plantean repetir. "La aceptación ha sido muy buena", concluye. "Hubo municipios que ya demandaron que querían estar en una siguiente oleada. Y estamos trabajando en ello, pero ya veremos si en Madrid o fuera de Madrid".

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