Por qué los efectos de la tercera dosis de la vacuna parecen peores que los de la primera o la segunda

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Vacuna de Moderna.

REUTERS/Mike Blake

España ha administrado más de 17 millones de terceras dosis de las candidatas de Pfizer y Moderna en su estrategia de refuerzo con vacunas de ARN mensajero.

El impulso empezó a suministrarse a personas de riesgo a partir de 12 años, internos de residencias de mayores, población mayor de 60 años, vacunados con Janssen —la vacuna de una única dosis del laboratorio de Johnson & Johnson— y personal sanitario y sociosanitario.

Pero, desde el pasado 13 de enero de este mismo año, la campaña de refuerzo se extendió a toda la población adulta

Por qué ciertas personas se contagian con el COVID-19 y otras no

La propagación de la variante ómicron fue decisiva para la extensión de la estrategia de inmunización, porque la eficacia de las 2 dosis ya había caído significativamente, tal y como explica Margarita del Val, viróloga e investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en una entrevista con Business Insider España.

"No hacían falta las terceras dosis de la vacuna porque estaban funcionando muy bien. Estaban aguantando muy bien frente a delta. Pero yo recomendaba administrarla, porque con este virus no nos podíamos fiar. Por suerte, nos la hemos puesto muchas personas mayores de 60 años", cuenta.

"La protección con sólo 2 dosis frente a la variante ha caído mucho. Y la tercera dosis restaura casi toda esa protección que teníamos frente a delta. Es decir, si contra delta era recomendable, contra ómicron sí que tiene un beneficio claro", añade.

Un último estudio de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) encontró que, tal y como puedes ver en la siguiente tabla, la efectividad de las 3 dosis sí que restaura la protección. Pero también disminuye significativamente a los meses de su inoculación:

La experta aún tiene dudas sobre si son realmente necesarias para la población general. Aunque en España, tal y como se ha mencionado con anterioridad, ya está ampliamente disponible para toda la población mayor de 18 años de edad. 

Esta ampliación de la estrategia, a su vez, ha hecho que volviesen al primer plano los efectos secundarios de las candidatas, porque algunas personas se han sentido mucho más adoloridas, cansadas y con febrícula que con las dosis anteriores dosis de las vacunas. 

Los efectos secundarios de la tercera dosis son más fuertes que los de las anteriores porque aún se conserva una inmunidad potente

Los datos sugieren que los efectos secundarios no difieren en gran medida de los de la segunda de las inyecciones —que solía provocar en los pacientes más síntomas que la primera—. Esto se debe a que el organismo, con ciertos niveles de anticuerpos previos, suele reaccionar más rápido y eficaz ante una amenaza. Se desarrollan más síntomas —la mayoría leves— y en un breve periodo de tiempo. 

"Ocurre porque tenemos nuestro sistema inmune sobreestimulado, sobrerreaccionado. Lo que hace la vacuna es activar el sistema inmune, pero si das una nueva dosis a un sistema inmune que ya está activado, las reacciones secundarias se multiplican, la reactogenicidad aumenta", explica a Nius el inmunólogo José Gómez Rial, del Hospital Clínico de Santiago. 

Por esta misma razón, personas que habían pasado el COVID-19 antes de vacunarse tenían más síntomas que los que recibieron la primera dosis de la vacuna sin haberse contagiado.

Nuevos datos sugieren que la tercera dosis es necesaria frente a ómicron: este gráfico refleja lo que dura la inmunidad de la vacuna contra la variante

No obstante, la mayoría de los síntomas suelen ser leves o moderados y pueden afectar a la rutina diaria en las primeras 24 horas desde su inoculación. Pero parecen provocar más reacciones locales —como el dolor, el picor, el enrojecimiento o la hinchazón en el lugar de la inyección—.

De acuerdo con los hallazgos de otro de los estudios realizados por los CDC, publicados en septiembre de 2021, los síntomas más comunes serían

En general, la inyección de refuerzo de Moderna parece provocar más síntomas que la de Pfizer

Los síntomas de la candidata de la biotecnológica más frecuentes son la reacción en el lugar de la inyección (81%), la fatiga (61%), el dolor muscular (50%), de cabeza (50%) y la fiebre (36%). También los de Pfizer, aunque el dolor en las articulaciones tiene más peso que la fiebre entre sus inmunizados. 

Sin embargo, 2 de los síntomas que siguen a las principales afecciones de la dosis de refuerzo de Moderna afectan a más inmunizados que los últimos de los más frecuentes de Pfizer: el dolor en las articulaciones (33%) y los escalofríos (31%) frente a la fiebre o el dolor articular (22% y 23%) en los vacunados con la candidata desarrollada junto a BioNTech. 

Los datos de esta última coinciden en gran medida con los publicados en septiembre de 2021 por la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU). Según estos, los 5 más comunes son el dolor en el lugar de la inyección (83%), la fatiga (63,7%), el dolor de cabeza (48,4%), el muscular y articular (39,1%) y los escalofríos (29,1%) —que, según los CDC, afectan a un 18% de los inmunizados—.

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