El precio de la fruta escala meteóricamente con la inflación: ¿quién se está quedando gran parte de los 13 euros que vale el melón?

Una mujer mira la fruta en una frutería de un supermercado.

Comer sano conlleva tomar al día al menos 5 piezas de frutas y verduras. Pero para muchos hogares españoles la base de una dieta saludable está cerca de convertirse en un lujo difícil de permitirse.

El Índice de Precios de Consumo (IPC)  para junio disparó su tasa interanual hasta el 10,2%, con niveles no vistos desde hace 37 años. Detrás de esta escalada meteórica se encuentran principalmente las subidas de los precios de los carburantes o de la luz, pero también de los alimentos.

Estos últimosregistraron una subida interanual del 12,9%, tasa casi 2 puntos por encima de la de mayo. En lo que respecta a las fruta, cuesta un 6,4% más que en mayo y hasta un 19,3% si se compara con el mismo periodo del año anterior.

Lo que sin duda está llevando a los consumidores a modificar sus hábitos de compra, como evidenció un reciente informeelaborado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Hasta el 66% de los españoles encuestados ha realizadocambios en su alimentación a causa de la subida de precios. El 21% afirma haber reducido la adquisición de alimentos básicos como son las carnes y los pescados. 

Otros datos también permiten vislumbrar que loshogares están poniendo en su cesta de la compra menos fruta de la que les gustaría. 

Así, el primer cuatrimestre de 2022 presenta una bajada del volumen de fruta vendido del 4,6%,señala un informe de la consultora Nielsen IQ presentado el pasado junio durante el Congreso Aecoc de Frutas y Hortalizas y recogido por 20 minutos. No obstante, como también evidencia el documento, a pesar del descenso la facturación de frutas y hortalizas creció un 3,5% para dicho periodo. 

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Inflación desbocada y guerra han contribuido a crear este desolador panorama. A lo que se le suma una climatología que no ha hecho más que complicar este complejo escenario. 

En Cataluña, Afrucat ha estimado que se ha perdido cerca del 70% del potencial productivo en melocotones y nectarinas a causa de las heladas y del granizo; en Aragón, Fedefruta afirma que las pérdidas llegan al 90 % para el albaricoque, y entre el 60 y el 70% en melocotón y nectarina, y en Murcia, Apoexpa ha calculado que recogerán un 20% menos de fruta de hueso, enumera un artículo en Efeagro. 

El resultado, frente a este ardoroso verano, los precios de las refrescantes frutas estivales son "poco accesibles para el consumidor", declara a la agencia el responsable nacional de frutas y hortalizas de la asociación agraria COAG, Andrés Góngora.

¿Pero cuánto de todo esto se lleva el agricultor?

"¿Señor presidente sabe qué puede costar un melón en este país, hoy? Hasta 13 euros. ¿Una sandía? Hasta 12 euros. ¿Medio kilo de cerezas? 6 euros. Señor presidente, en un país en el que el salario medio anual es de 16.300 euros, ¿cómo cree que la gente puede llegar a comprar fruta en verano?" Con estas palabras se dirigía al Gobierno el portavoz de ERC, Gabriel Rufián durante su comparencia en el Congreso de los diputados el pasado 22 de junio.

Sin embargo, esta subida de precios no está repercutiendo en el campo, mientras que el sector también debe hacer frente a los elevados costes de la electricidad, los carburantes o fertilizantes entre otros. De ahí que en los últimos días varias asociaciones de agricultores hayan puesto el acento sobre las "escandalosas diferencias de precio entre el campo y la distribución".

melocotones

Así lo subrayan desde LA UNIÓ de Llauradors. La organización agraria valenciana ha elaborado un estudio en el que se muestran los precios de algunos productos hortofrutícolas desde su salida del campo en origen hasta la llegada a los lineales en destino de la distribución. Los datos revelan que, en este aumento desorbitado, los productores son los que salen peor parados.

Uno de las frutas más populares en las últimas semana has sido la sandía. Según las cifras de la organización el productor percibe de media 0,36 €/kg, en la fase de intermediarios llega a los 0,93 €/kg y en la distribución se dispara hasta los 2,20 €/kg. La diferencia entre campo y distribución de la sandía es del 511%. 

Otra de las grandes diferencias se ve en el melocotón. En campo se paga de media a 0,47 €/kg mientras que en la distribución a 1,85 €/kg. La diferencia entre campo y distribución es del 293%. El diferencial entre lo pagado en el campo y lo que abonan los consumidores es de un 412% en el caso de la veraniega nectarina.

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En cuanto a las naranjas, el informe tacha esta campaña  de "realmente horrorosa" para los productores. Han cobrado de media 0,11 €/kg, alcanzando en los lineales de la distribución  media de 1,49 €/kg. La diferencia entre origen y destino ha sido del 1.298 %.

"Esto es una cadena. Suben los costes y esto repercute en los precios que ponen a frutas y verduras", señala el presidente de Asaja Alicante, José Vicente Andreu a El Periódico de España.

La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) publica el observatorio de precios, donde también se puede comprobar esta brecha entre el precio de origen y el que pagan los consumidores en destino.

Tomando como referencia el último informe publicado, relativo a lasemana del 4 al 8 de julio de 2022 la cereza tiene un precio de origen de 1,30 euros /kg mientras que el coste alcanzado en los lineales de grandes superficies va desde los 4,99 euros/kg hasta los 5,58 euros/kg. 

Por la nectarina el producto recibe entre 55 céntimos o algo más de un euro mientras que en supermercado puede llegar a los casi 3 euros. El albaricoque pagado en origen entre 0,70 y 1,25 euros llega en distribución a los 3,95 euros.

Sin embargo esta desaforada diferencia de costes podría no estar relacionada con el escenario de inflación galopante que experimenta el país. 

Así lo considera en Directo al Paladar el responsable de COAG, señalando en cambio a la escasez de producto derivada del clima. Por lo que estrategia iría encaminada a no generar una situación de desabastecimiento, mantener mucho estocaje y que bajen los precios en origen, enumera. “Las cadenas están utilizando el precio como una barrera para controlar la demanda”. 

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