Minar criptomonedas con electricidad producida por caca de vaca: “Es más fácil manejar un ordenador que un rebaño”

Una granja con vacas en Bélgica

REUTERS/Yves Herman

  • Un granjero galés transforma el metano que se desprende de los excrementos de vaca en energía para alimentar unos potentes ordenadores dedicados a minar criptomonedas.
  • Dos tercios de la electricidad generada la dedica a la granja y el resto a dotar de electricidad a las computadoras empleadas en el minado de Ethereum. 
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Seguro que alguien recuerda un capítulo de La que se avecina en el que se les ocurría generar electricidad con los excrementos generados por los vecinos. Aquello terminaba como suelen acabar las cosas en esa serie. Pero la realidad supera a la ficción, y el granjero Philip Hughes confía en que su proyecto tenga un final mejor. Incluso que no tenga fin. De momento, está consiguiendo minar criptomonedas con la energía producida a partir de caca de vaca. Su historia la cuentan en BBC.

Son muchas las generaciones de Hughes que han cuidado la granja familiar en Denbighshire (al norte de Gales), pero ha sido Philip el que ha decidido ir más allá del cometido inherente a estas instalaciones. Y, de momento, parece muy satisfecho: “Es más fácil manejar un ordenador que un rebaño de vacas y ovejas”, asegura. 

En un contendor verde situado en la granja, potentes ordenadores se dedican a la minería de criptomonedas gracias a la energía renovable que se obtiene cuando un motor de 6 cilindros (a 500 rpm) transforma el metano que se desprende de la descomposición del estiércol de las vacas en electricidad. Este producto, explican, se puede utilizar para generar calor o energía, pero, en caso de no darle algún uso, se iría a la atmósfera donde es “un poderoso gas de efecto invernadero”.

Hughes emplea dos tercios de la electricidad generada por los excrementos de las vacas en dar energía a la granja, y el resto va directamente a las máquinas que están dedicadas a minar criptomonedas, en concreto, al minado de Ethereum (la segunda criptomoneda más grande por capitalización de mercado, después de Bitcoin).

Las criptomonedas y el medioambiente

El negocio de Hughes evita que el metano actúe negativamente en la atmósfera, pero también entra de lleno en el debate (muy popular últimamente) del perjuicio medioambiental que puede suponer la minería de criptomonedas. Los hay, apuntan en BBC, que tienen muchas dudas de que el ecosistema criptográfico sea lo suficientemente duradero y sólido como para compensar el gran gasto hidroeléctrico que supone. 

Es el caso, por ejemplo, de Alex de Vries, que, en el blog Digiconomist, afirma que es un desperdicio de energía verde y compara el potencial del minado con el de otros procesos del sistema financiero tradicional: “Si nos fijamos en Bitcoin, sólo puede procesar 7 transacciones por segundo; un procesador de pagos como Visa realiza hasta 65.000”.

También critica este experto la poca vida útil de los computadores utilizados para minar criptomonedas. En su opinión, estos pueden quedarse obsoletos en poco tiempo, generando una gran cantidad de desechos electrónicos. 

La visión contraria tiene Mike Novogratz, cuya firma de criptomonedas, Galaxy Digital, presentó un estudio recientemente en el que concluía que el minado de bitcoins consume la mitad de energía que el sistema bancario tradicional

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