Las guionistas de los Goya: "Ser mujer no me tiene que limitar a hacer películas de bajo presupuesto"

Sara Rosati

Solo un 27% de los nominados a los Premios Goya de 2018 fueron mujeres. Entre las nominadas a Mejor guión había tres: Carla Simón —también nominada por Dirección novel y Mejor película— por Verano 1993, Coral Cruz por Incierta gloria e Isabel Coixet por La Librería.

Coixet se llevó el galardón más importante, el de Mejor película, y también el de Mejor dirección y Mejor guión adaptado. En la última gala del cine español se convirtió en la cineasta con más Premios Goya de la historia, siete. Fue la tercera vez que una mujer ganaba el premio principal y la segunda que lo recibe Coixet.

Por su parte, Carla Simón consiguió el de Mejor dirección novel. Verano 1993 también se llevó el Goya a Mejor actor de reparto y Mejor actriz revelación. "¡Qué bonito que me lo déis vosotras!", les dijo Carla Simón a Leticia Dolera y Paula Ortiz cuando le entregaron el premio.

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En un año en el que las mujeres se han colocado a sí mismas en el centro del debate, con movimientos como Me Too (Yo también) y Time’s Up (Se acabó el tiempo o Hasta aquí), se ha hecho visible el hecho de que, aunque se produzcan más series y películas con personajes femeninos, tras las cámaras sigue habiendo una desigualdad flagrante. Con el lema de "más mujeres", impreso en abanicos rojos que inundaban las gradas de la Gala de los Goya, cerró su discurso Carla Simón.

"Creo que hacen falta muchas más historias sobre mujeres", cuenta Carla Simón en una entrevista con Business Insider unos días antes de recibir el premio. Y apunta a que, cuantas más mujeres sean parte del equipo, más y mejores personajes femeninos va a haber. "Hay un día en el que nos sentimos estupendas y queremos ver una comedia romántica con una chica guapísima y está muy bien. Pero hay días que queremos ver una madre coraje de 50 años que no está tan estupenda", añade la nominada Coral Cruz. 

El último estudio del Centro de la Mujer en el cine y la televisión de Estados Unidos apunta un dato desolador: de las 250 películas más importantes producidas durante el 2017, solo el 1% tenía diez mujeres o más en cargos de dirección, producción o edición. Las mujeres representaron tan solo un 18% de los equipos. 

Esto sucede, en parte, porque "quienes deciden las películas que se hacen no son ni los productores ni los directores ni los guionistas, sino que son dirigentes de televisiones que en su mayoría son hombres". Lo apunta Coral Cruz, que forma parte de el 17% de mujeres que llegan a ser guionistas en España, según el último estudio de CIMA (Asociación de mujeres cineastas y de medios audiovisuales). Cruz, que también es profesora de cine, explica que el 85% de sus alumnas son chicas "brillantes". ¿Qué pasa cuando saltan al mundo profesional? "Cuando sales fuera, te encuentras con ciertos prejuicios que están instaurados en la sociedad y que, incluso, quienes los practican a veces no son conscientes de ellos", explica.  

Una de las razones por las que las mujeres saltaron a primera línea de la actualidad fue por la denuncia de los casos de acoso sexual en el seno de Hollywood. En España no ha salido a la luz ningún caso similar al del productor Harvey Weinstein, pero Coral señala: "Alguien te puede entrar y lo puedes rechazar, pero lo que no puede ser es que esa persona que te entre sea tu jefe porque igual no estás en posición de rechazarlo". 

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La visibilización, aunque la industria esté muy lejos de la paridad, es algo positivo para Carla Simón: "Cada vez se ve peor si tienes una historia sobre mujeres donde solo haya un equipo masculino". Ella no ha tenido más dificultad para sacar adelante su película por ser mujer, apunta, pero sí ve una sensibilidad distinta en el hecho de que su equipo haya sido mayoritariamente femenino: "Las mujeres jóvenes nos vamos pegando la fuerza y terminamos sacando los proyectos adelante". 

Simón afirma que el empuje no debe venir solo de las mujeres cineastas, "hay que tomar acción política". Cruz reflexiona: "Si la única manera son las cuotas, como pasa en Dinamarca, bienvenidas sean las cuotas". Se refiere a reservar un porcentaje de las subvenciones públicas para el cine a directoras y mujeres en cargos de poder, como reclama CIMA. 

Se trata de que existan cada vez más referentes para las nuevas generaciones. Y Coral Cruz sentencia: "Puedo escribir una comedia romántica, un drama o un thriller. Ser mujer no me tiene que limitar a hacer películas de bajo presupuesto".

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