Al Bitcoin "puede que no le quede mucho", según este gurú de la economía digital y autor del libro 'El futuro del dinero'

Un bitcoin sobre un smartphone con una cruz blanca.

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  • Eswar Prasad es profesor de Política comercial internacional en la Universidad de Cornell y autor de El futuro del dinero, uno de los libros de cabecera de quienes creen que el dinero digital sustituirá pronto al efectivo. 
  • Aunque la fe de Prasad en la economía digital se mantiene, no se muestra tan optimista con el bitcóin, la criptomoneda más popular: "Puede que no dure mucho más", ha dicho a la CNBC.
  • Mientras que el bitcoin antes solo competía con unos pocos tokens, hoy hay cientos de ellos, y algunos son más útiles y más ecológicos que el bitcoin.
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El futuro del bitcoin, la criptomoneda más popular del mundo, no está claro

Al menos, esto es lo que opina Eswar Prasad, profesor de Política comercial internacional de la Universidad de Cornell y, sobre todo, autor de El futuro del dinero, el libro de cabecera de muchos de los que en los últimos años han apostado decididamente por la economía digital.

Acostumbrados a obtener de él una visión más bien optimistas de las ingentes posibilidades de la economía digital en un futuro próximo, las palabras de Prasad resonaron de un modo especial cuando, a principios de este mes, en el programa Squawk Box Europe de la CNBC, Prasad se descolgó con estas palabras: "Puede que el bitcoin no dure mucho más".

Tras repuntar de nuevo durante este otoño, el precio del volátil bitcoin ha vuelto a caer en las últimas semanas y este sábado apenas supera los 40.000 euros.

Para Prasad, las dificultades de esta criptomoneda para elevar de una forma definitiva su valor y cumplir las expectativas de quienes a principios de este año vaticinaron que rondaría los 100.000 euros responden a 2 factores.

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En primer lugar, mientras que hace unos años apenas tenía que competir con unas pocas criptodivisas, de un tiempo a esta parte existen montones de ellas, cada cual con un uso más sofisticado que el anterior.

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Debe competir, por ejemplo, contra memecoins como dogecoin, que son criptomonedas que surgieron casi a modo de broma precisamente para denunciar el carácter volátil de la economía digital y cuyo valor se dispara de cuando en cuando.

A ellas se han añadido como competencia directa criptomonedas como mana, que se utilizan específicamente en los pujantes entornos de realidad virtual para hacer negocios.

En definitiva, opina Prasad, existen un montón de alternativas al bitcoin cuyo uso resulta más claro en algunos casos y que en su mayoría son más respetuosas con el medio ambiente.

Por dudar, Prasad duda incluso hasta del uso que bitcoin hace de blockchain, el libro de contabilidad digital en el que los mineros se pueden asegurar de que cada transacción es correcta mediante un complejo entramado algorítmico.

"El uso de la tecnología blockchain por parte de bitcoin no es muy eficiente", dijo Prasad, que señaló que esta criptomoneda "utiliza un mecanismo de validación para las transacciones que es destructivo para el medio ambiente" y que "no se amplía muy bien". 

La huella de carbono del bitcoin, una criptomoneda que consume miles de veces más que la economía digital, es mayor que la de países como Nueva Zelanda.

Al contrario de lo que ocurre con el bitcoin, Prasad cree que existen ya nuevas criptomonedas que utilizan el blockchain de un modo mucho más eficiente. 

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Un blockchain al que, por cierto, Prasad sí le ve futuro: "Creo que será una tecnología fundamentalmente transformadora en la forma de realizar las finanzas".

Dado que el bitcoin, explicó el experto, no está sirviendo como buen intermediario, este terminará teniendo no mucho más valor de la fe que quieran tener en él sus inversores. 

Dicho de otra manera, durará lo que duren apostando por él quienes creen en su infinita capacidad de crecimiento: lo que tarde en pincharse la burbuja.

Hasta los bancos centrales tendrán que apostar por ellas

En términos más generales, Prasad quiso también hablar de las criptomonedas y de su hasta ahora conflictiva relación con los bancos centrales. 

Se trata de una tensión que, en opinión del economista, se terminará disipando cuando las entidades centrales apuesten por la economía digital: "Las criptomonedas encendieron la alarma en los bancos centrales, que ahora empiezan a pensar en emitir versiones digitales de sus propias monedas".

Es el caso, por ejemplo, del banco central de China, que en verano prohibió toda transacción con bitcoin en el país a la espera de poder poner en funcionamiento su propio sistema de comercio con criptoactivos.

A ojos del economista, estas monedas digitales emitidas por los bancos centrales podrían ser beneficiosas, ya que pueden proporcionar una opción de pago de bajo coste a la que todo el mundo tenga acceso, aumentando así la inclusión financiera y, potencialmente, la estabilidad.

Y todo, gracias, se quiera ver o no, al bitcoin: "Por mucho que no nos guste el bitcoin, ha desencadenado una revolución que, en última instancia, podría beneficiarnos a todos directa o indirectamente".

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