¿Qué tiene 'El juego del calamar'? Cómo la serie de terror surcoreana ha sorprendido a Hollywood e incluso a Netflix con su popularidad mundial
- La serie de Netflix 'El juego del calamar' es un éxito arrollador para la plataforma tras haber alcanzado el primer lugar en 90 países.
- La popularidad de la serie surcoreana en todo el mundo ha dado lugar a memes y a un gran impulso de ciertas prendas de vestir.
- La producción tuvo poco marketing fuera de Asia, pero encontró espectadores a través de las redes sociales y el boca a boca.
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Netflix ha invertido cientos de millones de dólares y ha contratado a un gran número de personas para ampliar su programación internacional en los últimos años, con éxitos destacados como La casa de papel y Lupin.
Pero la estrategia está dando sus frutos con un nuevo y enorme éxito mundial que ni siquiera la compañía esperaba.
El juego del calamar ha alcanzado el primer puesto en 90 países en 10 días, y ha desbancado a Bridgerton como la serie más popular de Netflix, ha explicado el codirector general de Netflix, Ted Sarandos, durante la Code Conference de este año.
La serie ya está generando impacto cultural en todo el mundo, con memes en las redes sociales y búsquedas de chándales de aspecto retro parecidos a los que se llevan en la serie que han aumentado un 97%, según Lyst Insights, y las ventas de zapatillas Vans blancasque han aumentado un 7.800% desde el estreno de la serie, segúnThe Sole Supplier.
¿De qué trata 'El juego del calamar'?
En el centro de 'El juego del calamar' se encuentra Seong Gi-hun, un padre divorciado y sin dinero, dueño de un negocio fracasado, que ahora vive con su madre apostando el poco dinero que tiene y trabajando como chófer.
Seong, que tiene una deuda de unos 5 millones de dólares, es abordado por una oscura organización que le ofrece la oportunidad de ganar unos 38 millones de dólares enfrentándose a cientos de jugadores en versiones retorcidas y letales de juegos infantiles como Luz roja, Luz verde (lo que en algunos lugares de España se conoce como El escondite inglés), tirar de una cuerda o el ddakji, un juego parecido a lo que fueron los tazos de los años 90: los jugadores intentan dar la vuelta a las fichas de papel dobladas de su oponente golpeándolas con sus propias fichas de papel.
Aunque El juego del calamar se posiciona como un drama serio cargado de escenas de violencia, el programa también funciona como una sátira que aborda temas como el capitalismo y la lucha de clases.
¿Cómo se hizo tan popular 'El juego del calamar'?
La popularidad mundial de El juego del calamar puede parecer algo surgido de la noche a la mañana, pero su creador, director y productor, Hwang Dong-Hyuk, llevaba desarrollando la serie al menos una década antes de que Netflix la eligiera.
Otro hecho destacable: Netflix hizo muy poco para comercializar la serie fuera de Asia, según ha explicado a Vulture su jefe global de Televisión, Bela Bajaria. El juego del calamar se basó en gran medida en el motor de recomendación de Netflix, las redes sociales y el boca a boca para conseguir que el público la viera.
Aunque Bajaria ha contado a Vulture que estaba sorprendida por el alcance global de la serie y por el revuelo que se ha armado, Netflix trabajó con Hwang para hacer que los efectos visuales fueran lo más vibrantes y accesibles posible para el mayor número de personas, vistiendo a los jugadores con monos brillantes y creando decorados coloridos que recordaban a los patios de recreo de las escuelas primarias, según The Wall Street Journal.
Estos esfuerzos han dado sus frutos. En Twitter y TikTok hay innumerables memes del Juego del Calamar, por ejemplo, y es posible que Halloween se llene de juerguistas vestidos con monos verdes y rosas.
Los hashtags relacionados con los disfraces de la serie en TikTok han generado hasta ahora casi un millón de visitas.
¿Qué significa el éxito de esta producción para Netflix?
Para Netflix, el éxito temprano de El juego del calamar valida aún más su inversión de 500 millones de dólares en contenido coreano este año y los esfuerzos más amplios de la plataforma por diversificarse en su programación internacional, algo que justifican el 65% de los suscriptores de Netflix que viven fuera de los Estados Unidos y Canadá.
Aunque Netflix aún no ha confirmado una segunda temporada, Bajaria ha sugerido en su entrevista con Vulture que el regreso de la serie era una posibilidad cierta, algo que depende en gran medida de Hwang.
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