He tejido mi propio vestido de novia por 290 dólares y he grabado el proceso de 200 horas en YouTube para desmentir los estereotipos sobre mi trabajo

Mi abuela me enseñó a tejer cuando tenía 5 años y, desde entonces, ha sido una de las grandes pasiones de mi vida. 

En 2017, abrí una cuenta de Instagram para compartir fotos de las cosas que iba tejiendo y lancé mi propio canal de YouTube un año después, y allí es donde he estado compartiendo tutoriales para principiantes para aprender a tejer.

A finales de junio, mi pareja y yo decidimos casarnos, e inmediatamente pensé que sería genial tejer mi propio vestido de novia y documentar la experiencia para un vídeo de YouTube, aunque solo tenía unas 6 semanas hasta la fecha de nuestra boda. 

Ahí que me di cuenta de que iba a ser una experiencia algo estresante. 

Sin embargo, sentí que este tenía el potencial de ser el vídeo de YouTube más épico, así que pedí 30 ovillos de hilo de seda blanca pura, que me costaron aproximadamente 290 dólares (unos 300 euros) y me puse manos a la obra.

El proceso no siempre ha sido fácil, pero valió la pena crear el vestido de mis sueños y compartirlo con mis espectadores y, ahora, se ha convertido en el vídeo más popular de mi canal.

Tardé 45 días en hacerlo y me encontré con muchos desafíos en el camino

A pesar de que siempre había creado el mismo contenido relacionado con tejer, nunca antes había tejido un vestido. De hecho, tenía muchas dudas sobre el concepto, porque me preocupaba que se viera como un vestido de pijama y no tuviera ninguna forma. 

He visto muchos vestidos de punto que parecen un poco de abuelita, pero quería algo que fuera más alta costura, así que entré en Pinterest y busqué diferentes diseños de vestidos de Christian Dior y Chanel, y decidí probar y crear un vestido inspirado en esos diseños, pero elaborado con hilo de seda.

Tenía una visión muy específica en mi mente, y me ayudé con una falda que ya tenía para darme una idea de cómo quería que me quedara alrededor de las caderas y las piernas. 

Durante los siguientes 45 días, prácticamente no hice nada más que tejer. Me llevó unas 200 horas terminar el diseño, y tuve que dejar aparcadas todas las demás ideas de vídeos para el canal mientras me concentraba en este proyecto. 

Nunca antes había dedicado tanto tiempo a un vídeo, y fue todo un desafío tener que estar al tanto de hacer el vestido y, a la vez, grabar todos los momentos clave.

Tenía suficiente confianza en mí misma para conseguirlo, aunque el camino no ha sido fácil y durante el proceso de tejido salieron mal muchas cosas.

Aproximadamente 2 semanas después de empezar ya había terminado el corpiño, pero me lo probé y me quedaba demasiado grande. Terminé teniendo que rasgarlo entero y empezar de nuevo. 

Cuando hice las mangas igual, seguían deslizándose hacia abajo y era horrible porque me dejaba el pecho al descubierto, así que fue bastante divertido y a la vez me llevó bastante tiempo arreglarlo.

Me aseguré de grabar todos mis errores para poder crear un vídeo muy real y honesto con mis seguidores, en lugar de solo mostrarles los momentos perfectos.  

Cuando terminé el vestido me sentí muy cansada y frustrada, y solo tenía 4 días para descansar hasta el día de la boda. 

Pero cuando me lo puse para la ceremonia, sentí un gran alivio. No podría haber estado más feliz con el producto terminado.  

Mi pareja, que al principio estaba un poco escéptica acerca de lo factible que sería para mi hacer un vestido entero en tan poco tiempo, también piensa que el resultado final fue increíble. 

A lo largo del día, los invitados se me acercaban e inmediatamente tocaban el vestido y lo comentaban. A veces, parecía que estaban más interesados en el vestido que en mí, pero me encanta hablar de ello, así que tampoco importó demasiado.

Tejer es una parte muy importante de mi vida, así que me alegro de haber podido convertirlo en una parte importante del día de mi boda.  

Espero que mi vídeo de YouTube muestre lo sofisticadas y modernas que pueden ser las prendas de punto

Un par de semanas después de la boda, publiqué un vlog de 46 minutos sobre el proceso de confección del vestido. Editarlo me llevó 4 días: fue una experiencia muy emotiva para mí. 

Pude revivir la experiencia de crearlo y del propio día de mi boda gracias a eso.

El vlog es ahora mi vídeo más visto con casi 3 millones de visitas, y me alegro de que haya valido la pena dedicar tanto tiempo a producir un video más largo y de mayor calidad. 

Estoy encantada de ver las reacciones tan positivas de la gente, y saber que ha inspirado a algunas personas para hacer sus propios vestidos de novia algún día (lo que definitivamente creo que es posible incluso para las personas con menos experiencia en tejer, solo recomendaría que se den más bien... ¡6 meses de margen, en vez de 6 semanas!).

Creo que el éxito del vídeo realmente ha impulsado mi propia misión personal de desacreditar el mito de que tejer es algo que solo hacen las mujeres mayores en sus mecedoras.

En los últimos años, las prendas de punto se han vuelto a poner de moda, con más marcas que intentan modernizar los diseños para las generaciones más jóvenes, pero creo que es genial que más personas quieran hacer sus propias prendas de punto e invierten en moda lenta.

Es maravilloso poder elegir tus propios materiales y producir algo que se adapte a tu gusto y tu visión. 

Las prendas de punto pueden estar de moda y espero que mi historia sirva para demostrarlo.