6 hábitos cotidianos que te están robando la energía sin saberlo

Lo habitual es pensar que si te sientes cansado constantemente sea porque no duermes como deberías.

Sin embargo el agotamiento no siempre se debe a la calidad de tu sueño. La falta de ejercicio, tu dieta o incluso ciertas afecciones físicas o mentales pueden enmascararse detrás de la fatiga.

Ahora bien, según los expertos, ciertos comportamientos comunes que haces cada día también pueden estar drenando tu energía sin que lo sepas. Añadiendo estrés a tu rutina, cargas mentales y falsas sensaciones de trabajo que se traducen en un constante agotamiento.

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La buena noticia es que además de identificarlos, puedes conocer la manera de ponerles fin y empezar a sentirte más enérgico.

Ver muchas series, películas o noticias

Puede que sea uno de tus pasatiempos favoritos, pero en realidad los maratones de series que te metes hacen poco bien a tu salud. Sumergirte durante horas en esa historia que te hace escapar de la rutina impactará en tu sueño, salud física e incluso mental.

Pero además, es uno de los hábitos rutinarios que te roba energía sin saberlo, según la psiquiatra Leela R. Magavi, directora médica regional de Community Psychiatry y MindPath Care Centers en California (EEUU).

"Como seres humanos, somos criaturas emocionales, y muchos somos empáticos y captamos los sentimientos de los personajes de los programas de televisión y las películas", explica a BBC Mundo. Pueden recordarnos experiencias dolorosas en nuestra vida, y provocar muchas emociones juntas, como tristeza, ansiedad, miedo, ira, explica.

"Mientras trabajas, mientras estás con tu familia, esa gran cantidad de emociones pueden inundarte y hacerte sentir agotado durante todo el día sin que te des cuenta", añade.

¿La forma de combatirlo? Tras ver los capítulos de tu serie favorita o incluso las noticias pregúntate o habla con otro sobre cualquier posible emoción que te generó. Así lo liberarás y no arrastrarás el resto del día.

Trabajar en un escritorio desordenado

Quizá no te importe tener un sinfín de papeles, restos de comida o tazas de café esparcidas por tu escritorio. Pero aún así, elcaos en tu mesa de trabajo puede afectar negativamente a la productividad y tu capacidad para realizar tareas de manera eficiente, según un estudio publicado en The Harvard Business Review.

Trabajar en un entorno desordenado puede aumentar la distracción y la falta de atención, constata la psicóloga al Huffington Post. "Las tareas tardan más en completarse, lo que requiere que utilices más concentración mental y energía con el tiempo", afirma.

Para evitarlo, la especialista aconseja dedicar 10 minutos cada día a ordenar tu área de trabajo. Hacerlo mientras escuchas música relajante "puede crear un patrón positivo de comportamiento”.

Planificar en exceso o con demasiada antelación

Planificar está bien. De hecho es un consejo básico para mejorar la productividad. O para evitar olvidarte algo ante cualquier evento.

“Pero si se hace en exceso, puede dejarte con muy poca flexibilidad y obligarte a vivir en el futuro en lugar del presente”, comenta en Huffington Post el psiquiatraTyson Lippe, de Heading Health en Austin, Texas (EEUU).

O dicho de otra manera, experimentar lo que se conoce como ansiedad anticipatoria, que puede resultar extremadamente agotadora.

La solución pasa, según los expertos, por planificar lo obligatorio (plazos de trabajo, reuniones y citas...) y dejar espacios de tiempo tan libres de compromisos como sea posible.

Tener demasiadas pestañas abiertas

“Pasar de una pestaña a otra le da a tu ego la idea errónea de que está haciendo una cantidad increíble de trabajo”, puntualiza Rana Mafee, neuróloga jefe de Case Integrative Health en Chicago. “En realidad, no estás procesando por completo nada de lo que intentas consumir de manera eficiente”. Lo que se traduce en fatiga mental.

Algo similar a lo que te ocurre cuando te empeñas en practicar constantemente la poco aconsejable multitarea.

Por lo que en lugar de absorber gradualmente tu energía mental dejando un número impío de pestañas abiertas, intente preguntarse cada cierto tiempo que es lo que necesitas abierto.

Para evitar el multitaskig puedes marcarte tiempos para concentrarte en solo una cosa. E ir haciendo eso con cada tarea por realizar.

No tener una buena postura

Una mala postura puede causar tensión en las articulaciones y los músculos, aumentar los dolores y hacer que te sientas cansado.

En el otro lado, con una postura correcta te sentirás mejor en términos de dolores físicos, tendrás más energía, reducirás la probabilidad de problemas físicos crónicos más adelante en la vida.

Para ello evita la espalda encorvada. Para una posición correcta de referencia al estar sentado, coloca tu trasero contra el respaldo de la silla y toca con hombros el respaldo de esta, nivela tu barbilla con el suelo, flexiona las piernas hasta los 90 grados, deja los pies planos y después asegúrate de que puedes deslizar una revista enrollada o una toalla pequeña por detrás de la espalda.

Dejar que las pequeñas tareas se acumulen

“Incluso las tareas manejables comienzan a verse abrumadores y sofocantes debido a su gran número”, señala Lippe. Puede que solo se trate de recoger el salón, cambiar la bombilla o mandar ese mensaje de confirmación, pero al sumarlas forman una masa de deberes que no te deja desconectar.

 "Los pensamientos constantes e intrusivos de 'Debería hacer la tarea X' también crean una sensación de vergüenza y una acumulación de ansiedad anticipatoria". Por no decir que además te roban tiempo de ocio. Lo que da un agotamiento constante.

Lo que proponen los expertos es hacer de inmediato todo aquello que te lleve menos de 5 minutos. Y el resto de cosas escríbelas en una  lista de tareas pendientes, dijo Lippe. “Esta estrategia brinda tranquilidad y seguridad de que se abordará”.

Asigna tiempo cada semana para deshacerte de esas pequeñas tareas acumuladas y con ello librarte del estrés y la fatiga que generan.