Así se hace el sampuru: esta comida de plástico hiperrealista es ya una industria de 80 millones de euros en Japón

  • La comida de plástico está haciendo que Japón gane mucho dinero. La industria de la alimentación falsa tiene, en la actualidad, un valor aproximado de 90 millones de dólares (81,7 millones de euros).
  • Las muestras hiperrealistas de alimentos o "sampuru", se hacen a mano por expertos artesanos y exhibidas en escaparates de restaurantes, en películas, en tiendas de souvenirs o en aulas de todo el mundo. 
  • Un plato principal de sampuru puede tardar en hacerse hasta una semana, y los artículos más pequeños todo un día. 
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Esta es la transcripción del vídeo.

Narrador: Si caminas por las calles de Japón, te darás cuenta de que casi todos los restaurante tienen comida muy brillante y perfectamente precintada que te tienta desde el escaparate. Parece deliciosa, pero no se puede comer. Es todo falso. A estos platos de mentira se les llama “sampuru”, viene de la palabra “muestra”. La comida falsa está hecha de plástico, y hasta hoy en día se continúa haciendo a mano. 

Fumio Morino: Las muestras de alimentos dan una imagen tridimensional de cómo es la comida. Esto, junto a los antecedentes históricos de las muestras de alimentos artificiales, ha posibilitado su difusión. 

Narrador: El “sampuru” es tan lucrativo que se estima que la industria ya tiene un valor de 90 millones de dólares solo en Japón. Pero demos un paso atrás y veamos cómo hacen que el plástico se vea lo suficientemente atractivo como para se apetitoso. En el Morino Sample Workshop de Osaka, los artesanos han hecho “sampuru” durante 45 años. Catorce artesanos fabrican todas las muestras de alimentos que se envían por todo el mundo por la empresa Fake Food Japan. Están especializado en sushi, tempura y ramen, pero pueden hacer a medida cualquier cosa que se te ocurra. Cerveza, helado, pizza, hamburguesas… Para hacer muestras de comida, lo primero que tienen que hacer los artesanos es conseguir un molde del alimento real. Por lo general, eso significa que un restaurante tiene que congelar la comida real y enviarla al taller. 

Morino: La fundición de moldes a partir de alimentos reales nos permite copiar los pliegues más finos y las hendiduras a lo largo de la superficie del alimento. Luego pintamos los moldes para obtener texturas de alimentos más realistas. 

Narrador: Una vez que tienen el molde, se rellena con plástico líquido de PVC y se hornea a 338 grados. La muestra cobra vida gracias al aerógrafo y las manos de pintura, y finalmente se pule. Algunos modelos más pequeños pueden tardar un día en prepararse, mientras que los platos principales enteros pueden tardar hasta una semana. 

Fumio Morino: Hacer esta recreación de fideos udon implica reunir los ingredientes y hacer un molde, depende también de la muestra y lleva hacer la muestra aproximadamente tres días. Pero si haces todo este trabajo para cada muestra, ves que tardas mucho tiempo. Para artículos comunes como el udon, la carne, preparo todos los ingredientes con anticipación. Esto me permite acelerar el trabajo. 

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Narrador: Debido a los numerosos detalles de cada muestra de comida, los artesanos dicen que se necesitan hasta 10 años perfeccionar un arte como este. Pero no te dejes engañar, mientras que puedan parecer comidas asequibles, el sampuru te costará un buen dinero. Estas imitaciones pueden costar hasta 10 veces la comida real que representan. Esta jarra de cerveza cuesta 74$, un bol de ramen cuesta 109, y una intrincada bandeja de sushi te costará la friolera de 511 dólares. 

Justin Hanus: El nivel de dificultad para reproducir esto, ese es el verdadero valor del coste. Nos basamos en el hecho de que los ingredientes y la forma en que se presentan se complican y es un nuevo nivel de dificultad para que el artista lo reproduzca.

Narrador: Se dice que la producción de alimentos falsos comenzó en la década de 1930 con Takizo Iwasaki, un artesano de Gujo Hachiman. La historia dice que hizo una tortilla de cera que era tan realista que su esposa no podía distinguirla de la real. Después, fundaría uno de los mayores fabricantes de alimentos de plástico en Japón, que ahora controla una cuota de, más o menos, el 60% del mercado de alimentos falsos. En la década de 1950, la comida falsa había alcanzado una ola de popularidad.

Hanus: Sin embargo, lo que realmente impulsó el negocio fue durante la Segunda Guerra Mundial, por lo que me han dicho, cuando muchos de los soldados estadounidenses estaban emplazados aquí y obviamente no podían leer los menús japoneses y no había fotos de los menús, de modo que tenían que tener una representación más visual para mostrar a la gente lo que realmente había en el menú.

Narrador: Hoy en día, incluso en la era de los menús en internet, blogs de alimentos y reseñas en Yelp, estas muestras de alimentos de plástico no van a ninguna parte. El sampuru ha aterrizado en la pantalla grande, en las aulas, en las tiendas de recuerdos y, por supuesto, en los escaparates de los restaurantes. Con la explosión del turismos de masas en Japón, el sampuru ha resurgido como una herramienta inestimable para los extranjeros para derribar las barreras lingüísticas. Incluso si no saben nada de japonés, pueden señalar lo que quieren comer. 

Hanus: Es algo representativo de este país, algo que ha existido desde hace casi 100 años y que aún sigue sobreviviendo. 

Narrador: Su significado en la cultura japonesa se puede ver literalmente en cada esquina, pero es la habilidad que hay detrás del arte del sampuru lo que nos hace salivar. 

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