Qué hacer (y qué no) si tu hijo no quiere comer, según los expertos

Una madre intenta dar de comer a su hijo.

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  • Existen errores muy comunes entre los padres cuando su hijo no quiere comer: insistir, chantajear o tratar de distraerles con la televisión son 3 de los más habituales.
  • Establecer rutinas horarias, no alargar la comida más de 30 minutos y ponerles platos adaptados a ellos (en cantidad) son algunos de los consejos para hacer que el niño coma.
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La comida es una de las principales preocupaciones de los padres. Sobre todo los primerizos, pueden llegar a alarmarse mucho si su hijo no quiere comer. Los psicólogos, pediatras y expertos en general coinciden en hacer un llamamiento a la calma y en afirmar que, salvo casos exagerados, los niños crecerán sanos porque ellos saben cuándo se encuentran saciados

Esto, obviamente, no quiere decir que no se intenten tomar medidas y, especialmente, que se traten de evitar algunos de los errores más comunes para hacer que tu hijo coma. Insistir, ofrecer un premio o amenazar quizás sean métodos extendidos y habituales hace no tanto, pero, en opinión de los que saben, son absolutamente erróneos y extemporáneos.

¿Qué hacer (y qué no) si tu hijo se niega a comer?

Si tu hijo no quiere comer, aquí van unos cuantos consejos sobre lo que debes (y no debes) hacer avalados por expertos:

No insistir

El niño quita la cara cuando su padre trata de darle de comer.

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“La presión de los padres no tiene efectos”, señala Julie Lumeng, pediatra y profesora investigadora del Centro para el Crecimiento y el Desarrollo Humano de la Universidad de Michigan (Estados Unidos) y autora de un estudio publicado en gaceta Appetite. “No es novedad que los padres no tienen que presionar a su hijo, pero siguen haciéndolo”, apunta Ellyn Satter, autora del libro Child of Mine: Feeding with Love and Good Sense

“Cuando los padres se centran demasiado en cada bocado y presionan a su hijo para que coma, suele resultar contraproducente porque los niños se niegan, parecido a lo que pasa cuando les enseñas a dejar el pañal”, agrega Tanya Altmann, pediatra y coautora del libro What to Feed Your Baby. Tres expertos que coinciden en la CNN. Hay muchos más en la misma línea. Parece claro que no hay que presionar a los niños si no quieren comer

No alargar la comida más de 30 minutos

Niño y niña frente al plato con cara de aburrimiento.

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Si al niño no le apetece comer, es complicado que cambie de opinión por mucho que se alargue la comida, de hecho, es contraproducente hacerlo más allá de, como mucho, los 30 minutos. La psicóloga Alicia Escaño Hidalgo así lo afirma. Pasado ese tiempo, hay que retirar el plato y esperar a la siguiente comida. 

Establecer rutinas

Una familia come junta.

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El ritmo de vida actual hace complicado, en ocasiones, establecer rutinas horarias para las comidas o las cenas. Cuando haya un pequeño por casa es importante hacer un esfuerzo y que las horas de la alimentación sean regulares. En un artículo de MadresHoy, firmado por la maestra de Educación Especial y Psicopedagoga María José Roldán, se asegura que los niños estarán más cómodos si se establecen estas rutinas, porque saben lo que viene después y cómo actuar. 

Se refiere también a estatuir una tradición alrededor de la mesa. Es algo que también mencionan otros expertos, que lo centran, principalmente, en comer en familia y en no hacer comidas especiales para los niños y niñas. Que vean que toda la familia come lo mismo. 

Platos adaptados 

Una niña muerde un bocadillo muy grande.

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Aunque pueda parecer que contradice el anterior consejo, no es así. Con platos adaptados, los psicólogos se refieren a la cantidad. Lo hace Alicia Escaño cuando advierte de que un plato demasiado lleno puede agobiar al niño. Es más efectivo comenzar con raciones más pequeñas y, si quiere repetir, se le da un poco más. Sin pasarse, obviamente. 

Sin distracciones: comer sin televisión

Una niña y un niño comen mientras miran la televisión.

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Si hay algo en lo que la unanimidad es absoluta es que hay que evitar las distracciones externas y, principalmente, la televisión. Omar Cruz Martín, psicólogo, Máster en Salud Pública y doctor en Ciencias de la Salud, recomienda que nunca se coma frente a la televisión y, en general, que no se le permita dedicarse a otra cosa hasta que no haya pasado ese tiempo suficiente dedicado a la alimentación.

También lo recalca María José Roldán, que anima a conseguir que la comida sea un momento agradable y de bienestar para el niño. Menciona la televisión, pero también otras distracciones como mascotas, juegos o juguetes. 

Ni castigos ni gritos

Una madre enfadada trata de que su hija coma.

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En la línea del primero de los errores habituales para hacer que tu hijo coma (el de insistir) está también este. En hacer familia recogen las opiniones del pediatra británico Ronald Illingworth, que cita entre los siete fallos más comunes los de dar premios o castigos, chantajear o amenazar. Junto a ellos, expone otros que ya se han listado en este artículo como las distracciones, el forzar o el hacer comidas especiales de forma habitual. 

No picar entre horas

Una madre habla enfadada con su hija que sostiene una chuchería.

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Es un mensaje habitual que se manda a las personas mayores cuando dicen que quieren adelgazar. Con los niños también es válido, pero por otras razones. Lo sostiene Roldán, quien afirma que comer entre horas, y, sobre todo, cerca de las comidas principales puede condicionar su apetito. Omar Cruz lo focaliza en las gominolas y los dulces. Aunque, también de forma genérica, recomienda que, si alguien le ofrece al niño alimentos fuera del horario habitual, hay que convencerle para que lo guarde y se lo coma luego. 

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