Por qué estás siendo menos productivo y duermes más durante la pandemia de coronavirus

• Durante la cuarentena y las medidas establecidas sobre quedarse en casa por la pandemia de coronavirus, algunas personas han dicho que cada vez están durmiendo mejor, a pesar de ser más sedentarias y estar más estresadas.
• Los expertos han afirmado que el sueño profundo permite al cerebro procesar la sobrecarga de información y de emociones. Un elemento estresante puede ser más fácil de compartimentar que un millón de preocupaciones más pequeñas.
• Incluso si uno se ha vuelto más sedentario, el estrés emocional y mental por la situación del coronavirus puede hacer que el cuerpo se canse de la misma manera.
• Dormir y quedarse en la cama demasiado tiempo puede ser un signo de depresión.
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Cuando Andrea Huspeni está estresada, o bien se queda despierta hasta las 4 de la mañana antes de que su cuerpo finalmente apague su mente, o se despierta a las 2 de la mañana y mira fijamente al techo hasta que amanece.

Ya no sigue haciéndolo.

"Con el coronavirus, a pesar de estar extremadamente estresada y sentir que no tengo control sobre nada, he estado durmiendo muy bien", ha dicho la empresaria a Insider.

Juliana Lew, una coordinadora de Ypsilanti, en Michigan, también está teniendo un sueño reparador estos días. Antes de la pandemia, ella solía dormir desde las 11 de la noche hasta las 6 de la mañana. Ahora duerme de 10 de la noche a 7 de la mañana. "¡Increíble!", ha dicho.

Sin embargo, según los expertos en temas de sueño y estrés, el fenómeno que se está dando tiene varias explicaciones y no todas son positivas. Insider ha hablado con ellos sobre lo que podría estar pasando y cómo saber si su exceso de sueño es negativo.

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El sueño viene cuando el cerebro procesa nueva información y emociones

Lew tiene una teoría para dormir mejor: "Hay un gran volumen de información que procesar cada día, y me siento cansada, por lo que me acuesto antes de lo normal", ha dicho. Esto ha hecho que se despierte capaz de sobrellevar los desafíos del día siguiente.

"Es como si mi cerebro supiera lo que es mejor para sí mismo y me mandara a la cama por mi propio bien", ha comentado Lew.

Michael Grandner, director del programa de investigación sobre el sueño y la salud de la Universidad de Arizona, ha dicho que el sueño interno, y en particular el sueño profundo, se da cuando el cerebro trata de procesar, organizar, integrar y, en general, dar sentido a la nueva información y a las emociones, de las que ahora no hay escasez.

"Estamos atrapados en este nuevo escenario y tenemos que encontrar nuestro lugar en él", ha dicho.

El estrés relacionado con el coronavirus se agiliza

También parece haber algo en la forma en la que nuestros cerebros están procesando este particular factor de estrés que puede conducir a un sueño profundo en lugar de al insomnio.

"En tu vida diaria normal, el estrés proviene de muchas cosas ya que estás cambiando de tarea continuamente y vas en mil direcciones, mientras que ahora estás siendo empujado hacia un mismo sitio", ha dicho Brian St. Pierre, director de nutrición de Precision Nutrition, a Insider.

En otras palabras, se suprimen o se sustituyen todos los pensamientos relativamente menores sobre el trabajo o la vida diaria que normalmente mantienen a la gente dando vueltas.

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El estrés mental y emocional agrava el cuerpo al igual que el estrés físico

Con los colegios, los lugares de trabajo y los gimnasios cerrados, muchos estadounidenses son más sedentarios que antes, lo que teóricamente les deja con un exceso de energía que podría mantenerles despiertos por la noche.

Pero no es necesariamente así ya que, aunque no estén tan agotados físicamente, están más cansados emocional y mentalmente. Para el cuerpo, es todo lo mismo, y agotador, ha explicado St. Pierre.

St. Pierre ha recomendado a las personas que se sientan estresadas el encontrar formas de moverse, no de forma excesiva, con ejercicios de yoga suave o paseos por la naturaleza.

La clave es encontrar el punto perfecto de relajación. El ejercicio puede ser un mecanismo de afrontar la situación actual y, además, mantiene el sistema inmunológico en alto.

Un estudio ha encontrado que las personas que hacían una caminata rápida diaria durante 12 y 15 semanas enfermaban menos que sus contrapartes de sofá.

"Usa el sentido común y evalúa cómo te sientes después de hacer ejercicio", ha dicho Jebidiah Ballard, médico de medicina de emergencia, a Insider. "¿Tienes más energía o te sientes agotado".

Tu horario puede marcar la diferencia

También hay una explicación lógica que habla sobre este fenómeno: mucha gente se acuesta temprano, duerme más tarde, o ambas cosas, en parte porque no dedican tiempo a ir de un lugar a otro.

"Toda la idea de la jornada laboral, empezando a la misma hora y en el mismo lugar, es un fenómeno del siglo XX", ha dicho Grandner. Ahora, la gente está permitiendo que sus cuerpos caigan en un ritmo más natural.

La pregunta es si ellos o sus organizaciones pueden aprender de lo que Grandner llama este "experimento natural". ¿Trabajará más la gente a distancia ahora que están aprendiendo las herramientas para hacerlo? ¿Las escuelas finalmente ajustarán los horarios de inicio para alinearse mejor con los ciclos de sueño de los adolescentes? ¿Cancelarán los gerentes las reuniones que realmente pueden ser reemplazadas por correos electrónicos?

"Depende de cuánto control termine teniendo la gente", ha comentado Grandner.

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Dormir mucho puede ser negativo

Por supuesto, no todo el mundo duerme mejor en estos días, e incluso muchos de los que pasan más tiempo en la cama pueden estar perjudicando su salud más que ayudándola.

Algunas personas se están "dando un atracón" de libertad, según ha dicho Grandner, quedándose despiertos hasta tarde, durmiendo hasta el mediodía y sintiéndose somnolientos todo el día. "Son como un estudiante de secundaria que va a la universidad por primera vez", ha dicho.

Si bien es comprensible durante una época tan caótica, la falta total de consistencia puede llevar al insomnio y viene con otros problemas, como la tendencia a comer en exceso alimentos poco saludables, ha dicho Grandner.

Otras personas pueden estar usando sus camas como una forma de escapar de la realidad. "Si pasas mucho tiempo en la cama porque no te quieres levantar, no quieres lidiar con las cosas, no sabes qué hacer, todas esas cosas pueden resultar contraproducentes", ha comentado Grandner. No querer salir de la cama es también un síntoma de depresión.

Por eso, él y otros expertos en sueño recomiendan mantener un horario, tratar de reservar el dormitorio, o incluso solo un área de la cama, para dormir, limitar el tiempo de pantalla y evitar las siestas largas.