¿Si hago ejercicio puedo comer y beber lo que quiera?

Comer en una colina

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  • Tras matarte en el gimnasio nada mejor que unas cañas con amigos. Una sesión de las que hace sudar también te quita los remordimientos que podría darte ese festín de comida basura que se te antoja.
  • Si piensas que por hacer ejercicio y mantenerte activo puedes comer y beber lo que quieras, el ministerio de Sanidad tiene algo que decirte.

Son muchos los motivos para querer llevar una vida activa físicamente. El ejercicio ayuda frente a enfermedades cardiovasculares, el cáncer y la diabetes. Reduce los síntomas de la depresión y la ansiedad, mejora tu memoria y te hace envejecer más fuerte.

De hecho, las personas que no hacen suficiente de actividad física tienen un riesgo de muerte entre un 20% y un 30% mayor en comparación con aquellas que alcanzan un nivel adecuado, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Además es una pieza clave a la hora de mantener el peso —lo que también repercute en salud— o una gran ayuda cuando se busca adelgazar. 

Con tantas bondades no es de extrañar que después de pasarte horas corriendo en la cinta o matándote a sentadillas y flexiones pienses que nada te impide disfrutar de unas cervezas o de toda la comida basura que haya en tus estantes.

Entonces, ¿hacer ejercicio todos los días, significa que puedes comer lo que quieras? 

Para tu desgracia, se trata de un mito más sobre alimentación y vida saludable.

¿Si hago ejercicio puedo comer y beber lo que quiera? 

Ya sea que hagas ejercicio para estar sano o para adelgazar, ninguno de estos objetivos los conseguirás si piensas que por moverte puedes comer y beber lo que sea.

En lo relativo a perder peso, la clave está en dar a tu cuerpo un déficit calórico, es decir, quemar más de lo que metes. El ejercicio te ayuda a ello y además asegura que no pierdas masa muscular

Pero si tras tu entrenamiento comes o bebes alimentos de dudosa calidad y sin límite es posible que no logres nada de eso. Ya que podrías recuperar calorías quemadas y estarás dando a tu cuerpo productos repletos de grasas y azúcares, la materia de la que están hechos los michelines.

 

Más importante aún es la cuestión de la salud. Por muchos beneficios que tenga la actividad física en tu cuerpo, todo ello posiblemente se verá anulado si no cuidas lo que comes.

En esta línea se posiciona el ministerio de Sanidad en su web dedicada a promocionar un estilo de vida saludable. Desde ella remarcan: "Una alimentación no saludable, tendrá consecuencias sobre nuestra salud difícilmente compensables con la práctica de ejercicio físico".

Por ejemplo, enumeran, "las ventajas que obtienes entre comer una pieza de fruta o comer bollería industrial, no es sólo la gran diferencia calórica entre uno y otro, sino que además, la fruta nos aporta vitaminas, fibra… frente al alto contenido en grasas no saludables y azúcares refinados de la bollerías".

Por ejemplo, en lo relativo al cáncer "los hábitos como la dieta pesan más que los factores genéticos, al menos en las sociedades modernas”. Los ultraprocesados se han relacionado también con mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares o mortalidad.

Sí, tu cuerpo necesita moverse, pero también e incluso en mayor grado, obtener los nutrientes que le permiten funcionar. Lo cual solo obtendrá de una dieta sana y equilibrada.

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