Un equipo de la Universidad de Harvard está desarrollando un nuevo proyecto para buscar evidencia física de civilizaciones y tecnologías extraterrestres

Ilustración de un artista del objeto interestelar Oumuamua.
Ilustración de un artista del objeto interestelar Oumuamua.ESO/M. Kornmesser
  • Un nuevo proyecto, liderado por Avi Loeb, físico de la Universidad de Harvard (Estados Unidos), buscará civilizaciones y tecnologías alienígenas utilizando telescopios terrestres.
  • Los investigadores planean buscar fenómenos aéreos no identificados en la atmósfera que podrían ser extraterrestres, ya que Loeb, por su parte, piensa que el objeto interestelar Oumuamua era una nave alienígena.
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Cuando el primer objeto interestelar jamás observado, Oumuamua, pasó junto a la Tierra en 2017, parecía estar acelerándose. Eso no es lo que hacen la mayoría de las rocas espaciales, que es en parte la razón por la que Avi Loeb, astrofísico de la Universidad de Harvard (Estados Unidos) afirma que Oumuamua era una nave espacial extraterrestre.

Aunque la mayoría de los investigadores están de acuerdo en que el objeto era una roca espacial, ya sea un cometa o un pedazo de un planeta diminuto, Loeb cree que hay innumerables objetos como Oumuamua merodeando por nuestro planeta, algunos de los cuales también podrían tener procedencia extraterrestre. Así, lanzó un programa para encontrarlos. 

El lunes, Loeb anunció una iniciativa llamada Proyecto Galileo, en honor al astrónomo italiano, que buscará evidencia física de tecnologías y civilizaciones extraterrestres.

"Es una expedición de pesca, salgamos a pescar cualquier pez que encontremos", explicó Loeb en una conferencia de prensa. "Y eso incluye objetos cercanos a la Tierra, flotando dentro de nuestra atmósfera, u objetos que vinieron de fuera del Sistema Solar que se ven raros".

El proyecto de 1,75 millones de dólares (1,49 millones de euros), respaldado por al menos 4 filántropos, tiene como objetivo utilizar una red de telescopios terrestres para buscar objetos interestelares que podrían ser de naturaleza extraterrestre. El grupo también buscará posibles naves alienígenas en la órbita de la Tierra, así como naves voladoras no identificadas en nuestra atmósfera.

Encontrar objetos interestelares antes de que pasen por la Tierra

Una ilustración de Oumuamua volando a través del Sistema Solar en 2017.
Una ilustración de Oumuamua volando a través del Sistema Solar en 2017.

NASA/ESA/STScI

Para cuando los astrónomos se dieron cuenta de la existencia de 'Oumuamua, ya se estaba disparando a 315.431,42 kilómetros por hora. Varios telescopios en tierra y uno en el espacio tomaron observaciones limitadas, pero los astrónomos tuvieron solo unas pocas semanas para estudiar el extraño objeto del tamaño de un rascacielos, antes de que se alejara demasiado.

Eso dejó muchas preguntas sobre qué era el objeto y de dónde venía. En un libro que Loeb publicó en enero, "Extraterrestre: el primer signo de vida inteligente más allá de la Tierra", describe a Oumuamua como una pieza desaparecida de tecnología alienígena.

"El objeto tiene anomalías que merecen algo de atención, cosas que no se alinean de la manera que esperábamos", afirmó Loeb a Business Insider antes de la publicación del libro, y añadió: "cuando algo no se alinea, debes decirlo".

Un equipo científico encuentra evidencias inesperadas que confirmarían que la vida en nuestra galaxia podría ser más antigua de lo que se pensaba 

2 años después del descubrimiento de Oumuamua, los astrónomos detectaron un segundo objeto interestelar: un cometa llamado 2I/Borisov. Con el Proyecto Galileo, Loeb y un equipo de otros 14 investigadores esperan detectar los futuros objetos interestelares antes de que se acerquen a la Tierra. Para ello, planean utilizar el telescopio Pan-STARRS en Hawai y un telescopio de 8 metros de ancho actualmente en construcción en el Observatorio Vera C. Rubin (Chile).

La detección temprana podría permitir a los científicos enviar sondas a estos objetos, según Frank Laukien, académico visitante en Harvard y cofundador del Proyecto Galileo.

"Deberíamos, la próxima vez, tener datos mucho mejores y  mucho antes, y tal vez aterrizar en ellos o acercarnos mucho a ellos", destacó Laukien en la conferencia de prensa. 

Buscando señales de tecnología extraterrestre

Edificio del Gran Telescopio de Levantamiento Sinóptico en el Observatorio Vera Rubin en Cerro Pachón (Chile), en septiembre de 2019,
Edificio del Gran Telescopio de Levantamiento Sinóptico en el Observatorio Vera Rubin en Cerro Pachón (Chile), en septiembre de 2019,

Wil O'Mullane/Wikimedia Commons

Loeb describe el nuevo proyecto como complementario al Instituto SETI, que busca vida extraterrestre utilizando radiotelescopios. Pero el Proyecto Galileo buscará evidencia física de civilizaciones alienígenas, en lugar de señales de radio. Eso incluye posibles satélites alienígenas que podrían estar orbitando la Tierra o fragmentos de naves extraterrestres –una de las hipótesis de Loeb es que Oumuamua es un trozo de vela ligera o antena que se desprendió de un barco más grande–.

Loeb también planea examinar fenómenos aéreos no identificados –OVNI o UAP– dentro de la atmósfera de la Tierra.

El mes pasado, los funcionarios de inteligencia de Estados Unidos publicaron un informe que describe 144 incidentes desde 2004 en los que personal militar se encontró con ovnis. Uno de esos incidentes resultó involucrar un globo desinflado, pero el resto permanece sin explicación, concluyó el informe.

Fotograma de imágenes de la marina de Estados Unidos, de fenómenos aéreos no identificados.
Fotograma de imágenes de la marina de Estados Unidos, de fenómenos aéreos no identificados.

Pentagon

"Es una admisión inusual por parte del gobierno, diciendo que hay objetos en nuestro cielo que no entendemos completamente", dijo Loeb.

Según el sitio web del Proyecto Galileo, estos OVNI podrían ser artefactos de civilizaciones alienígenas extintas o equipos extraterrestres activos. Por lo tanto, el grupo espera obtener imágenes de futuros OVNI en resolución más alta, mediante la creación de una red de telescopios de 1 metro en todo el mundo. 

Dichos telescopios, que cuestan alrededor de 500.000 dólares (424.462 euros, aproximadamente) cada uno, pueden detectar detalles de solo 1 milímetro de tamaño en objetos del tamaño de una persona a casi un kilómetro de distancia.

"Eso podría ayudarnos a distinguir una etiqueta que diga 'cosa hecha en el país X' de una etiqueta que diga 'fabricada por el exoplaneta Y'", concretó Loeb. 

El físico Avi Loeb en Nueva York (Estados Unidos), en 2016.
El físico Avi Loeb en Nueva York (Estados Unidos), en 2016.

Lucas Jackson/Reuters

Agregó que el equipo de Galileo planea hacer públicos sus datos para alentar a otros científicos a participar también en la búsqueda. 

"Encontrar a otros en las calles cósmicas nos ayudará a madurar, nos ayudará a darnos cuenta de que no eran las galletas más afiladas en el frasco, y que puede existir vida inteligente que está mucho más allá de nosotros", concluyó Loeb. 

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