Desmontando algunos mitos relativos a la hidratación: ¿hay que beber 8 vasos de agua al día? ¿el café deshidrata?

La importancia del agua se ve en los porcentajes en los que está presente en el cuerpo humano, ya que alrededor de un 60% está formado por este elemento, por lo que es fundamental garantizar su ingesta diaria.

Sin embargo, a pesar de estar tan presente, los mitos y los malentendidos en torno al agua siguen estando a la orden del día, según explica The Guardian. ¿Es esencial seguir la regla de beber 8 vasos al día? ¿El café deshidrata?

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, lo recomendable es consumir alrededor de 1 litro diario por cada 35 kilos de peso.

No obstante, los expertos señalan que beber 8 vasos de agua no es la única forma de hidratarse, ya que se puede optar por incorporar a la dieta alimentos que la contengan.

Esta fórmula permite que las personas a las que les cuesta más beber dicha cantidad puedan acompañarlo por algunas frutas o verduras determinadas.

Los expertos apuntan que consumir agua a través de los alimentos ayuda a absorberla de forma mucho más lenta. 

Productos como los pepinos, la sandía, las fresas, el apio o la lechuga mantienen a las personas más hidratadas, además de aportar minerales, vitaminas y fibra.

Por otro lado, también existe el mito de que la cafeína provoca deshidratación.

Según The Guardian, sí tiene el poder de actuar como un diurético suave, pero, de acuerdo con un estudio de la Universidad de Birmingham, no hay evidencia que demuestre esta teoría. 

La investigación  comparó a 50 participantes que consumían habitualmente de 3 a 6 tazas de café al día con aquellos que solo bebían agua y no reveló ninguna diferencia respecto a la deshidratación entre ambos grupos.

9 alimentos que hidratan casi tanto como beber agua

Otra de las teorías respecto al consumo de agua es que existe la sobrehidratación, es decir, ingerir demasiada cantidad de este líquido. 

Este fenómeno, también llamado hiponatremia, es una afección en la que los niveles de sodio y electrolitos pueden volverse peligrosamente bajos debido a beber demasiada agua, según explica el mismo medio.

Este hecho puede manifestarse a través de dolores de cabeza, náuseas, debilidad muscular e incluso puede ser fatal en casos extremos. Por eso, encontrar el equilibrio adecuado es clave.