He pasado la noche en un hotel de hielo y esto ha sido lo más impresionante
- Hace poco pasé una noche en el Hôtel de Glace, contruido con nieve y hielo, y situado a las afueras de la ciudad de Quebec, Canadá.
- No pensé en el hecho de que no habría baño privado hasta que llegue allí. Lo que hay son dos baños portátiles al aire libre.
Antes de pasar la noche en el Hôtel de Glace, en las afueras de la ciudad de Quebec, Canadá, solo pensaba en el hecho de que resultaría muy frío e incómodo.
Me preocupaba tanto la idea de llevar la ropa adecuada según la estricta guía del hotel, para ir bien abrigada, que no se me pasó por la cabeza pensar en nada más: ¿cómo me ducharía? ¿Cada habitación tendría su propio baño de hielo? ¿Dónde cargaría el teléfono?
Pronto obtuve respuesta para todas estas preguntas.
Sin embargo, una noche en un hotel construido con 500 toneladas de hielo y 20.000 de nieve, alberga todo tipo de sorpresas. La primera de ella: ¡No he muerto de frío!
Aquí os cuento todas las peculiaridades y sorpresas que encontré mientras dormía en este "cubo de hielo" en Canadá.
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Me sorprendió el enorme tamaño del hotel.
El hotel se construye (y destruye) cada año, y se compone de 500 toneladas de hielo y 20.000 de nieve. El de este año cuenta con 42 habitaciones, las cuales ocupan en total casi 4.000 metros cuadrados.
Además de las habitaciones, hay un bar enorme con un barco gigante hecho de hielo, una sala de estar con casetas y una chimenea, un área común decorada con la temática "bajo el mar", con ballenas y focas hechas de nieve, un falso bosque lleno de árboles de nieve, un tobogán cubierto y una impresionante capilla de hielo en la que se celebran docenas de bodas cada año.
Sus tallas y diseños son mucho más complejos de lo que podría haber imaginado.
Unos 18 artistas son los responsables de la decoración del hotel, que me cautivó con sus detalles. En una habitación había manzanas congeladas unidas a un árbol tallado, y otra estaba decorada con un dios nórdico hecho de hielo con una barba de nieve esponjosa.
En el área común con decorada con temática marina había dos enormes ballenas y varias focas hechas de nieve, un candelabro con forma de medusa, dos buzos con casco y un enorme barco hecho de hielo.
El frío no resulta un problema.
De acuerdo, reconozco que llevaba varias capas: dormí con un gorro y calcetines de lana, guantes finos de cachemir, leggins de lana merina y un top de manga larga del mismo material, además de un forro polar y una chaqueta fina, pero el saco de dormir era sorprendentemente calentito.
Según el personal del hotel, se estima que entre el 3% y el 10% de las personas que salen de la habitación en medio de la noche lo hacen principalmente porque tienen demasiado calor.
Las habitaciones tienen cortinas en vez de puertas.
En realidad no llegué a pensar en cómo se construirían las puertas en el hotel de hielo, y me sorprendió descubrir que las habitaciones estaban separadas por una sola cortina corta aterciopelada.
Además, en las habitaciones no hay baño.
Tampoco se me ocurrió pensar en el tema del baño. Los huéspedes que pasan la noche en el hotel de hielo, también obtienen una habitación de hotel normal en el cercano Valcartier, para poder usar el baño y cubrir otras necesidades. El hotel de hielo en sí solo tiene dos baños portátiles (aunque con calefacción).
Junto a la habitación en este hotel, te reservan otra en uno normal.
Cuando me avisaron por primera vez de esto, me entró el pánico, pensando que esto significaba que la mayoría de la gente no podía aguantar una noche entera en el hotel de hielo y que este era un plan de escape necesario.
Resulta que es una necesidad por razones mucho más mundanas: guardar tus cosas, cambiarte y ducharte.
En la habitación del hotel de hielo no puedes tener nada.
Encontré un bolsillo para mi teléfono dentro del saco de dormir, pero no había ningún otro lugar para guardar cosas. Las botellas de agua y los dispositivos electrónicos se congelarían, e incluso poner las gafas puede suponer un problema.
Aparentemente, según el hotel, cualquier cosa que lleves, incluso las gafas, aportaría la cantidad necesaria de calor que haría derretirse el hielo o la nieve, para luego volver a congelarse y dejar el objeto atrapado (por lo visto, sucede a menudo).
En las estancias hay un silencio inusual.
Una de las primeras cosas que noté al entrar al hotel fue lo silencioso que estaba: la nieve amortigua casi todos los sonidos, y las paredes tienen hasta 2,5 metros de espesor en algunas zonas.
Se pierde la noción del tiempo.
Las luces en los pasillos del hotel permanecieron encendidas toda la noche durante la noche que pasé allí, y dado que las puertas son solo cortinas, la habitación estaba muy iluminada. Entre esta iluminación y el silencio, me sentí desorientada.
Las chimeneas funcionan, pero su papel es más bien decorativo.
Las chimeneas funcionan, y el fuego estuvo encendido durante aproximadamente una hora, pero su función es sobre todo decorativa. Según el personal del hotel "calientan el corazón, no las extremidades".
Hasta cierto hora, la habitación permanece abierta al público como parte de una exposición.
Hay un aviso a las 8:15 am. para los huéspedes que pasan la noche, porque el hotel abre al público a las 10 a.m.
"Puedes seguir durmiendo si no te importa formar parte de la exposición", bromeó un miembro del personal.
Los visitantes pueden recorrer los pasillos y visitar las suites de 10 am. a 8 pm. Durante este tiempo, las camas permanecen acordonadas. Más tarde, entre las 8 p.m. y a las 9 p.m., hora en que los huéspedes pueden tomar posesión de sus habitaciones, se barre el suelo, se hacen reparaciones y retoques, y se colocan los sacos de dormir.
Deshidratarse es muy común.
Bueno, para mí lo fue. No quise beber demasiado para evitar tener ganas de ir al baño en medio de la noche. Además, soy de las que siempre tienen un vaso de agua en la mesita de noche, pero no pude llevar ninguno ya que se habría congelado. Desperté muy, muy sedienta.
A pesar de la nieve y el hielo en todas partes, el hotel tiene electricidad, señales de salida y extintores.
Me resultó muy divertido ver estos objetos en medio de este "castillo mágico de nieve", que parecía un cuento de hadas, pero, por desgracia, la seguridad es lo primero.
Hay una capilla donde la gente puede casarse.
Cerca de 40 personas se casan o renuevan sus votos en esta capilla cada temporada.
El hotel está construido con nieve artificial. El hielo proviene de una empresa especializada en hielo para restaurantes.
Adquieren el hielo de una compañía que generalmente suministra cubos de hielo a restaurantes.
El hotel, construido de nuevo cada año, tarda en hacerse unas 5 semanas.
Me dijeron que se tardaban 5 semanas en construir el hotel y solo 5 horas en derribarlo. Solo puede construirse cuando la zona ha permanecido a una temperatura constante de 0 grados durante al menos una semana consecutiva.
Participan unas 50 personas en la construcción; 18 de ellos son escultores y artistas que se encargan de la decoración y los diseños más complejos.
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