Fui estilista de Anna Sorokin durante su arresto domiciliario: es mucho más divertida que su personaje en '¿Quién es Anna?', además de tener un increíble gusto por la moda y el arte
Cortesía de Dani Parkes.
- Ryan Healy, que es estilista de moda y fundador de The Gays Closet, vistió a Anna Sorokin para una entrevista que le realizaron desde su casa, donde se encuentra en arresto domiciliario.
- Healy cree que Sorokin sigue teniendo una gran influencia en la cultura pop y la moda.
Este artículo se basa en una conversación con Ryan Healy sobre cómo fue trabajar con Anna Sorokin. El texto ha sido editado por razones de extensión y claridad.
Anna Sorokin, o Anna Delvey, como era conocida en su época de estafadora, es diferente del personaje interpretado en ¿Quién es Anna?.
Era mucho más dulce y afable de lo que le pintaban en la serie. También era simpática y divertida; no esperaba que estuviera contando chistes.
Su apartamento es muy bonito, hay obras de arte por todas las paredes. Algunas son suyas, pero también tiene algunas de una importante galería de arte de Nueva York llamada The Locker Room. Se nota que el arte es algo importante para ella y que le gusta mucho.
Las pinturas personales de Anna tienen una perspectiva única. Ya no se ven obras como las suyas. Supongo que cuando estuvo en la cárcel, tuvo tiempo de crear algo intrigante. Las obras estaban hechas a lápiz, un utensilio muy interesante. Las que vi eran copias de algunas que había subastado.
Estaba entusiasmado por trabajar con Anna
Cortesía de Tiana Michele.
El creador de contenidos de TikTok, Kenneth Pabon, que tienen unos 542.000 seguidores, me contrató para hacer el estilismo de Anna Sorokin para la entrevista que iba a grabar con ella.
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Después de salir de la cárcel, Sorokin ha estado bajo arresto domiciliario y esta ha sido su primera entrevista en redes sociales desde entonces. Anna no puede aparecer en ninguna red social, así que esta entrevista era especial y me hizo mucha ilusión formar parte de ella y trabajar con Kenneth Pabon.
Los 2 últimos años en la universidad, hice un poco de estilismo virtual, me involucré con algunos clientes geniales y desde entonces he estado trabajando como estilista en mi propio negocio, The Gays Closet.
Hace poco hice una campaña para Adidas y la Major League Soccer. Todas las camisetas estaban hechas de plástico reciclado, lo que me vino como anillo al dedo, porque me gusta luchar por la sostenibilidad.
No creo que esa fuera la razón específica por la que me contrataron para vestir a Anna –he trabajado con Kenneth durante mucho tiempo en todo tipo de proyectos–, pero creo que él y Anna apreciaron mi compromiso con la sostenibilidad.
Durante los primeros días, me limité a buscarle algunas prendas. Sabía que Anna buscaba un aire chic neoyorquino clásico, y yo quería elevarlo a algo más artístico.
En aquel momento, solo había visto la mitad de ¿Quién es Anna?, fragmentos aquí y allá. Aunque tenía una idea de su trayectoria y de lo que hacía, no tenía ninguna reserva sobre trabajar con ella y me entusiasmaba colaborar con alguien tan destacado en la cultura pop norteamericana.
Además, me pareció un reto estupendo poder aportar mi creatividad a la forma en la que ella quería retratarse para su reaparición al mundo.
Empezamos el rodaje como cualquier otro
Kenneth y yo llegamos temprano. Cuando llegamos, había todo un equipo de maquilladores y peluqueros que se pusieron a trabajar con Anna y Kenneth. Después, llevé las prendas y las preparé para ver qué le gustaba más a Anna.
Puse toda la ropa en su armario y ella pudo "ir de compras", lo que supongo que fue relativamente divertido porque era lo más parecido a pasear por las tiendas para elegir prendas. Pasar de un uniforme de presidiaria a un atuendo glamuroso y de diseño es probablemente la forma más icónica de estar en arresto domiciliario.
Me quedé sorprendido por las prendas que eligió
Cortesía de Dani Parkes.
Le puse una pieza del último desfile de Jessica Jade. Era un vestido de lentejuelas hecho a mano con el diseño de las señales del metro de Nueva York. Anna ha dicho alguna vez en entrevistas que no coge el metro, pero hace poco tuvo que cogerlo para ir a una cita de la condicional.
¿Qué hay más cursi que llevar un vestido con la señalización del metro cuando has dicho que nunca lo cogerías? Lo combinó con unos tacones de Gucci.
El otro conjunto era un vestido vintage de Ferragamo de mi fondo de armario en The Gays Closet con un abrigo gigante de Proenza, que según ella le hacía sentir como Cruella de Vil.
El único problema que tuvimos fue el monitor que llevaba en el tobillo: queríamos que llevara un par de botas, pero tuvimos que descartar la idea porque no le cabían con el aparato.
Cortesía de Ryan Healy.
Algunas marcas no querían vestir a Anna porque decían que era un personaje demasiado controvertido
Muchas de las marcas que intenté conseguir para la sesión consideraron que trabajar con Anna era demasiado arriesgado para ellas y rechazaron mis peticiones. Sin embargo, yo creo que fue una oportunidad perdida. La cultura pop tiene la capacidad de convertir a cualquiera, en un icono en sí misma, y Anna tiene ese potencial y atractivo de la cultura pop.
Una imagen suya sería fácil de relacionar y tendría un aire orgánico que funcionaría en el mundo de la moda. La dirección que está tomando el arte ponible es la oportunidad perfecta para que siga siendo relevante en la moda y en la creciente carrera artística.
Fue interesante ver cómo quería ser vista por el público: tiene la capacidad de crear rápidamente una marca personal en el mundo del arte y la moda.
Nota: Mathias Döpfner, consejero delegado de la empresa matriz de Business Insider, Axel Springer, es miembro del consejo de administración de Netflix.
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