He viajado en un tren de Iryo, la alternativa al AVE: asientos cómodos y amplios, un desayuno con un jamón buenísimo y un trayecto de Madrid a Valencia en poco más de hora y media

Viaje en Iryo.
Viaje en Iryo.

BI España

  • La nueva compañía de trenes de alta velocidad de España, Iryo, inicia su actividad este 25 de noviembre y con motivo de este hecho ha organizado un viaje inaugural que ha recorrido el trayecto entre Madrid y Valencia. 
  • He asistido a ese primer viaje de Iryo y te cuento en primera persona cómo es viajar en un tren Frecciarossa 1000, "el tren más rápido y tecnológico de Europa". 

Iryo, la nueva operadora ferroviaria que llega a España este viernes 25 de noviembre, ha organizado un viaje inaugural este lunes que ha partido desde la estación de Madrid-Chamartín-Clara Campoamor y ha llegado hasta la estación de Valencia-Joaquín Sorolla

A la llegada del tren a la estación valenciana, la compañía de trenes de alta velocidad ha organizado un acto de inauguración al que ha acudido Business Insider Españay en el que han participado, además de los directivos de la empresa, autoridades públicas como la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, o el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig

Esta nueva organización, surgida de la colaboración entre Air Nostrum, Trenitalia y Globalvía, llega al mercado español para competir con agentes consolidados como Renfe y propuestas de bajo coste como la de la francesa Ouigo. Su apuesta se aleja del low costpara focalizarse, según ha explicado el propio presidente de Iryo, Carlos Bartomeu, en ofrecer "una nueva forma de entender la movilidad". 

Para ello, presentan 4 clases en lugar de las 2 clásicas —primera y turista— y unos precios que parten desde los 18 euros, pero que pueden oscilar entre los 30 y los 60 euros en el caso de trayectos como el de Madrid a Barcelona (un precio que en AVE ronda los 60), y entre los 35 y los 70 en el caso del viaje de Madrid a Sevilla (en AVE, unos 65). 

En el centro de su propuesta está el Frecciarossa 1000, un tren que ya habían dado a conocer y que desde la compañía catalogan como "el tren más rápido y tecnológico" de los que operan en Europa. Habiendo asistido al viaje inaugural de Iryo, te cuento cómo es viajar con la operadora ferroviaria de alta velocidad que se lanza este viernes con el trayecto entre Madrid, Zaragoza y Barcelona.

Lo primero que llama la atención al llegar a la estación de Madrid-Chamartín-Clara Campoamor es el número de azafatos y la predisposición de los asistentes de la compañía. Son amables, te ayudan en lo que necesites y te dan los buenos días con un pequeño gesto a modo de reverencia.

A la derecha una azafata de Iryo vestida con los colores corporativos —negro y rojo— me da la bienvenida.
A la derecha una azafata de Iryo vestida con los colores corporativos —negro y rojo— me da la bienvenida.

Al acceder al andén, una alfombra roja conduce mis pasos hasta el tren mientras los trabajadores de Iryo siguen dándome la bienvenida. A los lados han colocado unas plantas que sirven de decoración y que parece que tienen cierta relevancia en su concepto de marca

Alfombra roja que conduce al tren de Iryo.
Alfombra roja que conduce al tren de Iryo.

Me dispongo a subir al Frecciarossa 1000, el tren que el presidente de Iryo, Carlos Bartomeu, ha catalogado durante el acto de inauguración como "el tren más rápido y tecnológico de Europa".

Frecciarossa 1000, 'el tren más rápido y tecnológico de Europa'.
Frecciarossa 1000, 'el tren más rápido y tecnológico de Europa'.
 

Nada más subir llama la atención la calidad de los materiales, tanto de los asientos como de la bandeja que tienes para dejar tus cosas. Los asientos son amplios y bastante cómodos, con suficiente espacio de separación entre pasajeros y entre un asiento y el siguiente. La bandeja es lo bastante amplia como para que quepa un portátil.

Imagen de un vagón de Iryo.
Imagen de un vagón de Iryo.

Los asientos cuentan con reposabrazos y reposapiés reclinables, un enchufe y un puerto de carga USB para cada pasajero, así como un código QR a tu disposición para consultar los servicios a bordo.

Puertos de carga de los asientos del tren.
Puertos de carga de los asientos del tren.

El tren sale puntual, a las 10 de la mañana (tal y como estaba previsto). Durante los primeros minutos de trayecto una asistente me ofrece una toallita caliente para limpiarme las manos. Acto seguido me dispongo a consultar el catálogo de Iryo, en el que se puede ver la oferta gastronómica de la marca. 

Un grupo de asistentes de la operadora ferroviaria subiendo al tren.
Un grupo de asistentes de la operadora ferroviaria subiendo al tren.

Llama la atención la página de 'Tecnología y entretenimiento', en la que se puede ver que existen 2 puzzles para resolver durante el trayecto, así como unos auriculares convencionales que cuentan con un precio de 3 euros, unos true wireless de 45 euros y un cable de carga rápida de 12 euros. 

Página del catálogo de Iryo.
Página del catálogo de Iryo.

En las pantallas informativas aparecen distintos mensajes corporativos que se intercalan con anuncios de algunas compañías, como la plataforma de vídeo bajo demanda Atresplayer

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Transcurrido un rato me ofrecen 2 menús para desayunar: el "Menú del mar", en el que se pueden comer tostadas con salmón, guacamole y tomate cherry; y el "Menú de la tierra", con tortilla, jamón, queso y salmorejo. 

Opto por el 'Menú de la tierra'.
Opto por el 'Menú de la tierra'.

En mi caso, elijo el segundo menú, en el que las tostadas podrían ser de mayor calidad, pero el jamón, el salmorejo y la tortilla están realmente buenos. 

Los precios de los menús de desayuno que se ofrecerán a bordo oscilan entre los 4,50 de un "menú dulce" —snack a elegir entre croissant, muffin, donut, tortitas u Oreo, y bebida caliente, zumo o agua— y los 9 euros de un "menú tosta jamón" (tosta de masa madre con tomate rallado, aceite de oliva virgen extra y jamón ibérico, y bebida caliente, zumo o agua).

El tren sigue su curso con normalidad —destacar la especial comodidad, en la que apenas hay traqueteo ni ruido alguno— y poco a poco se acerca a la estación de Valencia-Joaquín Sorolla. Decido acercarme a la cafetería y al cuarto de baño para no quedarme con la intriga de cómo serán estos espacios. 

En el caso de la cafetería apenas puedo asomarme porque está repleta de gente, pero 3 camareros atienden amablemente a los pasajeros, ofreciéndoles aperitivos y bebidas varias. 

Cafetería del tren.
Cafetería del tren.

En el caso del cuarto de baño llama la atención la modernidad de las instalaciones, con un cambiador escondido tras una de las paredes y un lavabo que integra sus funcionalidades en una serie de botones con los que puedes: echarte jabón, dispensar agua —bastante caliente— y secarte las manos con un secador. 

Lavabo del tren.
Lavabo del tren.

Llego a Valencia en poco más de una hora y 40 minutos (en AVE este trayecto varía entre las 2 horas y cuarto y las 3 horas), a las 11:40, tal y como desde la compañía de alta velocidad tenían previsto. 

Llegada del tren de Iryo a Valencia.
Llegada del tren de Iryo a Valencia.

Concluye así un viaje que no se podrá repetir hasta el próximo 16 de diciembre, cuando Iryo pondrá en marcha el trayecto entre Madrid y Valencia. Hasta entonces, y a partir de este viernes 25, los pasajeros podrán subirse a otro de sus trenes que en este caso conectará Madrid, con Zaragoza y Barcelona.

Vista de un tren de Iryo con un tren de Ouigo a un lado y uno de Renfe al otro.
Vista de un tren de Iryo con un tren de Ouigo a un lado y uno de Renfe al otro.

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