He viajado en el vuelo más largo del mundo, que dura casi 18 horas y cubre 16.000 kilómetros: así ha sido mi experiencia
- Singapore Airlines tiene la ruta aérea más larga del mundo, que conecta el aeropuerto internacional de Newark con su base en el aeropuerto de Changi.
- Singapore operará esta ruta con su nueva flota de reactores Airbus A350-900ULR .
- Los aviones están equipados solo con cabinas de clase business y turista-premium.
- Business Insider ha tenido la oportunidad de viajar en el vuelo inaugural SQ21 entre Newark y Singapur.
Singapore Airlines ha relanzado este martes su servicio sin escalas que conecta el aeropuerto internacional Newark Liberty, en las afueras de Nueva York con su base en el aeropuerto de Changi en Singapur. Con una ruta de 16.000 kilómetros y una duración de hasta 19 horas, se trata del vuelo más largo del mundo.
El vuelo SQ22 de Singapore Airlines, con un nuevo Airbus A350-900ULR, despegó del aeropuerto de Changi el jueves por la noche, hora local. Casi 18 horas después, a las 5:30 de la madrugada del viernes, en el huso horario del este de EE.UU., el vuelo llegó a Newark. Un poco más tarde esa misma mañana, el vuelo SQ21 haría el primer vuelo de regreso sin escalas a Singapur en media década.
El vuelo SQ22 supuso el primer vuelo sin escalas entre la Ciudad del León y la Gran Manzana desde 2013, cuando Singapore Airlines canceló el servicio. En aquel momento, Singapore cubría el trayecto con Airbus A340-500.
Aunque contaba con un alcance y una capacidad excepcional, el A340-500 era una reliquia de los 90 y el consumo de sus cuatro motores resultó ser demasiado caro para mantenerlo. Incluso un cambio a cabinas exclusivamente de clase business no consiguió generar suficientes ingresos como para salvar la ruta. Por eso, en 2013, la aerolínea canceló el servicio y devolvió a Airbus la flota de A340-500.
Cinco años después, las cosas son muy diferentes. Singapore es el orgulloso dueño de una flota de reactores Airbus A350-900ULR -ULR son las siglas de ultra-largo alcance- que representan lo último en aviación comercial.
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Los enormes motores de turborreacción de doble flujo Rolls-Royce Trent XWB de polímero de fibra de carbono del A350 se combinan con el elegante diseño de sus alas para conseguir una reducción del 25% en su consumo de combustible respecto al avión que está sustituyendo, según la compañía. En las especificaciones del URL, Airbus ha conseguido incluir casi 24.000 litros de combustible en el depósito del A350, aumentando su alcance por encima de los 16.000 kilómetros.
En Business Insider hemos comprado un billete en clase business para el vuelo de Newark a Singapur y esto es lo que ha sucedido.
El vuelo SQ21 de Singapore Airlines se gestiona desde la Terminal B del aeropuerto internacional de Newark. Dado que era el vuelo inaugural y se habían preparado festejos, llegamos más de 4 horas antes de la hora de salida, a las 10:45 de la mañana
Después de la reunión informativa, la sesión fotográfica y la conferencia de prensa, llegó el momento de subir al avión.
Mientras esperábamos a bordo, vimos nuestra nave, el nuevo Airbus A350-900ULR.
Singapore Airlines encargó siete A350-900ULR, los únicos en el mundo en este momento. La aerolínea recibió el primero en septiembre, y dispondrá de toda la flota a finales de año. Los vuelos inaugurales se llevaron a cabo con el segundo avión recibido.
Embarcamos sobre las 10 de la mañana.
En la puerta de embarque, fuimos recibidos por la tripulación de cabina de Singapore Airlines.
A bordo, me abrí paso a través de la cabina de clase business hasta mi asiento. Nuestro avión tenía solo 161 asientos, con 67 en business...
... y 94 asientos en clase turista premium. Son aproximadamente 90 asientos menos que en los A350-900 estándar de Singapore Airlines. Mi vuelo de regreso de Singapur será en turista premium (que comentaremos más adelante).
¡Aquí está, mi hogar durante las próximas 18 o 19 horas! El asiento de clase business de Singapore Airlines es bastante impresionante: tiene 71 centímetros de ancho y puede reclinarse hasta 132 grados.
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El asiento está tapizado en cuero suave con relleno de apoyo.
El asiento también se puede plegar hacia adelante y convertirse en una cama de 2 metros de largo. El asiento es de cuero, pero la cama acolchada es de tela, para que el cuerpo pueda regular mejor la temperatura mientras duerme.
Junto a ti hay un rincón de almacenamiento con una antifaz, calcetines y zapatillas de cortesía.
A tu lado tienes una gran mesa retráctil.
En frente de ti está la pantalla de entretenimiento de 18 pulgadas (de las que hablaremos más adelante)
... otro compartimento de almacenamiento...
...un espejo...
... y un reposapiés para estirar las piernas.
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Incluso sin el reposapiés, había espacio suficiente para las piernas.
¡Estoy instalado y listo para salir!
Para mi bebida antes del vuelo, me puse en plan sano con un vaso de zumo de piña.
Según nos acercábamos a la pista de despegue, pasamos al lado de un Boeing 777-300ER de Emirates.
A continuación, los camiones de bomberos conmemoraron la ocasión con sus cañones de agua.
Fue un impacto directo del cañón de agua. Poco después, nos dirigimos a la pista de despegue y los pilotos encendieron los motores de turborreación Trent de Rolls-Royce.
¡Y nos vamos! Siempre me sorprende lo silenciosos que son estos nuevos motores de turborreacción, incluso al despegar.
Poco después del despegue, el equipo sirvió un aperitivo de frutos secos.
Me pedí un vodka con tónica para acompañarlo. En este vuelo, Singapore sirvió Absolut.
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La mayoría de aerolíneas proporcionan neceseres de cortesía, Singapore permite a sus pasajeros crear los suyos a partir de una selección de productos. Elegí desinfectante de manos, bálsamo labial, tapones para los oídos, quitarrugas y ambientador.
Hablemos de la pantalla de 18 pulgadas: funciona con el sistema de entretenimiento en vuelo KrisWorld de Singapore.
Utilizas este controlador retráctil, que tiene botones tradicionales y una pantalla táctil central.
El sistema es muy intuitivo y sensible, muy fácil de usar.
KrisWorld ofrece más de 1.000 horas de películas, programas de televisión, música, podcasts y juegos. Para esta ruta, la aerolínea añadió otras 200 horas de contenido.
Me decidí por "Grand Prix", protagonizada por James Garner e Yves Montand. Es la mejor película de John Frankenheimer. Singapore Airlines también proporciona a sus pasajeros de clase business un par de auriculares con cancelación de ruido.
Dos horas después del despegue, comenzó el primer servicio de comida. El menú de varios platos comenzaba con gambas salteadas con ensalada de quinoa, tomate semiseco y tirabuzones de guisante dulce. Un aperitivo sabroso, crujiente y refrescante.
Elegí cerdo frito en vinagre dulce con verduras salteades y arroz frito con huevo de plato principal. Me gustó mucho, pese a que el arroz estaba un poco blando. Los otros viajeros me aseguraron que los otros platos también estaban deliciosos.
Después del plato principal, tomé de postre helado de cereza con virutas de chocolate, seguido de un plato de queso y frutas.
Después de comer, descansé un par de horas y terminé el "Gran Prix". Intenté trabajar un poco, pero el WiFi del avión no cooperó, principalmente por la gran cantidad de periodistas y vloggers acaparando la conexión.
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Poco después, era hora de trabajar. Tuvimos la oportunidad de hablar con el capitán sobre los desafíos de operar el vuelo más largo del mundo, así como con el director de alimentos y bebidas de Singapore Airlines, el chef Antony McNeil.
Charlamos sobre las complejidades de ofrecer una buena comida a 12.000 metros de altura. El chef también mostró el procedimiento adecuado para emplatar la comida.
La aerolínea no tiene una ruta única entre Newark y Singapur, sino 3. Una vuela sobre el Pacífico, otra sobre el Atlántico y la tercera, la de nuestro vuelo, va al norte sobre Canadá y el Polo Norte antes de virar al sur sobre Rusia y China.
Esta esa una foto mientras sobrevolábamos el Polo Norte. No se ve a Santa Claus por ninguna parte.
Ya que estaba previsto que aterrizásemos a las 17:30 y Singapur está 12 horas por delante de Nueva York, comencé a ajustar mi reloj biológico no durmiendo la noche anterior. A las 6 horas de vuelo, estaba listo para dormir.
Me metí en la cama y me dormí viendo "Deadpool 2". Aparentemente, la violencia gratuita y la vis cómica de Ryan Reynolds no son rival para el agotamiento.
Me desperté en algún momento en torno a la novena hora de vuelo. Me sigo sintiendo bien.
El sol volvía a salir.
Poco después de despertarme, llegó la hora del segundo servicio de comida. Esta ronda se abrió con una selección de canapés. El abadejo ahumado, la ensalada de pepino con pollo cajún y la calabaza asada con champiñones al tomillo estaban deliciosos.
El aperitivo era una trucha asalmonada marinada en hinojo y naranja, que estaba un poco insípida.
Para el plato principal, pedí macarrones con queso y langosta. Fallo épico. La langosta, aunque sabrosa, estaba dura y chiclosa. Los macarrones sabían a pasta hervida. Debería haber elegido las costillas, el cordero soasado o el curry rojo tailandés.
Pero el postre, con queso y un carrito de frutas compensó de sobra el plato principal.
Cogí unas uvas, una trufa de chocolate y una selección de pastelitos. El de matcha fue mi favorito.
Después de la segunda comida, volví a mi maratón de películas Marvel, pero volví a dormirme. Una vez cada una o dos horas, me levantaba y caminaba alrededor de la cabina para activar la circulación.
A la hora 15 de vuelo, pedí uno de los tentempiés disponibles desde la tercera a la décimosexta hora de vuelo, que van desde noodles a bocadillos cubanos o yogur griego. Fue lo más rico que comí durante el vuelo.
A medida que nos acercábamos a Singapur, sobrevolamos los buques de carga que esperaban para entrar en sus puertos.
¡Aterrizamos en el aeropuerto de Changi! Llegamos unos 45 minutos antes de lo previsto. El tiempo total de vuelo fue de poco menos de 18 horas.
Según desembarcábamos, dimos un último vistazo al A350-900ULR.
Y la aduana y la recogida de equipajes se realizó sin problemas en el aeropuerto de Changi.
Con todo, el vuelo más largo del mundo fue un placer. El servicio de Singapore Airlines fue impecable, el entretenimiento en vuelo fue bueno, la comida fue increíble y el asiento fue simplemente encantador.
Sin embargo, reconozco que la impresión del vuelo mejoró por estar en clase business. En unos días, volaré de regreso a Newark en el vuelo SQ22 en clase turista premium. Continuará...
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