Por qué el vino español se ha disparado un 60% en un año: las heladas tienen la culpa

Analía Plaza
Tu bolsillo no lo notará tanto como los productores
Tu bolsillo no lo notará tanto como los productores
  • El precio del vino tinto español subió un 57,2% entre marzo de 2017 y marzo de 2018. El del vino blanco, un 58,3% en las mismas fechas.
  • La subida está ligada a lo corta que fue la cosecha: hay menos vino para vender y eso hace que aumente su precio.
  • Las heladas, granizadas y la sequía fueron las principales causantes.
  • Tu bolsillo no lo nota: los principales afectados son las bodegas y distribuidores, que asumen el coste del destrozo causado por el temporal.

El precio del vino español se ha disparado en el último año. 

Según datos del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medioambiente, el vino tinto subió un 57,2% entre la primera semana de marzo de 2017 y la misma fecha en marzo de 2018, última cifra disponible en el momento de elaborar este artículo. La subida del vino blanco fue de un 58,3% en esas fechas. 

La tendencia al alza viene dándose, como puede observarse en el gráfico, desde mediados de 2017.

En marzo de 2017, un litro de vino tinto a granel y sin denominación de origen (esos son los datos que ofrece el Ministerio) costaba 0,41 €, mientras que un litro de vino blanco costaba 0,33 €. Un año después, los precios aumentaron a 0,65 € el litro de tinto y 0,53 € el litro de blanco.

El Ministerio no da datos de vinos con denominación de origen - más caros - pero los expertos coinciden en que la subida es del mismo calibre.

¿Qué está pasando?

"Este año lo que ocurre es que hemos tenido una cosecha muy corta. También pasa en aceite. Las cosechas varían según las condiciones climatológicas y la del vino ha sido corta en España", explica Rafael del Rey, director del Observatorio Español del Mercado del Vino.

"En los otros dos grandes productores de vino, Francia e Italia, también ha sucedido. Todos andamos cortitos de vino. Esto genera tensiones: los productores se preocupan de si no van a tener suficiente vino para sus clientes y entonces, ley de oferta y demanda. A menor cantidad, la tendencia es que suban los precios".

Las vendimias en España tienen lugar cada mes de septiembre, cuando se recogen las uvas cosechadas durante los meses anteriores. En 2017, las heladas y granizadas azotaron buena parte del norte de España entre abril y mayo, con noches de hasta -5º y varias granizadas.

Aunque los datos de subida de precio no están desagregados por regiones, sino que reflejan la subida general del vino en todo el país, sí que sabemos que las regiones vinícolas de Castilla y León (especialmente, la del Bierzo), Galicia y Rioja fueron de las más afectadas por las heladas.

Las heladas matan los tejidos la vid al congelarla: aunque es una planta fuerte y puede volver a florecer, salen menos racimos que se quedan con menos tiempo para madurar. Por eso la cosecha se acorta.

A las "catastróficas" heladas les siguieron las sequías. Si tras la helada llueve, las plantas pueden recuperarse. Pero 2017 también estuvo marcado por la escasez de agua, especialmente en la cuenca del Duero, que terminó de destrozar las cosechas.

Los expertos comparan la situación de esta cosechas anteriores marcadas por las heladas, como la de 1995.

¿Lo notará tu bolsillo?

En teoría, no: los principales afectados son los distribuidores, que suelen asumir el aumento de precio que trasladan los productores.

"Las bodegas y distribuidores hacen todos los esfuerzos posibles para que el impacto en el consumidor sea pequeño", continúa Del Rey. "Cuando te ha subido mucho el coste, no lo trasladas entero. Asumes una parte. Incluso otras veces cuando baja tampoco lo trasladas completamente, sino que procuras que varíe".

Según Del Rey, "lo normal" es que los precios vuelvan a su sitio el año que viene. "Hace años hubo una cosecha muy corta a la que le siguió una muy grande", concluye. "Esas oscilaciones son normales".
 

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