Hilo dental o irrigador bucal: qué es mejor para lavarse los dientes

Si has acudido al dentista alguna vez seguramente has visto ese aparato que dispara un fino chorro de agua a presión. No falta en ninguna consulta dental. Su cometido es eliminar los posibles restos de comida, además de la placa bacteriana que queda anclada en los espacios interdentales y otros huecos poco accesibles.

Ese dispositivo se llama irrigador bucal y, pese al coste elevado que tiene, se ha vuelto muy popular. Hasta las grandes superficies venden actualmente esta nueva tendencia en higiene personal. Pero, ¿funciona mejor que el hilo dental tradicional?

4 gadgets para tener una buena salud dental sin tener que ir al dentista

Los irrigadores bucales han obtenido el Sello de Aceptación que concede la Asociación Dental Americana (ADA), pero es discutible si limpian mejor la boca que el hilo dental, según menciona un artículo.

Un equipo de investigadores ha compartido un estudio en el que han comparado la eficacia que tienen ambos métodos a la hora de retirar la placa bacteriana. El primer grupo, que utilizó el irrigador bucal, consiguió una reducción media del 74,4% de la placa de toda la boca. Sin embargo, el segundo grupo, que hizo uso del hilo dental, solo consiguió eliminar el 57,7%.

Aunque, según el estudio, los irrigadores bucales son más efectivos que los hilos dentales, hay que tener en cuenta que no son perfectos.

¿Es mejor usar el cepillo de dientes eléctrico o manual? Un experto opina al respecto

Cómo funciona un irrigador bucal

Estos aparatos utilizan un chorro de agua que sale a una presión determinada para quitar la placa bacteriana y los restos de comida que puedan quedar tras cepillar los dientes. Para que ese hilo de agua salga se necesita un sistema con motor que permita su salida presurizada.

La presión se encarga de eliminar la suciedad mientras que el agua tiene la misión de lavar y enjuagar la boca. El efecto es similar al que se consigue utilizando hilo dental, pero en este caso sin tener que rozar las encías, ni a riesgo de que sangren.

¿Es recomendable entonces el uso de los irrigadores bucales? Si es cierto que eliminan una mayor cantidad de restos en la boca, hay que ser conscientes de su coste más elevado, sus dimensiones más aparatosas y su uso algo más molesto. Aunque eso depende de cada uno.