Disney y otros gigantes de Hollywood han gastado miles de millones para dar caza a Netflix, pero su estrategia parece tener un gran fallo

Fotograma de la serie de éxito de Netflix 'Miércoles'.
Fotograma de la serie de éxito de Netflix 'Miércoles'.
  • Las empresas del sector audiovisual intentan alcanzar la rentabilidad del streaming, pero sus negocios de base están en peor forma de lo que se pensaba. 
  • El negocio de la televisión tradicional está disminuyendo más rápido que nunca, ya que soportan grandes cargas de deuda. 
  • Su plan de acción es recortar gasto en contenidos, algo que echa por tierra todo el modelo de negocio. 
Análisis Faldón

Durante años, la industria audiovisual y del entretenimiento ha apostado por una estrategia de streaming sólida para superar el declive del negocio de la televisión tradicional. Pero, ¿Y si esa tesis resultara equivocada?

Después de aplaudir a las grandes empresas de Hollywood por su gasto masivo en contenidos de streaming, Wall Street parece ahora poco impresionada. Netflix perdió abonados en 2022 por primera vez antes de repuntar en la segunda mitad del año. Las acciones de gigantes como Warner Bros. Discovery, Disney y Paramount Global también se desplomaron el año pasado. Y algunas suposiciones sobre el futuro del negocio del streaming empiezan a cuestionarse.

En primer lugar, el declive de la televisión tradicional es cada vez más evidente. La gente cada vez ve menos la televisión, pero ahora esta tendencia se está acelerando. En EEUU, solo el 49% de los usuarios registrados tenían televisión tradicional, según una encuesta de Harris de octubre para Samba TV, que también descubrió que uno de cada 4 de los que no han dejado este modelo de televisión planeaba hacerlo en los próximos 6 meses.

En España, según el último análisis de la industria Televisiva-Audiovisual 2022 realizado por la consultora Barlovento Comunicación, 2022 ha sido año de menor consumo histórico de televisión tradicional, con un descenso del 11% (24 minutos menos al día) respecto a lo registrado en 2021.

Netflix

Recientemente, S&P rebajó la calificación de AMC Networks, una empresa con problemas desde hace tiempo, aumentando el espectro de riesgo de impago, al tiempo que lanzaba una advertencia a otras empresas del sector audiovisual. Dada la incertidumbre sobre la rentabilidad del streaming y el empeoramiento del panorama de la televisión lineal, podrían ser las siguientes en caer.

"Hace 4 o 5 años, pensábamos que todas estas empresas de streaming podrían ser rentables", declara Naveen Sarma, de S&P, a Business Insider. "Ahora parece mucho más difícil. En resumidas cuentas, el negocio de los medios ya no es tan bueno como antes".

¿Qué valor tiene el contenido después de todo?

Puede que el contenido siga siendo el rey. Pero otra señal de alarma para estas empresas es que, en el streaming, el contenido quizás no sea tan valioso como se pensaba

Basta con mirar a Netflix. Parte del argumento de Netflix era que podía tomar éxitos locales y convertirlos en éxitos mundiales, transmitiéndolos a sus abonados de todo el mundo, pero esos éxitos mundiales son escasos, por lo que Netflix no obtiene tanto de su contenido internacional como esperaba, señala Ben Thompson, de Stratechery.

"Lo que es realmente interesante es que no hay muchos éxitos globales, es decir, que todo el mundo vea lo mismo", apuntaba Ted Sarandos, codirector ejecutivo de Netflix, en la conferencia de resultados del cuarto trimestre de la empresa. "El juego del calamar fue muy rara en ese sentido. Y Miércoles también parece una de esas rarezas. Hay países como Japón, por ejemplo, o incluso México, que tienen una preferencia real por el contenido local, incluso cuando tenemos nuestros grandes éxitos locales".

Netflix también obtiene menos valor de sus contenidos más antiguos, mientras que los nuevos programas imprescindibles son la clave para conseguir y mantener abonados, una razón por la que Thompson y otros analistas han dicho que su cifra de beneficios es engañosa.

Una rápida lección de contabilidad: Wall Street mide tradicionalmente el rendimiento de las empresas audiovisuales y de entretenimiento por su ebitda (beneficios antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización), que es una aproximación al flujo de caja.

El ebitda tiene en cuenta las amortizaciones, una táctica contable que permite a las empresas distribuir el coste de los contenidos a lo largo del tiempo en que esperan que generen ingresos. Si esperan que un programa siga generando valor durante cinco años, pueden repartir el coste a lo largo de ese periodo. Pero el ebitda puede dar una imagen engañosa de los resultados financieros de una empresa al ocultar una deuda elevada y un flujo de caja débil, porque no se ve inmediatamente el impacto del gasto salvaje en la situación financiera de la empresa. 

¿Y si el programa pierde valor mucho más rápido de lo que la empresa pensaba? En ese caso, los inversores podrían llevarse una desagradable sorpresa, y es un escenario en el que algunos analistas temen que se encuentren muchas empresas audiovisuales porque las plataformas de streaming requieren una reposición constante con contenidos frescos.

Fotograma de 'The Crown'

Otra forma de evaluar el rendimiento de una empresa es examinar el flujo de caja libre, que mide su capacidad para generar efectivo después de atender sus necesidades operativas y de inversión. Con el flujo de caja libre hay menos margen de maniobra. También tiene sus desventajas, porque puede sobreponderar el impacto financiero que las nuevas inversiones en contenidos suponen para una empresa audiovisual.

Pero si se analiza el flujo de caja libre, se hace evidente rápidamente que el panorama financiero de algunas empresas de entretenimiento se ha debilitado en los últimos años porque el gasto en contenidos golpea su flujo de caja con más intensidad de lo que lo hace el ebitda (véase: Warner Bros. Discovery, Disney, Paramount).

"Todas estas empresas están muy apalancadas en su flujo de caja con respecto a la deuda. La única forma de gestionar el flujo de caja es gastando menos en contenidos. Y cuando gastas menos en contenido, todo se rompe", afirma Michael Nathanson, analista senior de MoffettNathanson, en una entrevista a Stratechery

Nadie sabe hasta qué punto será rentable el streaming

Todas estas empresas están revisando ahora su gasto en contenidos, ya sea reduciendo los presupuestos o al menos ralentizando su crecimientoNetflix puede ahora impulsar otras palancas de ingresos, como la publicidad, algo que ya está haciendo, y la concesión de licencias de contenidos a otras plataformas, algo de lo que no ha hablado, pero podrían considerar. 

Pero para las empresas audiovisuales tradicionales, cuyas fuentes de ingresos habituales se están contrayendo y están intentando hacer la transición al streaming, nadie sabe realmente cuándo ni cuánto será rentable el streaming.

"Todavía hay un gran debate sobre cuáles son los márgenes correctos a largo plazo en este negocio", cuenta Jason Bazinet, de Citi, a Business Insider. "El antiguo negocio tenía unos márgenes del 35% y Netflix tiene unos márgenes aproximados del 20%. Creo que la preponderancia de los inversores dice que va a ser peor que el negocio lineal. La pregunta es cuánto peor".

El peligro más acuciante es que una desaceleración continuada del gasto en contenidos dará a la gente menos motivos para suscribirse. Los consumidores empiezan a cuestionarse cuántos servicios necesitan, y el crecimiento de abonados no se materializa. El punto de equilibrio de la rentabilidad del streaming se retrasa aún más.

Escalar puede ser la única salida. AMC Networks se encuentra en una situación especialmente difícil. Evitó ser adquirida durante mucho tiempo construyendo una red de emisoras boutique como Shudder y Sundance Now. Pero ahora se encuentra en una situación difícil como pequeña empresa audiovisual sin otros negocios, como los parques temáticos, para apuntalar la caída de los ingresos lineales. 

AMC Networks acaba de recortar un 20% de su plantilla en una reestructuración. La venta de la empresa parece cada vez más probable, aunque el descenso de la cotización de sus acciones pesaría en el precio. 

Los problemas de AMC Networks no son únicos. Parece inevitable que más empresas de este tipo se vean obligadas a vender, quizá a Comcast o Apple. Ese día podría llegar antes de lo que se piensa.

Nota: Mathias Döpfner, consejero delegado de Axel Springer, empresa matriz de Business Insider, es miembro del consejo de administración de Netflix.

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