La IA también sustituirá trabajos bien remunerados y con título universitario, según un profesor del MIT

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  • David Autor, un profesor del MIT, alerta en The Atlantic sobre el peligro que implica la inteligencia artificial generativa para los puestos de trabajo mejor remunerados y que requieren cualificación universitaria.
  • Según este experto, trabajos de cuello blanco que hasta hace poco no eran automatizables ahora son susceptibles de mecanización. 

Como un fantasma aterrador e invisible, el avance imparable de la inteligencia artificial se cierne como una amenaza sobre muchos trabajos, incluso algunos considerados sagrados e intocables por su carácter de especialización o su demanda de formación universitaria.

En el último lustro, han sido múltiples los informes y expertos que han alertado de una sustitución del empleo por parte de la IA y de los robots. Por ejemplo, en 2018 el Foro Económico Mundial anunciaba que la automatización eliminaría 75 millones de empleos para 2025 —aunque también vaticinaba 133 millones de nuevas posiciones—. 

En 2017, un estudio de McKinsey Global Institute (MGI), en que participaron especialistas del departamento de Economía de Oxford y el Banco Mundial, apuntaba a la desaparición de entre 400 y 800 millones empleos en 2030 debido a la automatización. Otro dato apunta a que el 47% de los puestos de trabajo de EE. UU. podrían estar en peligro.

Ahora, un profesor del MIT ha explicado en una entrevista para The Atlantic que la nueva IA generativa —como la que está detrás de ChatGTP, el fascinante y avanzado robot conversacional de OpenAI, capaz de crear contenido original, desde poesía y código a trabajos académicos o artículos periodísticos—, amenaza también a los trabajadores de cuello blanco.

 

Si hasta hace poco el sector más preocupado por la robotización de su empleo era el sector manufacturero, ahora la IA también pone en jaque a empleos más cualificados y de especialización más elevada. 

"Antes, el progreso era lineal y predecible", explica David Autor, experto en empleo y cambio tecnológico. "Seguía el procedimiento; no aprendía ni improvisaba". Ahora, los nuevos "trucos" y la inteligencia artificial de vanguardia están haciendo los trabajos que otrora no eran automatizables sean susceptibles de mecanización. 

Un ejemplo claro es el del medio de comunicación CNET, que lleva meses publicando artículos enteros generados por IA, tal y como recoge Futurism. Pero el periodismo no es el único ámbito: el profesor del MIT cree que otros empleos de cuello blanco, como la informática o la sanidad, también están amenazados. 

"La IA puede hacer el trabajo que actualmente realizan asistentes jurídicos, redactores publicitarios, productores de contenidos digitales, asistentes ejecutivos, programadores informáticos de nivel básico y, sí, algunos periodistas", destaca Autor.

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No todo es negativo, según este experto, sino que en muchos casos estos algoritmos o robots conversacionales serán un complemento al conocimiento y al desempeño humano. "En muchos sentidos, la IA ayudará a las personas a utilizar mejor su experiencia", explica a The Atlantic. "Significa que nos especializaremos más".

"Aunque ChatGPT pueda escupir un buen párrafo sobre la IA, no puede entrevistar a expertos en IA y trabajo, ni encontrar documentos históricos, ni evaluar la calidad de los estudios sobre el cambio tecnológico y el empleo. Crea contenidos a partir de lo que ya existe, sin autoridad, sin comprensión, sin capacidad para corregirse a sí misma", destaca.

Su conclusión es que la IA podría, por ejemplo, hacer que el periodismo original sea más valioso y que los periodistas de investigación sean más productivos. Se encargaría de artículos e informes más simples para que los humanos puedan crear más historias en profundidad y "utilizar mejor sus conocimientos".

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La IA también podría hacer que una amplia variedad de industrias fueran más eficientes: reduciendo el desperdicio alimentario, haciendo los restaurantes más eficientes, los videojuegos más envolventes o el ocio más inmersivo. 

Hasta la fecha, España es el 13º país más robotizado del mundo: cuenta con 191 robots por cada 10.000 trabajadores. La cifra está todavía muy lejos de Singapur (918 x 10.000) y Corea del Sur (868 x 10.000).

Para los trabajadores, el profesor del MIT señala que el gran riesgo es que las tecnologías de IA provoquen un cambio demasiado repentino en el tipo de trabajo que quieren los empleadores. Podrían desaparecer de forma abrupta teleoperadores o trabajadores de marketing.

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