La IA irá a por quienes la crearon, los programadores, pero todavía tienen algo de tiempo
- Las herramientas de programación basadas en inteligencia artificial inquietan a los ingenieros informáticos.
- No se sabe el impacto que va a tener la IA en los programadores, pero podría cambiar la forma en la que adquieren competencias.
- Los veteranos del software dicen que los desarrolladores junior tendrán que centrarse más en áreas como la calidad o la seguridad.
Cuando este año apareció una herramienta de inteligencia artificial anunciada como el "primer ingeniero de software de IA", la bandeja de entrada de Jesal Gadhia saltó por los aires.
"Hubo mucho pánico. Muchos amigos míos me enviaron mensajes y me dijeron: 'Oye, ¿voy a perder mi trabajo?'", relata a Business Insider. Gadhia es jefe de ingeniería en Thoughtful AI, una empresa que desarrolla herramientas de inteligencia artificial para proveedores de atención sanitaria.
El escalofrío que experimentaron Gadhia y su equipo no fue el primero que recorrió la industria del software. Y la promesa de la IA de acabar con la monotonía de muchos trabajos —incluido el de programación— al hacerse cargo de las tareas rutinarias significa que habrá muchos más episodios de ansiedad para las personas que desarrollan el software que dirige el mundo.
Esto se debe a que está claro que, a largo plazo, la inteligencia artificial irá a por los programadores. Sin embargo, todavía no se sabe cómo será ese proceso.
Por ahora, la postura más respaldada es que no parece probable que los bots inteligentes se hagan cargo de todo lo que hacen los programadores, porque los programadores hacen mucho más que programar.
Los programadores no solo se dedican a programar
Según GitLab, los programadores dedican más del 75% de su tiempo a otras cosas que no son programar. Varios ingenieros de software veteranos aseguran a Business Insider que la cantidad de tiempo que dedican a la programación podría estar más cerca de la mitad... Y la mitad de un trabajo sigue siendo una cantidad bastante importante de trabajo.
Sin embargo, quizá no sea así para los nuevos programadores.
Esa es la preocupación de Gadhia, de Thoughtful AI. El nerviosismo que tanto él como sus compañeros de profesión experimentaron en marzo se debió a la puesta en marcha de una herramienta llamada Devin, que pretendía hacer el trabajo de un programador. Gadhia confiesa que su nerviosismo fue a menos cuando las primeras pruebas indicaron que la herramienta era impresionante, pero que todavía estaba lejos de ser infalible.
A medida que la tecnología avance, sí que es probable que cambie la forma en la que los programadores noveles se ganan el pan.
"Los ingenieros junior tienen una pequeña diana pegada en la espalda", afirma el jefe de ingeniería en Thoughtful AI.
Una de las cosas que más preocupan a Gadhia es que, si la IA sustituye a los ingenieros más jóvenes, será más difícil para los programadores desarrollar las habilidades básicas necesarias para pasar al siguiente nivel, como empezar a correr sin aprender a andar.
"¿Vamos a dejar de tener ingenieros sénior porque simplemente no hay ingenieros junior?", plantea este experto.
Las preguntas sobre cómo podrían desarrollarse las carreras de los programadores parecen más urgentes tras las recientes palabras del nuevo jefe de Amazon Web Services (AWS), Matt Garman. En una discusión interna que tuvo lugar el pasado mes de junio, Garman anticipó que la inteligencia artificial podría asumir en un futuro gran parte de la carga de trabajo de los programadores.
"Si nos adelantamos 24 meses, o algún tiempo (no puedo predecir exactamente cuándo será), es posible que la mayoría de los desarrolladores no estén programando", apostaba el máximo responsable de AWS.
Mientras tanto, en 2023 el CEO de GitHub, Thomas Dohmke, declaró en una entrevista que su famoso chatbot de IA para programadores, Copilot, iba a escribir el 80% del código "más pronto que tarde".
Ser el jefe de los bots
Aun así, puede que esto no sea tan chocante para algunas personas como podría parecer. Madars Biss, experto en tecnología y desarrollador frontend, explica a Business Insider que los trabajos de los programadores comenzaron un cambio gradual hace años, a medida que la tecnología ha evolucionado. Biss siempre ha visto la inteligencia artificial como una herramienta para aumentar su productividad.
Y, en los próximos cinco años, los desarrolladores podrían pasar menos tiempo escribiendo código desde cero y más tiempo supervisando el código que genera la IA para asegurarse de que cumple las normas que los programadores establecen en materia de calidad y de seguridad, anticipa este experto.
"Esto podría conducir a un flujo de trabajo en el que las herramientas de inteligencia artificial se encarguen de gran parte de las tareas rutinarias y repetitivas del desarrollador, y los humanos se centren en la gestión, la doble comprobación y la creatividad", defiende Biss.
Este desarrollador frontend señala que es difícil predecir el futuro porque el panorama de la IA está cambiando rápidamente. La tecnología podría ser mucho más eficaz a la hora de detectar vulnerabilidades de seguridad o automatizar algunas partes del proceso de control de calidad, pero, "por ahora, estas áreas del desarrollo de software siguen dependiendo en gran medida de la experiencia humana".
Derek Holt es el CEO de Digital.ai, una compañía que desarrolla software que ayuda a crear, proteger, probar y distribuir programas informáticos. Holt es ingeniero de software e ingeniero informático de formación. Afirma que la idea de que los programadores informáticos son una especie en peligro de extinción es exagerada.
Según el CEO de Digital.ai, los trabajos de programación seguirán cambiando a pasos agigantados, al igual que ocurrió cuando el uso generalizado de internet se convirtió en la norma, pero no espera que ese puesto de trabajo en particular desaparezca: "Las funciones evolucionarán, pero el desarrollo de software está aquí para quedarse".
Holt sostiene que, en todo caso, el empleo será cada vez más complejo. Esto se debe en parte a que cada vez más empresas se ven a sí mismas como desarrolladoras de software, lo que aumentará la demanda: "La productividad sigue aumentando, pero también las necesidades".
En ese sentido, el Gobierno estadounidense parece estar de acuerdo. Prevé que la demanda de desarrolladores de software, analistas de control de calidad y testers aumente un 17% entre 2023 y 2033. Una cifra muy superior a la tasa media de crecimiento del 4% para todas las profesiones.
El CEO de Digital.ai considera que la inteligencia artificial puede ser útil más allá de la generación de código fuente, en áreas como la creación de documentación para proyectos de software, una tarea que, en su opinión, pocos desarrolladores han llegado a amar. Según Holt, la IA también es experta en analizar los montones de código que tienen las compañías. Las grandes empresas pueden tener cientos de millones de líneas y, en algunos casos, miles de millones.
"Ningún ser humano puede entender todo eso", asegura este experto. La inteligencia artificial puede ayudar a los programadores a reutilizar ese código en lugar de generar líneas adicionales que, con el tiempo, pueden resultar demasiado difíciles de gestionar para una organización, incluso con la IA actuando como una auténtica bibliotecaria.
Holt defiende que, por ahora, la mayoría de los asistentes de inteligencia artificial —o "copilotos", como se suele denominar a estas herramientas— están haciendo el trabajo de un "desarrollador junior ligeramente por debajo de la media", pero espera que los bots mejoren.
"El listón va a subir. Y creo que tu copiloto o tu ayudante va a pasar de ser un desarrollador junior a ser un desarrollador un poco más senior. Y creo que eso es bueno".
Recoger lo sembrado
Jyoti Bansal, cofundador y CEO de Harness, una compañía que ayuda en su trabajo a los desarrolladores de software, también se muestra escéptico ante la posibilidad de que la IA deje sin trabajo a estos perfiles. Esto se debe a que gran parte de sus funciones implican pruebas de seguridad, fiabilidad, errores y escalabilidad.
Bansal, que ha fundado y dirigido varias empresas, explica a Business Insider que, aunque la inteligencia artificial puede acelerar el proceso de programación, también puede entorpecerlo. Esto se debe a que el código generado por la IA tiende a contener errores; lo cual, a su vez, requiere de pruebas más exhaustivas para eliminarlos.
Según Bansal, a día de hoy, las pruebas de control de calidad necesarias pueden contrarrestar el aumento de productividad que puede suponer el uso de la inteligencia artificial. Sin embargo, el CEO de Harness espera que, en un plazo de tres a cinco años, la IA pueda aumentar la productividad entre un 20% y un 40%.
Además, según Bansal, para que la inteligencia artificial aproveche todo su potencial, tendrá que ser utilizada en áreas que van más allá de la programación, como la garantía de calidad o las operaciones de desarrollo (DevOps), la seguridad o el cumplimiento. En la actualidad, los aumentos de productividad no se distribuyen de manera uniforme en todas las organizaciones y eso puede crear cuellos de botella.
En su opinión, los desarrolladores de software tendrán que centrarse más en áreas en las que la IA todavía no se ha instalado del todo, como el control de calidad, el desarrollo o las operaciones.
Charlotte Relyea, socia sénior de McKinsey, explica a Business Insider que, cuando los ingenieros utilizan copilotos de inteligencia artificial, pueden aumentar su productividad, pero, si no se rediseña todo el sistema de producción de software, pueden surgir ineficiencias. Relyea indica que ese fue el caso de un cliente de McKinsey que desplegó la IA de forma desigual.
"Sus ingenieros estaban liberando todo ese tiempo, pero los jefes de producto no lo habían adoptado. Así que los jefes de producto no les daban trabajo adicional ni les planteaban requisitos adicionales que quisiesen cumplir", señala la socia sénior de McKinsey.
Eso significa que los ingenieros utilizaban el tiempo extra para hacer lo que querían, aunque esas cosas no estuviesen necesariamente relacionadas con la estrategia de la compañía.
Hay que saber lo que se está haciendo
Michael Solati, ingeniero de software de una importante empresa tecnológica de Silicon Valley, asegurado a Business Insider que a menudo recurre a la inteligencia artificial cuando trabaja en un lenguaje de programación con el que no está familiarizado. En su caso, puede utilizar su profundo conocimiento de un lenguaje para preguntar a un chatbot cómo podría hacer que un concepto funcionase en otro diferente.
"Hace que el proceso de conversión sea muy, muy fácil", resume Solati, que lo compara con el uso del traductor de Google para pasar del inglés al francés. "Acelera mucho mi flujo de trabajo", añade.
Luego este ingeniero de software lee el código línea por línea para asegurarse de que entiende lo que genera la IA. Y, si no entiende algo, le puede hacer una pregunta de seguimiento al propio bot.
No obstante, volviendo a las preocupaciones planteadas por Gadhia, de Thoughtful AI, el problema podría surgir si los desarrolladores junior confían demasiado en la inteligencia artificial y no saben lo suficiente como para detectar problemas en lo que esta genera, explica Solati.
"Si no puedes hacer una prueba olfativa del código que se genera, entonces me preocuparía".
El ingeniero de software apunta a que, dentro de una década, los desarrolladores de software seguirán dedicando entre el 40% o el 50% de su tiempo a programar, pero: "Habrá que programar, programar más rápido y programar más". Solati agrega que, en lugar de crear dos funciones a la semana, para entonces podría llegar a cinco.
"No sé si quiero eso o no, pero ése es el futuro", bromea este experto.
Por su parte, Gadhia afirma que una preocupación persistente en el sector es la de que los asistentes autónomos de IA lleguen a reemplazar a los ingenieros veteranos. Sin embargo, lo que será mucho más difícil de asumir para esta tecnología será el trabajo humano de recopilar el contexto de las necesidades de una organización.
"Se requieren muchas más habilidades que la mera programación de código", apunta. "La comunicación y la colaboración son difíciles de sustituir".
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