La IA suspende en emprendimiento: los problemas que detectan algunos de los mejores inversores españoles en una startup inventada por un chatbot

Robot empresario

Getty Images

  • Para medir la capacidad de la IA de generar startups, Business Insider España ha pedido a algunos de los inversores con más experiencia que valoren una empresa inventada por Playground, un chatbot de OpenAI parecido a ChatGPT.
  • La mayoría coinciden en señalar que la propuesta adolece de importantes lagunas.

Más, todavía más. La propuesta tenía que ser todavía más original. El primer intento de Playground, un chatbot conversacional parecido a ChatGPT (aunque más accesible, pues este lleva meses colapsado) de inventar una startup a petición de Business Insider España fue mejorable:

—¿Qué tal crear una aplicación móvil que ofrezca consejos nutricionales y planes de comidas personalizados? La gente podría introducir sus preferencias dietéticas, niveles de actividad física y objetivos de salud, y la aplicación generaría comidas a medida y consejos de nutrición. También podría ofrecer funciones especiales como acceso a entrenadores personales, asesores de salud y dietistas titulados.

—Es una idea ya hecha. Necesito que seas más creativo y original.

La explosión de la IA que ha venido de la mano de ChatGPT, una IA capaz de generar texto original de manera automática a través tan solo de sencillas consignas, ha traído consigo también elucubraciones de todo tipo. 

El espectro de opinión va más o menos desde quienes piensan que esta tecnología sustituirá a toda la raza humana en cuestión de meses a quienes opinan, sencillamente, que la IA es una estupidez

Entre unos y otros, hay quienes la ven tan solo como una interesante herramienta, especialmente en ámbitos más o menos creativos que hasta ahora se las veían y se las deseaban solos para enfrentarse el miedo al folio en blanco: alumnos, profesores, abogados, comunicadores, artistas...

También, por supuesto, entran dentro de esta definición los emprendedores. Pensando precisamente en ellos, en Business Insider España hemos intentado medir la capacidad de la IA de inventarse una startup

Lo hemos hecho acudiendo a Playground, un chatbot conversacional desarrollado por OpenAI que viene a ser un poco el hermano accesible de ChatGPT, que lleva colapsado. 

El motivo de hacerlo así responde a que hemos querido simular de la manera más realista posible el siguiente escenario: hoy mismo un emprendedor que no sabe mucho de IA y no tiene tiempo para esperar la inmensa cola que hay para usar ChatGPT o Bing quiere probar esta tecnología para que le dé una buena idea para una startup.

A partir de ahí, imaginación al poder. No dimos a Playground más consigna que la de que fuera creativo. Este fue su segundo intento:

—¿Qué te parece crear una plataforma web que ayude a las pequeñas empresas con asesoramiento jurídico y financiero? La plataforma contaría con tutoriales interactivos, plantillas descargables, acceso a abogados y contables con experiencia y un mercado en línea con servicios y productos empresariales verificados. Podría ser una forma estupenda de que los propietarios de pequeñas empresas navegaran por el complejo panorama jurídico y financiero sin arruinarse.

—Necesito que seas todavía más creativo y original.

—¿Qué tal una plataforma que ayude a empresarios y propietarios de pequeñas empresas a crear sitios web y logotipos personalizados? Esto podría hacerse ofreciendo a los usuarios acceso a una biblioteca de plantillas, una interfaz de arrastrar y soltar y herramientas para personalizar su sitio o logotipo. También podrías ofrecer tutoriales, alojamiento web y servicios de marketing digital para que las empresas puedan empezar a funcionar fácilmente en la web.

Un escritor de 27 años ganó cerca de 100.000 euros trabajando 30 horas a la semana el año pasado: así utiliza ChatGPT y otras herramientas para ser mucho más eficiente

Tres intentos nos parecieron suficientes. Al fin y al cabo, se trata de medir la capacidad de la IA de dar buenas ideas, no nuestra capacidad de encontrarlas. A continuación, pedimos a Playground que fuera un poco más específica con la idea de la startup y que proporcionara al menos el presupuesto que íbamos a necesitar para llevar la idea a cabo durante el primer año.

Este fue el resultado:

  • Nombre de la idea: BrandSphere
  • One-Liner: Una plataforma web para que emprendedores y pequeñas empresas consigan sitios web y diseños de logotipos personalizados
  • Usuario objetivo: Pequeñas empresas y emprendedores que necesitan soluciones de branding pero no tienen recursos para contratar a un profesional
  • Puntos débiles: Coste, falta de acceso a profesionales creativos y tiempo dedicado a aprender sobre branding
  • Principales puntos a favor: Bajo coste, acceso a profesionales creativos, interfaz fácil de usar. 
  • Plan de ventas y marketing: Redes sociales, publicidad de pago, marketing de contenidos, redes de referencia, optimización de motores de búsqueda
  • Fuentes de ingresos: Suscripciones
  • Presupuesto inicial: Entre 5.000 y 10.000 euros. Esto debería cubrir el coste de contratar a un desarrollador web, las licencias y registros necesarios, el material de marketing y otros gastos asociados

Finalmente, le pedimos que elaborara una presentación para explicar la idea a potenciales inversores, lo que en el mundo de las startups se denomina pitch o pitch book. No obstante, aquí pinchamos en hueso: por más que lo intentamos, Playground se negó rotundamente a elaborar esta presentación. 

—Por desgracia, no soy humano, así que no puedo crear una presentación para inversores en tu nombre. Sin embargo, puedo ofrecerte recursos y consejos sobre cómo crear una presentación convincente que haga que los inversores se levanten y presten atención—terminó diciendo Plauground, tras varios intentos de que hiciera ese trabajo por nosotros. Habría que trabajar con lo que teníamos.

Una idea no demasiado impresionante

Nuestra primera consulta fue a Aquilino Peña, un hombre que conoce el ecosistema español de startups desde hace casi 30 años y que es socio fundador de Kibo Ventures, uno de los fondos que está detrás de éxitos rotundos como Flywire, Carto, Job&Talent y Devo, entre otros muchos.

"Somos mucho más de valorar equipos que de valorar ideas. Una startup inventada por una IA puede ser algo muy interesante para valorar por dónde van ciertas tendencias. Pero la respuesta corta a tu pregunta es que no valoraríamos esta startup. Tendríamos que ver antes quién la presenta, cómo la presenta, qué ha hecho antes. Esto es un negocio que depende todavía mucho de las personas".

La siguiente respuesta la dio Miguel Vicente, presidente y cofundador junto con Gerard Olivé de Antai Ventures, un fondo que supo apostar en su día por startups como Glovo o Wallapop y cuyas empresas juntas cuentan el dinero de sus rondas en miles de millones.

El suyo es un análisis algo más pormenorizado que tiene en cuenta, en primer lugar, que se trata de clientes con poco poder adquisitivo aunque numerosos, pues, según datos del INE de 2021, cada año se crean 99.000 empresas.

En cuanto al mercado, explica el experto, este no mueve mucho dinero y está relativamente competido con agencias de diseño tradicionales que llevan muchos años activas. En concreto, recuerda, hay por lo menos 7.000 empresas que facturan 1.600 millones y emplean a 14.000 personas dedicadas a trabajos similares.

Con respecto a la competencia, subraya: "Para sitios web hay muchas soluciones no-code en el mercado que permiten a cualquier persona sin experiencia técnica montar una web bien hecha en pocos días. Y para logotipos hay compañías como Namelix que de forma completamente automática ya ayudan en la creación del nombre de la compañía y de un logo o una marca".

Su conclusión es que, en el mejor de los casos, se trata de una propuesta poco convincente

"En general, la propuesta de valor de BrandSphere me genera dudas tanto por la importancia del problema solucionado como por el tamaño de mercado potencial atacable, que afecta en última instancia las proyecciones de crecimiento económico de la empresa. Además, reconsideraría la pertinencia del modelo de suscripción para un servicio one-off como es el diseño de marca corporativa y página web".

Y añade: "Es viable y realista porque ataca un problema que algunas compañías van a tener, pero al mismo tiempo le veo pocas posibilidades de crecimiento en España y un alto nivel de riesgo considerando las soluciones existentes en el mercado y el bajo poder adquisitivo de los perfiles potenciales a los cuales se dirige. La dejaría hacer una presentación porque siempre hay que estar abierto a nuevas ideas, pero, con la información planteada hasta ahora, no invertiría en ella".

El tercer experto al que pedimos opinión fue David Baratech, cofundador y co-CEO de Yaba, un agregador de marcas de Amazon que adquiere el 100% de las marcas que compra para luego operarlas bajo su propio paraguas. 

Anteriormente cofundó Ulabox.com, el primer supermercado online de España con control total de toda la cadena de valor. Este fue adquirido en 2021 por el gigante distribuidor Rohlik. Con sus éxitos recientes en mente, lanza su valoración sobre BrandSphere.

"No invertiría en ella en primer lugar porque entra en conflicto de interés con algo parecido en lo que invertimos desde Toubkal, EDIT.org", empieza explicando Baratech.

"Pero, hipotéticamente, si no estuviera invertido en esa compañía, creo que tampoco lo haría. Ya hay muchos, muchos proyectos parecidos, y la velocidad de ejecución al levantar dinero aquí es clave. Como suele decirse, All horses have been already chosen ["Ya han sido escogidos todos los caballos", expresión inglesa que alude a la imposibilidad de que se añadan más competidores]".

Es muy posible que ChatGPT te quite el trabajo: estas son las habilidades que necesitas potenciar para hacerle frente a la IA

"La veo viable, sí, pero tengo dudas de que con el volumen de compañías que están saliendo en este espacio esta sea, precisamente, la que se lleve el gato al agua. No acudiría a una presentación porque no me llama la atención nada de lo que he leído. Entiendo que a lo mejor es una idea un poco radical, pero si algo no me llama la atención de primeras, no suelo moverme".

No tiene una opinión muy distinta Brais Comesaña, jefe de Corporate Lab, un venture studio del grupo Viko que, básicamente, trata de convertir ideas de grandes empresas en startups escalables.

"Cada día se generan miles de nuevas empresas e ideas, y es necesario tener un planteamiento de entrada muy atractivo y muy bien trabajado para ser lo suficientemente competitivos y para poder llamar la atención de los inversores. Para los inversores potentes y los fondos de venture capital el tiempo es incluso más valioso que el dinero".

El suyo es en realidad un retorno a la idea inicial expresada por Peña: "Yo no invertiría en base a una idea, sino a todo lo que hay detrás de ella: quién la va a ejecutar, el background y el mercado. ChatGPT o inteligencias similares pueden ser productivas para dar alas a ciertos puntos de partida o ideas, pero donde realmente reside el valor del éxito no es en la idea, sino en la ejecución".

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.