Las grandes ideas (y algunas de las más extrañas) para la vuelta al cole en todo el mundo

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Un ejemplo de clases al aire libre en Turín, Italia, en junio de 2020.
Un ejemplo de clases al aire libre en Turín, Italia, en junio de 2020.Nicolò Campo/LightRocket via Getty Images
  • A medida que se aproxima la vuelta a las clases, colegios de todo el mundo encaran el reto de favorecer la educación de sus alumnos sin poner estos en riesgo.
  • Esto supone un equilibrio difícil de lograr.
  • Estas son algunas de las grandes ideas que se han sugerido en todo el mundo para permitir un retorno a las aulas, desde alumnos que se realizan test a sí mismos hasta aulas al aire libre.
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La vuelta a las aulas cada vez está más próxima y todo apunta a que este año el inicio de curso será algo diferente.

En nuestro país, hasta ahora el Gobierno parece apoyar las clases presenciales. Para ayudar en este propósito ha lanzado una serie de recomendaciones a seguir por los centros educativos. Asimismo ha asegurado una partida de 2.000 millones de euros destinada a las comunidades autónomas para poder adaptar y cubrir las necesidades de Educación tras la pandemia del Covid-19.

Hay un delicado equilibrio que alcanzar: la economía no puede recuperarse con las guarderías y las escuelas cerradas. Y los expertos afirman que los aspectos clave de la educación en las aulas no se puede reemplazar con el aprendizaje online. Pero la vuelta a las clases también debe ser segura para los maestros, estudiantes y familias.

Conseguir este propósito no es tarea fácil. 

Leer más: Los centros educativos se aproximan al inicio de curso con la incertidumbre de cómo adoptar las medidas para asegurar una vuelta a las aulas sin riesgo: "todo eso sin tiempo y sin previsión no se puede hacer"

Aquí algunas de las principales ideas sobre cómo volver a las aulas que se están planteando centros de todo el mundo.

Una sugerencia algo curiosa que proviene de una pequeña ciudad de Alemania: los estudiantes se realizan a sí mismos sus propios test de coronavirus en el colegio

Una joven examina un bastoncillo que utilizará para realizarse una prueba nasal durante una demostración en Denver en mayo de 2020.
Una joven examina un bastoncillo que utilizará para realizarse una prueba nasal durante una demostración en Denver en mayo de 2020.David Zalubowski/AP Photo

En Neustrelitz, Alemania, una prueba de coronavirus negativa les otorga a los estudiantes una pegatina verde —y la libertad de no usar mascarilla.

Como informó Katrin Bennhold en The New York Times, los estudiantes pueden ir voluntariamente a las tiendas de campaña de su instituto de secundaria, para conseguir un kit de prueba y analizarse ellos mismos. Un estudiante recibió los resultados esa misma noche.

Todos ellos pueden realizarse dos pruebas gratuitas a la semana. Los que dan positivo en la prueba deben quedarse en casa durante dos semanas. Y los clasificados como negativos deben llevar la pegatina verde hasta su próximo test.

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Cuando se trata de escalar esta solución, podría haber algunos problemas: Henry Tesch, el director del colegio,explicó a Bennhold que las pruebas procedían de un viejo amigo de una empresa de biotecnología. Este se las ofreció a Tesch como una prueba piloto gratuita. Sin ello habría supuesto un esfuerzo económico realmente caro.

Colegios de todo el mundo probaron a empezar las clases con ciertos grupos de edad como prueba piloto — y después llevaron de nuevo a las aulas a todos los demás

Los niños pequeños de Ringsted Lilleskole en Dinamarca en clases al aire libre en abril. Solo los alumnos de primaria pudieron regresar a las aulas después de que Dinamarca eliminara las restricciones.
Los niños pequeños de Ringsted Lilleskole en Dinamarca en clases al aire libre en abril. Solo los alumnos de primaria pudieron regresar a las aulas después de que Dinamarca eliminara las restricciones.Ole Jensen/Getty Images

En Alemania y Wuhan los estudiantes más mayores, principalmente aquellos que necesitaban hacer exámenes, regresaron a las clases primero. Como Bennhold explica en su artículo, Alemania les permitió volver primero porque "son más capaces de cumplir las normas de seguridad en lo relativo a mascarillas y distancia."

Pero Dinamarca adoptó un enfoque diferente, y fueron los estudiantes más pequeños los que retomaron las clases primero. Comprobado que las tasas de contagios permanecían bajas, a estos les siguieron los estudiantes más mayores. Según recoge Sean Coughlan en la BBC, esos estudiantes más jóvenes se mantuvieron en "una burbuja virtual", en la que los grupos eran fijos y no se cruzaban con otros. Como las tasas se mantuvieron bajas, los estudiantes mayores pudieron  regresar.

En nuestro país, según lo adelantado por la ministra de Educación, Isabel Celaá, si se debe priorizar, serán los alumnos más pequeños, los de Primaria e Infantil quienes continuarán el curso de manera presencial.

Otra opción similar a los grupos de edad escalonados sería escalonar y acortar los horarios — una propuesta que la ciudad de Nueva York dijo que podría intentar

Estudiantes manteniendo distancia de seguridad en un colegio público de Nueva York en junio de 2020 antes de su graduación virtual.
Estudiantes manteniendo distancia de seguridad en un colegio público de Nueva York en junio de 2020 antes de su graduación virtual.Michael Loccissano/Getty Images

El 8 de julio, el alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, anunció que los 1.800 colegios públicos de la ciudad podrían reabrir en otoño con algunos cambios. Los 1,1 millones de estudiantes de la ciudad seguirán aprendiendo de forma remota, pero algunos podrán asistir a clases hasta tres días a la semana.

Las aulas que que llegaron a alojar a 30 personas se reducirán a 12, incluyendo los profesores. Los colegios tendrán que determinar qué grupos de estudiantes regresan y en qué momento, acortando sus horarios en clase y apoyándose en un modelo educativo híbrido.

El 31 de julio, De Blasio anunció que la tasa de positivos en los test debe permanecer por debajo del 3% para que este plan siga adelante. La tasa en Nueva York se ha mantenido recientemente por debajo de este umbral, pero la ciudad deberá mantenerla para garantizar que las escuelas abran con este modelo híbrido el 10 de septiembre.

Los centros destinados al cuidado infantil para trabajadores esenciales permanecieron abiertos en Nueva York durante los primeros días de la pandemia y lograron mantener bajos los contagios. Usaron el método "burbujas"

Two children play on a basketball court in New York City on July 30, 2020.
Two children play on a basketball court in New York City on July 30, 2020.Alexi Rosenfeld/Getty Images

Anya Kamenetz de NPR analizó cómo los centros de cuidado infantil para hijos de trabajadores esenciales en EEUU lograban mantener seguros tanto a los niños como a las familias. Un elemento clave: "burbujas" de niños.

Como explica Kamenetz, las asociaciones y centros de la ciudad de Nueva York crearon grupos de hasta nueve niños, todos asignados a un adulto. En estas  burbujas, los niños no seguían el distanciamiento social y no usaban mascarillas todo el tiempo. Y ellos se mantenían juntos, sin jugar ni seguir clases con otros grupos.

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"Estas experiencias ilustran que es posible unir a los niños sin que existan garantías por un brote o sin el desarrollo de una situación grave", afirmó el doctor Joshua Sharfstein a Kamenetz, aunque, como escribe Kamenetz, "no garantizan lo contrario".

Este es precisamente uno de los elementos claves en los que se basan la mayoría de protocolos de seguridad de las comunidades autónomas para sus centros educativos.

Algunos colegios están debatiendo cuánto distanciamiento físico es necesario — Massachusetts en EEUU decidió que 90 centímetros estaría bien, en comparación con los 2 metros de seguridad que recomiendan los expertos

El gobernador de Massachusetts, Charlie Baker, saludando en un aula en un recorrido escolar el 13 de julio de 2020 en Southborough, Massachusetts, EEUU.
El gobernador de Massachusetts, Charlie Baker, saludando en un aula en un recorrido escolar el 13 de julio de 2020 en Southborough, Massachusetts, EEUU.Nancy Lane/Pool/AFP via Getty Images

La orientación escolar a seguir por las escuelas de Massachusetts (EEUU) se publicó a finales de junio. La guía señaló que el Centro para el Control y Prevención de las Enfermedades (CDC) recomienda mantener una distancia física de unos 2 metros entre personas y, si bien es preferible optar por ello, una distancia de tan solo 90 centímetros podría reducir la transmisión.

Las escuelas pueden optar por una distancia de 90 centímetros o 2 metros. La separación más corta podría permitir a los estudiantes sentirse más conectados con sus compañeros de clase y sus profesores. Otra idea para aumentar esa conexión es optar por pantallas faciales en lugar de mascarillas.

En nuestro país, si bien la distancia de seguridad se ha estimado en 1,5 metros según las recomendaciones dadas por Sanidad y Educación, algunas comunidades están optando por eliminar esta en función de grupos estables o uso de mascarillas, cuando no se pueda asegurar.

Otras sugerencias incluyen utilizar espacios hasta ahora vacíos para asegurar las distancias 

El edificio Javits Center de Nueva York puede permitir utilizar el espacio de convenciones para albergar estudiantes.
El edificio Javits Center de Nueva York puede permitir utilizar el espacio de convenciones para albergar estudiantes.Noam Galai/Getty Images

Justin Davidson de la revista New York Magazine sugirió usar grandes espacios vacíos para favorecer clases con distancia social de seguridad, especialmente en lugares como la ciudad de Nueva York, donde teatros y auditorios han permanecido intactos desde marzo.

Los centros de convenciones, teatros, auditorios y espacios similares en otras ciudades podrían ser una solución para que los estudiantes puedan reunirse en su interior para recibir las clases.

Para evitar aglomerar a todos los menores en el interior, otra solución son las clases al aire libre

An example of an outdoor class in Turin, Italy, in June 2020.
An example of an outdoor class in Turin, Italy, in June 2020.Nicolò Campo/LightRocket via Getty Images

El concepto al aire libre está ganando terreno rápidamente porque las posibilidades de infección son menores en espacios abiertos, donde el virus no puede desarrollarse bien, según un nuevo estudio de junio.

En un artículo de opinión del New York Daily News, el fiscal de la ciudad de Nueva York, Scott Stringer, afirmó que trasladar las aulas al exterior era una decisión lógica, siguiendo a lo puesto en práctica por restaurantes y bares que están fomentando mesas al aire libre.

En Nueva York, señaló, casi 3 millones de metros cuadrados de espacio al aire libre están conectados directamente con las escuelas, por lo que los colegios ni siquiera tendrían que recurrir a la instalación de campamentos en los parques y podrían "mantener un fácil acceso a baños, espacios para el lavado de manos y cafeterías ".

Adam Raymond, del New York Magazine,señaló que la idea está despegando en otros lugares. Una escuela de Vermont (EEUU) planea realizar clases al aire libre hasta el Día de Acción de Gracias, mientras que otras escuelas en Filadelfia (EEUU) y Knoxville (EEUU) también consideran realizar algunas clases al aire libre en el otoño.

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Olga Khazan, de The Atlantic, escribió que las clases al aire libre "podrían ser la respuesta al problema de reapertura de escuelas en Estados Unidos", pero también señaló que un día escolar al aire libre incluiría mucha menos tecnología, estaría sujeto al clima y no necesariamente abordaría un problema distinto — el transporte.

Una medida también sugerida en nuestro país por la ministra de Educación, Isabel Celaá, con la que aprovechar según sus palabras "el buen tiempo que tiene el país". 

Entre sus propuestas para facilitar las distancia de seguridad en las escuelas, Celaá recomendaba"poner aulas en la biblioteca o al aire libre, bajo el techo del patio", para ampliar los espacios disponibles el próximo curso.

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