Estos son los azúcares más dañinos para el corazón: aumentan el riesgo de ictus e infarto

azúcar
  • Un macroestudio británico ha revelado un vínculo entre el consumo de azúcares libres y un mayor riesgo de infarto e ictus.
  • Los azúcares libres se encuentran en ese sobre que pones en el café, tu lata de refresco y también el zumo de frutas que haces en casa. S bien no hay ingesta segura, no deberían suponer más del 5% de las calorías totales que tomas.

Ya sabes que abusar del azúcar no es bueno. En exceso se relaciona directamente con el aumento de peso, la obesidad y el riesgo de padecer un buen número de enfermedades graves, incluyendo el cáncer

Ahora un macroestudio aporta nueva evidencia a este respecto. Tras seguir a más de 110.000 personas del Reino Unido a lo largo de casi 10 años, encontró que una mayor ingesta de azúcares libres en la dieta elevan el riesgo de ictus e infarto. 

El efecto no se detectó con los azúcares que se encuentran de manera natural en los alimentos. Lo que indica que la relación entre hidratos y las enfermedades cardiovasculares puede depender de la calidad, más que de la cantidad de los mismos. 

Es decir, que como pasa con las calorías, en lo relativo a los azúcares no es lo mismo pasarte el día comiendo peras que bebiendo latas de Coca Cola.

Si bien el equipo de investigadores de la Universidad de Óxford aconseja en el trabajo consumir menos del 5% de la ingesta energética a partir de azúcares libres. Desde la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) remarcan que no existe un nivel de ingesta tolerable de estos, por lo que debería ser lo más baja posible.

¿Qué son los azúcares libres?

Los azucares libres refieren a "cualquier azúcar añadida a un alimento o bebida", recuerdan desde la  la Fundación Británica del Corazón (BHF). También aquella que ya está en la miel, almíbar y zumo de frutas. Se dice que son libres porque no están dentro de las células de los alimentos.

Se trata de ese sobre que pones cada día en tu café, la que añades en la repostería, y también la que va en el zumo que te tomas aunque sea de piezas exprimidas en casa. Pues cuando la fruta se convierte en jugo, es decir líquido, los azúcares que contiene salen de sus células y se convierten en azúcares libres.

Son precisamente estos, los que la Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja recortar en la dieta y los que hasta ahora más se han vinculado con efectos nocivos en la salud.

 

El consumo de fructosa industrial se ha asociado con una disminución de la función hepática, hipertensión, y un mayor riesgo de síndrome metabólico. Efectos adversos no han sido detectados en el consumo de fructosa presente de manera natural en frutas.

Los azúcares añadidos conllevan además calorías adicionales y comer demasiadas calorías podría conducir a la obesidad, lo que aumenta el riesgo de enfermedad cardíaca y otras afecciones, explica la BHF.

Un 6% más de riesgo de infarto y un 10% mayor de ictus

Según los resultados del estudio actual, publicados en BMC Medicine, cada aumento del 5% en la proporción total de calorías de una persona que procede de azúcares libres se asociaba a un 6% más de riesgo de infarto y un 10% mayor de ictus en la siguiente década.

El análisis se basó en datos sobre los hábitos alimentarios de 110.497 personas de 37 a 73 años, obtenidos del Biobanco del Reino Unido. 

De acuerdo a Cody Watling, estudiante de doctorado de la Universidad de Oxford y coautor del trabajo, las formas más comunes de azúcar que consumían los participantes en el estudio eran "las conservas y los dulces", lo que incluye productos como galletas bollos y bollería industrial. También eran habituales los zumos de fruta, las bebidas azucaradas y los postres.

Los tipos de carbohidratos calculados incluyeron azúcares totales, que se separaron en azúcares libres y azúcares no libres y fibra. Las fuentes de carbohidratos tse dividieron en almidón de grano refinado (contenido de almidón de pan blanco, pasta blanca y arroz, otros cereales, pizza o bollos entre otros) y almidón integral (contenido de almidón en pan integral y con semillas, pasta integral y arroz integral, cereal de salvado, cereal de galletas, cereal de avena y muesli).

Según explica Watling en NBCnews, las personas con mayor riesgo de cardiopatía o ictus consumían unos 95 gramos de azúcares libres al día, es decir, el 18% de su ingesta energética diaria. Lo que contrasta con el el 5% de las calorías totales consumidas, que aconseja la OMS.

El estudio también detectó una relación protectora respecto del contenido de fibra. Un consumo de 5 gramos diario se asoció con un 4 % menos de riesgo de enfermedad cardíaca. Otras investigaciones han mostrado que este componente de cereales, frutas, verduras o legumbres ayuda asimismo a mejorar el tránsito intestinal, controlar tus niveles de azúcar en sangre e incluso a mantener el peso.

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