Las imágenes que muestran que la tensión entre taxistas y conductores de Uber y Cabify sigue aumentando

• La guerra del taxi ha llegado a una tregua, tras la parada de la huelga la noche del jueves para dar tiempo al Gobierno a que regule el sector y a las comunidades autónomas, a decidir si quieren la transferencia de las licencias VTC. 
• Desde el domingo, tres taxistas han sido detenidos y la policía estudia las denuncias de 60 conductores de VTC.
• También los taxistas mantienen que llevan tiempo siendo objetivo de ataques que creen venir del colectivo del VTC y parece que esa tensión va en aumento por los últimos incidentes. 

Una pintada con las letras VTC sobre el capó de un taxi y sobre el portón trasero. Esta una de las fotos que los taxistas acusan también ataques en sus coches y algunas agresiones. El miércoles, cuando un taxista recriminaba al conductor de un VTC que había estacionado en una parada de taxi, este se acabó bajando del coche y arrancándole el teléfono de las manos de un golpe, como puede verse en el vídeo de abajo. 

"La imagen de la familia hostigada en Barcelona cogiendo un Cabify ha salido un millón de veces. Yo estuve dos días con mi familia en la Castellana, dejábamos pasar a los coches tranquilamente, dábamos agua a la Policía y eso no ha aparecido en ningún sitio", señala Álvaro, del colectivo de taxistas Élite. 

La guerra del taxi pareció vivir la noche del miércoles un punto de inflexión, cuando se desconvocó la huelga. Sin embargo, si se atiende a las imágenes con las que los taxistas denuncian ataques de los conductores de vehículos VTC a ellos, y también a sus taxis, parece que lo que se vive en algunas calles de Madrid y de Barcelona es una especie de batalla campal. 

Los conductores de VTC han sido, casi desde que aparecieron en escena Uber y Cabify, quienes han presentado denuncias y pruebas de que sus coches eran atacados cada vez que el conflicto se recrudecía.  

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El lunes, las asociaciones de taxistas trataron de defender que no eran miembros de su colectivo quienes cometían actos de vandalismo contra los coches de Uber y Cabify. No todos han sido a manos de taxistas, como publicaba Elconfidencialdigital.

Pero lo cierto es que el saldo de estos días, que deja a tres taxistas detenidos y hasta denuncias de ataques a 60 coches VTC investigadas por la Policía parece desmentir claramente tales afirmaciones. 

De hecho, probablemente, lo que hará un daño más perenne al gremio del taxi de todo lo sucedido desde el pasado sábado no serán las imágenes de la Castellana de Madrid o la Gran Vía de Barcelona colapsadas con los taxistas en huelga, sino el vídeo subido a redes sociales donde se ve a un grupo de exaltados hostigando un coche VTC con clientes dentro.

Es más, Eduardo Martín, el presidente de la patronal de vehículos con conductor (VTC) que ha encabezado las negociaciones con Fomento, y que también sufrió una agresión en Málaga por unos taxistas el pasado domingo. 

Las descargas de las aplicaciones de coche con conductor han subido en un 20% desde el inicio de la guerra del taxi, admitía el propio Eduardo Martín para la cadena Ser. Ambas aplicaciones se han aupado al top5 de descargas tanto en la Apple Store como en la Play Store y, según Google Trends, el interés por ambas ha subido en un 100% los últimos días.

Taxistas atacados en Madrid el viernes

"La imagen de la familia hostigada en Barcelona cogiendo un Cabify ha salido un millón de veces. Yo estuve dos días con mi familia en la Castellana, dejábamos pasar a sus coches tranquilamente, dábamos agua a la Policía y eso no ha aparecido en ningún sitio", señala Álvaro, del colectivo de taxistas Élite. 

"Un compañero que iba por la A-2 camino de la asamblea, fue atacado por el conductor de un VTC con un aerosol de gas pimienta. El hombre se fue al hospital y pondría su denuncia como particular, pero no tenemos datos de cuántas cosas pasan en todo el colectivo como los que pueden recoger Uber y Cabify", concluye Álvaro para explicar cómo el taxi ha perdido la guerra ante la opinión pública, aunque ABC se hizo eco del incidente que menciona. 

La cadena Cope ha dado cuenta del ataque con ácido a un coche de VTC de servicio en el aeropuerto, cuyo conductor pensó inicialmente que se trataba de piedras o cerveza, hasta que vio el daño en el techo. 

Tanto los taxis como los vehículos VTC son fácilmente reconocibles y el autor o autores de ataques a estos coches puede ser, en principio, cualquier individuo que tenga o no una vinculación con la guerra del taxi. Pero lo preocupante es que aumenten las situaciones de violencia entre el colectivo de los taxistas y el de los conductores VTC. 

La tensión ha subido y el mediodía del jueves se producía un nuevo altercado, esta vez en la Plaza de Cuzco de Madrid. Un VTC rozó un taxi y cuando ambos conductores bajaron, el primero habría agredido al segundo según varios miembros del colectivo de taxistas, que envían a Business Insider una imagen de la víctima.

"Nosotros llevamos mucho tiempo soportando toda clase de actos vandálicos en nuestros coches, pero siempre nos hemos callado. A dos compañeros han intentado sacarles de la carretera cerrándoles el paso y uno se ha llegado a chocar contra el coche VTC", afirma Carmen, una taxista de Madrid. 

"Los VTC son empresas grandes con coches en leasing, si tienen un desperfecto no les supone una pérdida. Nosotros por cualquier golpe, tenemos el taxi en taller varios días porque hay que arreglarlo y volverle a montar el taxímetro", se queja Álvaro de Élite para remarcar la desigualdad entre los dos modelos de negocio. 

Su reflexión da una pista de lo cómo está el nivel de tensión entre algunos de los conductores de taxis y de los de coches VTC.