Qué implica votar en blanco, nulo o abstenerte en las próximas elecciones generales

El 23 de julio  los españoles tienen una nueva cita con las urnas en las elecciones generales. Se trata de la primera vez que se celebran estos comicios en pleno verano, algo que ha causado polémica y despertado curiosidad a partes iguales.

Uno de los ejemplos más claros es el voto por correo, que ha cobrado una gran importancia para esta cita electoral. Muchos españoles están fuera de casa debido a las vacaciones, así que se trata de la opción más cómoda para ellos. De hecho, más de 2 millones de personas se han decantado por esta modalidad.

Otra cuestión a tener en cuenta es el calor típico de las fechas. No es habitual acudir a la urna a más de 40ºC, sin embargo, en esta ocasión habrá que tener cuidado, evitando las horas más sofocantes del día y manteniendo una buena hidratación.

Y ojo con la obligación de presidir o ser vocal en la mesa electoral. Hay pocas excusas para librarte, aunque una de ellas es la de haber reservado un viaje antes de la convocatoria de los comicios. Si no cumples tu obligación puedes recibir una multa o incluso pena de cárcel.

Y por supuesto no hay que dejar de lado la encrucijada política. Los 4 principales partidos ya han explicado sus programas en mítines y debates televisivos, y es momento de que el ciudadano decida a quién va a conceder su voto.

Pero para aquellos que no lo tienen tan claro o que directamente no desean apoyar a ningún partido existen varias opciones. Quedarse en casa y no acudir a votar, votar en blanco o emitir un voto que no sea válido son tres alternativas ante la falta de un candidato al que desear votar.

Aunque la motivación de realizar una de estas acciones pueda ser similar, la falta de confianza en los partidos existentes, las consecuencias de estos votos no son en todos los casos iguales.  

Esto es lo que implica votar en blanco, nulo o abstenerse en las elecciones generales.

Qué implicar un voto nulo

Un voto será declarado nulo cuando este se realice sobre una papeleta o sobre distinto al oficial, como recoge el Artículo 96 de la Ley Orgánica Electoral. De acuerdo a la norma, cualquier voto que haya sido alterado también será declarado nulo.

En este caso, si el sobre contiene cualquier objeto o mensaje será declarado nulo. También será invalidado cualquier voto en el que se haya modificado, añadido o tachado nombres de candidatos comprendidos en ellas o alterado su orden, o si se han marcado más nombres de los escogidos por circunscripción, (por ejemplo marcar cuatro nombres de candidatos al senado, en una  circunscripción que elige tres senadores).

Al ser declarado inválido, un voto nulo no será tenido en cuenta en el recuento final de votos en las elecciones generales, por lo que no afectará al resultado de los partidos. 

A quién beneficia votar en blanco

En general suele asociarse el voto en blanco con votantes que están a favor del sistema electoral y quieren ejercer su derecho al voto, pero no están de acuerdo con ninguna de las formaciones políticas presentadas. En este sentido cabe saber, que aunque votar en blanco no muestre un apoyo directo a ninguna opción política, si que puede beneficiar a algunas de ellas.

Según la Ley Electoral, se considera voto en blanco aquel sobre que no contenga papeleta, o en el caso del Senado, que no indiquen elección por ninguno de los candidatos. Pero como indica la ley, el voto en blanco será considerado voto válido, formando parte del recuento de votos totales obtenidos por una circunscripción. Esto significa que los votos en blanco influirán en el posterior reparto de escaños de cada partido.

En este punto cabe recordar el método D'Hont, el sistema de cálculo proporcional que utiliza el sistema electoral español para convertir los votos obtenidos por cada uno de los partidos en cada circunscripción en escaños

El motivo por el que no debes ir a votar en estas elecciones generales del 23J a primera hora

De acuerdo a este, la división territorial del país se establece en 52 circunscripciones: 50 provincias españolas más las ciudades autónomas, Ceuta y Melilla. Para determinar los 350 diputados del Congreso en cada una de las circunscripción se dividirá el número de votos obtenidos de cada partido entre el número de escaños que puede tener cada circunscripción.

Es decir, si el número total de escaños que puede obtener una circunscripción concreta es 5, el número de votos totales de cada partido se dividirá entre 1,2,3,4 y 5 respectivamente. Una manera fácil de entenderlo es a través de la explicación visual que proporciona el Ministerio del Interior.

Pero como establece el método D'Hont, antes de esto se comenzará excluyendo a las candidaturas que no hayan obtenido al menos, el 3% de los votos válidos emitidos en cada circunscripción.  Al ser incluidos los votos en blanco como votos válidos, las candidaturas más pequeñas necesitarán más votos para lograr escaño. Ya que si el número de votos en blanco es elevado, al ser tenidos en cuenta para el recuento ese 3% necesario se incrementa.

Es por ello que votar en blanco implica poder perjudicar a los partidos más pequeños.

La abstención

Cuando se habla de abstención se hace mención al porcentaje de votantes que ha decidido no ir a votar.

No votar no conlleva implicación ninguna, ya que al no acudir a las urnas, la persona no ha introducido voto alguna en esta por lo que ni sumará ni afectará a los partidos de ninguna forma, aunque una baja o alta participación sí que puede afectar a la composición de los diferentes bloques.