'Las Kellys' lanzarán su propia plataforma de reservas al estilo de Booking en 2022: continúa la pugna contra la externalización en los hoteles

Protesta de Las Kellys

REUTERS

  • Limpiar habitaciones de hotel es uno de los trabajos más duros del sector turístico y está sujeto a prácticas habituales como la externalización de servicios.
  • El colectivo de camareras de piso ha logrado más de 90.000 euros de financiación para poner en marcha una central de reservas ética donde los clientes puedan reservar habitaciones donde las Kellys tengan presencia sindical.
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"Si yo fuese un cliente, querría conocer las condiciones de esa camarera de piso para saber en qué condiciones trabaja y cómo me limpia la habitación", afirma Miriam Suárez, vicepresidenta de las Kellys en Cataluña.

Suárez comenzó trabajando de camarera hace 21 años. "Entonces una habitación de salida se hacía en 45 minutos, eso ya no se hace", asegura en una entrevista para Business Insider España.

Ella, como tantas otras mujeres del colectivo, lleva años reclamando cambios en la legislación para sentirse protegida en uno de los trabajos más duros del sector turístico. "Tenemos que seguir luchando y esperar que todas las trabajadoras pierdan el miedo al empresario, a denunciar y a alzar la voz", sostiene.

Hartas de que no se tomen medidas suficientes mientras siguen enfrentándose a diario a un trabajo de gran dureza física, las camareras de piso han dado otro paso más en su lucha para acabar con esta situación de precariedad que en su día les llevó hasta la Comisión Europea.

El sindicato que aglutina a estas trabajadoras ha obtenido la financiación necesaria para poner en marcha un portal de reservas al estilo de Booking, pero exclusivamente para aquellos hoteles y alojamientos que cumplan unas mínimas condiciones laborales. 

"Queremos limpiar el mundo e inaugurar una nueva era del turismo basada en el respeto, la belleza y el bienestar, que anteponga los intereses humanos a los mercantiles en todo el planeta", defienden en la plataforma de micromecenazgo Goteo, donde han conseguido recaudar más de 90.000 euros.

Para aparecer en el portal, que recibirá el nombre de Central de Reservas de las Kellys, los hoteles y apartamentos turísticos deberán demostrar que respetan el convenio colectivo del sector, fomentan las contrataciones indefinidas, cumplen la prevención de riesgos laborales y no discriminan por sexos en materia de salarios.

El requisito más difícil de cumplir será que los hoteles no tengan externalizados los servicios de limpieza. Es decir, deberán dejar de subcontratar a las camareras de piso, una práctica muy habitual en el sector desde que así lo permitió la reforma laboral en 2012.

La pretensión de las Kellys es que la web esté operativa en 2022. Inicialmente, incluirá únicamente hoteles de Barcelona y, más adelante, se irá expandiendo al resto del territorio nacional.

Business Insider España ha contactado con las principales cadenas hoteleras nacionales e internacionales y ninguna ha querido hacer comentarios sobre la externalización de sus servicios.

De la misma manera, tanto el Gremi d'Hotels de Barcelona como la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (AEHCOS) han declinado hacer valoraciones al respecto.

Por su parte, la Asociación Española de Directores de hotel (AEDH), señala a este medio que se trata de una decisión que han tomado y como asociación profesional no entran en el fondo de la creación de la web. "Será un elemento más dentro del mercado de captación de reservas", añaden.

El empresario navarro Antonio Catalán, creador de NH y presidente de AC by Marriot, es uno de los pocos que ha pedido en público que se mejorasen sus condiciones las cuales considera "un abuso innecesario".

Movimientos repetitivos que dejan lesiones de por vida

Por qué las sábanas y las toallas de los hoteles son blancas

Paul Hanna/Reuters

"Caemos enfermas como moscas y nadie vela por nosotras", apunta Suárez. "Los hoteleros vendrán con la historia de que han perdido un año y pico, de que no han ingresado nada. Pero antes han obtenido beneficios a costa de la salud de las trabajadoras. Nos han esclavizado cobrando una miseria de sueldo para trabajar para ellos".

La repetición a toda prisa de movimientos como agacharse para recoger ropa, doblar sábanas, hacer la cama, fregar suelos o limpiar cristales suele dejar lesiones crónicas en estas trabajadoras. 

Gessella Mosquera, fisioterapeuta especialista en prevención de riesgos laborales, explica a Business Insider España que los peligros por sobreesfuerzo conllevan desórdenes musculoesqueléticos como el dolor lumbar, las tendinitis y el síndrome del túnel carpiano. "Aunado a esto se encuentra el poco tiempo de descanso y las largas jornadas laborales, lo que no permite a los tejidos corporales, como tendones y músculos, tener el tiempo necesario para su recuperación", destaca.

En cuanto al riesgo químico, Mosquera apunta que la exposición a contaminantes usados en la limpieza genera una gran cantidad de peligros para estas trabajadoras. "Entre las alteraciones más comunes se encuentran la dermatitis, irritaciones oculares e irritación de las vías respiratorias", apunta.  Y añade que, generalmente, estas patologías son difíciles de diagnosticar como laborales.

Ángela Muñoz, de la asociación madrileña, empezó en este sector en 1999 y ahora tiene 58 años: "Estuve 3 años de camarera de piso antes de pasar a ser gobernanta y arrastro secuelas en el aparato lumbar de esos años".

"Es mucho peso y es mucho movimiento repetitivo. El carro de trabajo pesará 150 kilogramos. Inhalamos todos los días productos químicos. Esto es muy estresante. Vamos contrarreloj y con la lengua fuera", asegura.

Según Muñoz, se está vulnerando la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. "Lo único que hacen es hacerte firmar unos documentos con las posturas de trabajo que vas a desempeñar y sus riesgos, o te ponen un vídeo. Esa es la prevención que hacen".

Myriam Barros, del mismo sindicato de Lanzarote, explica a Business Insider España sobre la frustración de volver a casa sin poder hacer bien su trabajo: "Acabas presionándote por hacer malas posturas para ir más rápido y todo eso acentúa mucho más la carga".

Como el resto de compañeras, Barros reclama que se reconozcan sus enfermedades profesionales. Según explica, hasta 2019 no se reconocía ninguna y entonces se les incluyó en una lista que incluía todas las enfermedades del brazo, como la tendinitis o el túnel carpiano. Sin embargo, no se reconocen las enfermedades del aparato músculo esquelético, las del aparato respiratorio, el estrés y la ansiedad. 

"¿A dónde va el inspector? ¿Por dónde empieza? Porque allí donde mire, va a encontrar que las cosas no están bien", apunta Barros. "Los empresarios están consiguiendo que la gente tenga miedo a protestar por no perder un trabajo de miseria".

De la misma manera, piden que se reduzca la edad de jubilación: "No puede ser que una camarera de piso, con el desgaste que genera este trabajo, esté trabajando hasta los 65 años. Es imposible". 

"Queremos que se nos considere el trabajo penoso para que nos podamos jubilar antes. Una camarera con una media de 20 habitaciones diarias, que está todo el día con estrés y que cuando para de trabajar sigue cuidando en su casa, ¿tú crees que se puede jubilar con 65 años?".

Frente a la externalización

Trabajadora en un hotel en Mallorca

Reuters

La batalla contra la externalización de los servicios de limpieza de los hoteles se recrudeció con la reforma laboral, cuando las Kellys consideran que sus condiciones laborales empeoraron más que nunca, ya que cobran por producción. Es decir, por el número de habitaciones que hacen.

Las Kellys consideran que la limpieza y el orden de las habitaciones, al ser un servicio esencial de los hoteles, no puede subcontratarse. Este es uno de los requisitos que marcan para considerar “justo” el establecimiento. 

"Una trabajadora que limpia una parte esencial del hotel está desempeñando una tarea estructural, no puede estar externalizada", argumenta Suárez.

Una camarera contratada en el hotel puede tener sus derechos y un sueldo de 1.300 euros mientras trabaja al lado de una subcontratada con salario mínimo.

Según ejemplifica Muñoz, en un hotel de 4 estrellas, una camarera contratada por el hotel cobra 1.200 euros en 14 pagas, con 50 días de vacaciones por trabajar de lunes a domingo, incluidos los festivos. Si lo hace subcontratada, tiene que hacer una media de 900 habitaciones al mes para cobrar 800 o 600 euros con las pagas ya prorrateadas. 

"No se puede externalizar el trabajo estructural, porque el hotel vende habitaciones limpias. Nadie paga por alojarse una habitación sucia", argumenta. "El trabajo matriz no se puede externalizar, porque la externalización es explotación. Es el departamento más numeroso en un hotel, ya que somos el 30% de las plantillas".

"Mientras no haya cambios legislativos, si los hoteleros tienen la herramienta para el abaratamiento de costes, la van a exprimir", asegura Muñoz.

El convenio de limpieza de edificios y locales no contempla la categoría de camarera de piso y sí el de hostelería, por lo que es el que se aplica a las trabajadoras que se encuentran en plantilla. La actividad realizada en el marco de la contrata determina el convenio colectivo aplicable en las empresas multiservicios sin convenio propio. El articulo 42 del Estatuto de los Trabajadoresno obliga a que la empresa principal y la entidad subcontratada cuenten con el mismo rango ni condiciones salariales. Además, la externalización de servicios es una actividad lícita, por lo que la lucha contra ella se vuelve más complicada para las Kellys

Omar Rodríguez, responsable del sector Hostelería y Turismo de UGT, señala a Business Insider España que hay muchos convenios sectoriales provinciales que dejan claro que no se puede acudir a estos servicios, pero no en todos porque "no siempre es posible". Este es el caso de Baleares, Andalucía o Canarias, donde cuentan con convenios sectoriales renovados que prevalecen sobre el de las empresas multiservicio. Allí, muchas trabajadoras son contratadas a través de empresas de trabajo temporal (ETT) concontratos esporádicos, con baja nómina y cotización. 

"Las empresas van a empezar otra vez a tirar de ETT, que al final lo que hacen es precarizar muestra situación porque son contratos de meses o días donde no puedes protestar, donde te tienes que llevar tus propios productos para la limpieza, donde no tienen ninguna clase de derecho, ni representación sindical, ni absolutamente nada", expone Barros. "Siempre que las empresas han perdido dinero han recortado por la parte más débil, que somos nosotras, para no recortar los servicios del cliente".

Para que esto se arregle, reclaman, tiene que cambiar el artículo 42.1 del Estatuto de los Trabajadores.

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"Hay en Madrid hoteles de lujo con habitaciones por más de 900 euros la noche y tenemos a nuestras compañeras que están cobrando a lo mejor alrededor de 3 euros por limpiar una habitación de esas características", lamenta Muñoz.

La ministra Yolanda Díaz puso de manifiesto estas condiciones el pasado octubre y la patronal CEHAT sostuvo que esa información "no es veraz y fiable". En dichas declaraciones recogidas por Hosteltur, CEHAT recordaba a la ministra que las relaciones laborales y los pactos salariales están recogidos en los convenios colectivos provinciales de hostelería. 

En definitiva, las Kellys piden que se vincule la categoría de los hoteles a la calidad de trabajo. "Hoy en día, para calcular las estrellas de un hotel se miden los metros de la habitación, si tiene cafetera o si tiene jacuzzi, pero nadie mira que se respeten las condiciones laborales de ningún tipo", reivindica Barros.

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