Impuestos a la banca, a las tecnológicas o al diésel: cómo es el marco fiscal que planea el Gobierno

Equipo de Pedro Sánchez

Qué hacer con los impuestos. Este es uno de los asuntos económicos que tiene sobre la mesa el nuevo Ejecutivo encabezado por Pedro Sánchez para mejorar los ingresos del sistema y hacer posible un mayor gasto social. A esto se suman, las propuestas de gravámenes a sectores concretos para tratar de mejorar la viabilidad del sistema de pensiones o reducir el déficit de la Seguridad Social. 

"El Gobierno estará en sintonía con la nueva fiscalidad que se plantea desde Europa y, fundamentalmente, dando respuesta a una fiscalidad propia del siglo XXI, en materia tecnológica, medioambiental o de aquellas cuestiones que, hoy por hoy, la fiscalidad no recoge esa actividad o no se graven esos servicios", dijo hace unos días la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en el Congreso de los Diputados.

Una muestra de hacia dónde quiere dirigir el nuevo marco fiscal. 

El impuesto a la banca o a las tecnológicas

La viabilidad del sistema de pensiones y cómo llevar a cabo su reforma es uno de los temas recurrentes en los últimos tiempos. Las protestas de los jubilados en las calles llevaron a que el anterior Ejecutivo de Mariano Rajoy incluyera en los Presupuestos de 2018 una subida de las pensiones más bajas mayor del 0,25%. Pero más allá de este parche, el sistema presenta el reto de cómo hacer que sea viable. 

En este sentido, el PSOE presentó estando en la oposición la posibilidad de un impuesto sobre la banca para con él pagar los gastos derivados de las pensiones. A esto se sumó, la posibilidad que abrió el anterior ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, de imponer una tasa a las tecnológicas con el mismo fin sobre el que el Ejecutivo de Sánchez tampoco ha concretado. 

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Ni un impuesto ni otro convence a los sectores implicados. En el caso de la banca, los directivos de los principales bancos se han ido apresurando a apuntar que la imposición de este impuesto acabaría teniendo consecuencias en el encarecimiento del créditos. Una idea también compartida por el Banco de España.

"Un impuesto sobre los bancos probablemente acabaría incrementando el coste de los créditos, reduciría el interés de los depósitos e incrementaría el interés de los depósitos", apuntaba el subgobernador de la institución, Javier Alonso, recientemente. Alonso añadía que era necesaria una "aproximación global" al problema. Por ahora, el Gobierno no ha detallado cómo se aplicaría este impuesto, ni exactamente cómo afectaría a las empresas implicadas. 

Tributos verdes 

Otro de los temas que el nuevo Gobierno ya ha apuntado sobre el marco fiscal es incrementar la presión fiscal para evitar que las empresas desarrollen comportamientos que vayan contra el medio ambiente. Con el Acuerdo de París de fondo y el objetivo de descarbonizar la economía, el nuevo ministerio de Hacienda estaría estudiando posibles vías de hacerlo. 

Entre las medidas que están preparando, estaría la de aumentar el impuesto especial sobre el gasóleo igualándolo al de las gasolinas, según adelantó Expansión. De esta manera, según la información publicada, los vehículos con motor diésel que actualmente pagan un impuesto especial de 30,7 céntimos, pasarán a pagar 40,25 céntimos por litro, el mismo precio que el impuesto especial que recae sobre la gasolina. Es decir, un incremento de 9,55 céntimos más por litro.

No sería la única medida en línea con esta idea, puesto que el Gobierno estaría estudiando crear cuatro nuevos impuestos verdes junto con la reforma de otras figuras tributarias relativas a la energía para luchar contra el calentamiento global.

Un gravamen sobre el CO2, otro sobre los óxidos nitrosos, otro sobre los residuos tóxicos y un último sobre los residuos de bolsa o embalajes serían las cuatro patas que estaría estudiando el PSOE, según publica Expansión. Junto a esto el diario señala que los socialistas querrían incluir cambios en los impuestos de matriculación o circulación y reformar los gravámenes relativos al impuesto especial sobre electricidad y el del canon de vertido. 

Destopar las cotizaciones más altas

Otra de las líneas de cambios fiscales iría enfocada a destopar las cotizaciones más altas. Este palabro significa que hasta ahora existe un límite a partir del cual, aunque ganes un salario mayor ya no pagas más IRPF. Pedro Sánchez propone eliminar este tope con el objetivo de luchar contra el déficit de la Seguridad Social al elevar los ingresos del sistema. 

"Ofrezco la garantía de que este Gobierno hará todo lo posible por garantizar la solvencia y la sostenibilidad del sistema público de pensiones", dijo Sánchez en su primera entrevista en TVE como presidente del Gobierno.

En este sentido, el presidente apuntó la necesidad de "racionalizar" los gastos de la Seguridad Social para lo que añadió que habría que revisar la política de bonificaciones de las que se benefician las empresas y también señaló la posibilidad de "destopar" las cotizaciones máximas, al tiempo que apostó por "figuras impositivas nuevas".

Los impuestos sobre las grandes empresas

Esta gran línea impositiva también estaría relacionada con qué hacer con el impuesto de sociedades, una de las grandes patas de la recaudación del país. El nuevo Gobierno estaría estudiando obligar a las empresas a que tributen por un mínimo del 15% de su resultado contable, una medida que ya prometió cuando estaba en la oposición, según publica El Confidencial

Esta subida podría ser incluso mayor, según apunta Lainformación.com, que señala que el Gobierno estaría analizando la posibilidad de subir los impuestos sobre los beneficios a las empresas hasta un tipo mínimo de entre el 18% y el 20% para los grandes grupos consolidados.

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