Inditex, Mercadona o el dueño de Springfield ponen el ojo en los centros de los que se desprendió El Corte Inglés

Inditex, Mango o el antiguo Grupo Cortefiel, Tendam, ocupan los centros comerciales de los que se ha desprendido el Corte Inglés en mayo del pasado año. Los grupos de moda y principales competidores de El Corte Inglés empiezan a operar en los establecimientos de Los Arcos (Sevilla) y Bahía Sur (Cádiz), según ha avanzado Cinco Días.

Concretamente, en el centro comercial de Bahía Sur abrirá una tienda Zara, de 3.600 metros cuadrados. También la cadena de Inditex, Lefties, subirá la persiana en este centro de un establecimiento de 2.000 metros cuadrados, también este mes de septiembre. En este centro se han ubicado ya la cadena del grupo Tendam, Springfield, en un establecimiento de 290 metros cuadrados, la cadena de moda deportiva Décimas, en un local de 700 metros cuadrados y Primor, en un espacio de 830 metros cuadrados.

Mientras, el centro de Los Arcos donde hasta el pasado año había un Hipercor se ha instalado ahora Mercadona, en un espacio de 3.500 metros cuadrados. Además, ahora operan allí Etam, Décimas o Kiko Milano.

Leer más: Así puede evitar la industria de la moda el cambio climático: energías limpias en la fabricación de tejidos, reducir la sobreproducción y fomentar la economía circular

Castellana Properties ha sido la encargada de reformar estos centros, a los que ha destinado 17,8 millones de euros de capex para el establecimiento de Sevilla y 6,3 millones para el de Cádiz. En su estrategia, el grupo inmobiliario ha distribuido en varios locales el que antes era un centro comercial de El Corte Inglés. Un espacio por el que Zara, Lefties Mercadona, Springfield, Etam o Marypaz ya han mostrado interés.

El Corte Inglés optó el pasado año por desprenderse de ciertos centros comerciales que no le resultaban rentables para reducir su deuda y mejorar sus cuentas. Estos mismos locales han despertado el interés de algunos de sus competidores. 

El Corte Inglés comunicó que cerraría estos centros comerciales por considerarlos no estratégicos y los vendió a Castellana Properties en una operación valorada en 36,8 millones de euros que pretendía reducir la deuda del grupo presidido por Marta Álvarez.