La industria de los semiconductores crecerá un 13,7% este año, pero la escasez se mantendrá hasta 2023, según un análisis de IDC

Semiconductores, chips, en una empresa de Malasia

Lim Huey Teng/Reuters

La crisis de los semiconductores, que lleva afectando a la industria de fabricación global desde finales de 2020 y se ha agravado con la invasión de Rusia a Ucrania, parece mostrar ciertos brotes verdes en 2022, pero no será hasta el próximo año cuando remita del todo.

Eso sugieren los datos de IDC, según los cuales los ingresos de la industria de chips en el mundo aumentarán un 13,7% en la comparación entre 2022 y 2021, hasta los 616.600 millones de euros. Asimismo, dicho mercado crecerá a un ritmo anual compuesto del 4,93% en los próximos 5 años.

Sin embargo, la escasez seguirá presente hasta "la primera parte de 2023", de acuerdo con la consultora, recoge La Información a partir de EFE.

La recuperación, además, será desigual: antes en la fabricación de obleas, mientras que en el ensamblaje y los problemas en la cadena de suministro de materiales se ampliarán los plazos de entrega durante el presente año.

En 2021, ejercicio con "un crecimiento extremadamente fuerte" a pesar de la escasez, las empresas de semiconductores facturaron cerca de 543.000 millones de euros, con una demanda más potente en sectores como el industrial (30,2% de incremento) y la automoción (26,7%).

Esta también tuvo un mayor crecimiento en los chips para móviles 5G, videoconsolas, puntos de acceso inalámbrico, centros de datos y ordenadores portátiles, lo que se seguirá observando en lo que queda de año, pero "de una manera más moderada", apunta IDC y publica La Información.

Finalmente, el liderazgo en ventas de semiconductores ha ido a parar a Samsung (ha facturado 70.711 millones de euros, un 31,1% más que en 2021), que le quita así el puesto a Intel, a la que siguen SK Hynix, Qualcomm y Micron. De las compañías estudiadas por IDC, más de 120 experimentaron tasas de crecimiento anuales por encima del 20% en 2021.

La UE va a gastarse 43.000 millones de euros para atraer a fabricantes de chips como Intel y TSMC, pero podría necesitar más de un billón para tener éxito

En un informe publicado en febrero, la consultora ya apuntaba que el suministro de chips no se normalizaría hasta la segunda mitad de 2022 y que el sector de la automoción no percibiría una mejoría hasta el próximo año.

"El suministro debería mejorar gradualmente durante la segunda mitad del año. Sumando al tiempo de fabricación de los vehículos, esto supondrá que el sector automovilístico comenzará a mejorar a finales de 2022 o en 2023, si no hay otros shocks en la cadena de suministro", analizaba entonces Nina Turner, responsable de la industria de los semiconductores en IDC.

Otras voces destacadas en el sector han indicado que la escasez de chips podría alargarse más allá de 2023.

España, por su parte, anunció a finales de mayo un ambicioso PERTE de los semiconductores, con el que dedicará 12.250 millones de euros hasta 2027 para convertir al país en una potencia en el sector, si bien se enfrenta a varios obstáculos que se interponen en su camino.

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