La inercia oculta: ese mecanismo de tu cerebro que te hace ser conformista y pasivo sin darte cuenta

No te has dado cuenta de que a veces, la vida avanza y tú con ella, y sientes que estas alcanzando objetivos en la vida que deberían hacerte sentir satisfecho, pero nunca te sientes pleno o realizado. 

Esto te ocurre por lo que se conoce como inercia oculta. La persona si que experimenta momentos de gratitud y agrado con cómo está evolucionando su vida pero, en realidad, no existen grandes cambios de fondo, simplemente llega un momento que avanzas porque te dejas llevar.

De este modo se entiende que muchas personas aunque dejen de tener cosas en común con amigos de la infancia mantengan la relación, que tengan hábitos que no les hacen sentir bien o sigan en un trabajo en el que llevan años sin sentir ningún estímulo.

Muchas veces, debido a esa inercia la persona ni siquiera es consciente de por qué se siente de determinada manera si se supone que "todo está bien" o que todo "va como debería ir".

En el blog de psicología La mente es maravillosa explican que aunque se sienta cierta insatisfacción o malestar, si puede seguir manteniéndose sola (por inercia) es lo suficientemente cómoda como para seguir ahí estancados. 

Y también explican que esta teoría proviene de una anterior: la teoría dual, que se basa en 2 sistemas de actuación. 

El primero está basado en la experiencia y las emociones. Sería esa intuición y los instintos más primarios del ser humano. Y el segundo es la voluntad y la razón, que engloban procesos más complejos: reflexión, el razonamiento, el contraste o la valoración. 

En ese sentido se hablaría de 2 sistemas encabezados por la intuición y la conciencia. Y cuando trabajas bajo esa inercia oculta estás dejándote llevar por la intuición sin socavar un poco más en lo que está dentro de ti, en un yo más profundo.

Tranquilo, no es que seas un vago o una vaga, es que el cerebro humano intenta hacer el mínimo esfuerzo cognitivo para ahorrarse la mayor energía posible y por eso acabas actuando por automatismos.

Lo malo es que tu cerebro empieza a sentirse cómodo porque es lo que se supone que debe hacer, está acostumbrado y alcanza una estabilidad, aunque no sea del todo real, y así se alimenta esa inercia oculta. 

¿Qué ocurre cuando eres preso de la inercia oculta?

En primer lugar comienzas a sobrevalorar la parte positiva de tu posición actual, la engrandeces y así dificultas tener una mente abierta hacia esos posibles cambios y a cómo podrían mejorar tu vida. 

En segundo lugar, la inercia te lleva a pensar que las cosas que posees en este momento tienen más peso o valor del que realmente tienen de manera objetiva. 

Y el tercero es que hacer cosas nuevas da miedo, salirse de lo que uno lleva pensando o haciendo durante mucho tiempo es cómo una traición a uno mismo y aunque suene exagerado, tu cerebro lo percibe como tal. Por eso es difícil romper con la idea que uno tiene sobre sí mismo. 

Pero es importante pensar que una vez que eres consciente de un problema, una situación que te incomoda o un lugar donde estás estancado, si tras percibirlo siguieras en el mismo lugar, estarías aún peor que antes. 

El primer paso es darle forma, un espacio a la conciencia y dejar que exprese qué necesita. El siguiente es trabajar la incomodidad, vencer a tu cerebro y pasar a la acción.