Una infección previa por un resfriado podría ayudar a proteger contra el COVID-19 (pero no hay que dejar de vacunarse), según un pequeño estudio

Dr. Catherine Schuster-Bruce,
Una mujer con mascarilla estornuda en el codo

Getty Images

  • La inmunidad frente a otros coronavirus, como el resfriado, puede ofrecer cierta protección contra el COVID-19, según un pequeño estudio.
  • La respuesta inmunitaria de las células T reconoce partes del virus que son similares, explican los autores.
  • Los expertos recuerdan que la mejor manera de prevenir el COVID-19 es vacunándose.
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Los científicos afirman que una infección previa por un resfriado común podría ofrecer cierta protección contra el COVID-19, pero advierten de que esto no debe impedir que la gente se vacune.

Un pequeño estudio, dirigido por investigadores del Imperial College de Londres (Reino Unido) y publicado este lunes 10 en Nature, ha descubierto que las células protectoras del organismo, denominadas células T, influyen en que las personas contraigan o no el COVID-19 cuando un miembro de su familia está infectado.

"Descubrimos que los altos niveles de células T preexistentes, creadas por el cuerpo cuando se infecta con otros coronavirus humanos como el resfriado común, pueden proteger contra la infección por COVID-19", afirma la Dra. Rhia Kundu, primera autora del estudio, en un comunicado.

Las células T actúan atacando las partes internas del virus, en lugar del componente que se adhiere a las células humanas, al que se dirigen las vacunas y los tratamientos existentes. 

Los resultados son prometedores para algunas vacunas 'todo en uno' contra el coronavirus que se están desarrollando actualmente y que se dirigen a las partes internas del virus, que tienen menos probabilidades de mutar. 

Estas vacunas pretenden proteger contra una serie de coronavirus o variantes en una sola inyección, incluidos los virus que aún no han pasado de los animales a los humanos, como ya ha informado Business Insider.

Ajit Lalvani, autor principal del estudio, ha declarado que los últimos hallazgos son "un descubrimiento importante", pero advierte de que una infección anterior de resfriado común solo ofrece una forma de protección.

"Quiero subrayar que nadie debe confiar solo en esto. En cambio, la mejor manera de protegerse contra el COVID-19 es vacunarse completamente, incluyendo la obtención de la dosis de refuerzo", señala Lalvani, director de la Unidad de Investigación de Protección Sanitaria de las Infecciones Respiratorias del Instituto Nacional de Investigación Sanitaria del Imperial, en el comunicado. 

Simon Clarke, profesor asociado de microbiología celular de la Universidad de Reading (Reino Unido), afirma que los datos contribuyen a entender cómo el organismo combate el COVID-19 y sugieren que las nuevas vacunas podrían beneficiarse de dirigirse a otras partes del virus. Sin embargo, añade que los resultados no deben ser "sobreinterpretados".

"Parece poco probable que todas las personas que han muerto o han tenido una infección más grave no hayan tenido nunca un resfriado causado por un coronavirus", recalca Clarke en una declaración a Science Media Center este lunes. 

"Podría ser un grave error pensar que cualquier persona que haya tenido un resfriado recientemente está protegida contra el COVID-19, ya que los coronavirus solo representan el 10-15% de los resfriados. Asimismo, no se ha medido el grado de protección que el efecto notificado proporciona a las personas y solo se insinúa una relación, no se ha demostrado de forma concluyente", añade. 

Para obtener los resultados, los investigadores han tomado muestras de sangre de 52 personas que vivían con una persona con COVID-19.

Así, han encontrado niveles "significativamente más altos" de células T que podían combatir tanto un resfriado común como el COVID-19 en las 26 personas que no se contagiaron del COVID-19, en comparación con los 26 participantes que sí lo hicieron, explican los autores del estudio.

Mala Maini, profesora de inmunología vírica en el University College de Londres, comenta a Science Media Center que es probable que los miembros de la familia que dieron negativo en el estudio tuvieran una "infección transitoria abortiva" que no fue detectada por las pruebas de laboratorio en lugar de resistir completamente la infección. 

"Las células T reconocen los fragmentos virales una vez que han entrado en las células, en lugar de bloquear la infección, como pueden hacer los anticuerpos", analiza.

La investigación ha sido financiada por la Unidad de Investigación de Protección de la Salud en Infecciones Respiratorias del Reino Unido (NIHR, por sus siglas en inglés) y el Consejo de Investigación Médica.

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