La inflación crece un punto en marzo por el impacto de los precios energéticos y deja atrás las bajadas de la pandemia alcanzando su mayor nivel en casi 2 años

Tras un año marcado por la pandemia en el que los precios han tendido a la baja a escala global, incluso hasta hacer saltar las alarmas ante una posible deflación, el Índice de Precios de Consumo (IPC) vuelve a retomar su tendencia alcista en marzo, empujado por el repunte de los precios energéticos, hasta superar sus mínimos durante el coronavirus y situarse en niveles similares a los que ostentaba a lo largo de 2019.

Así, según el indicador adelantado del IPC que ha publicado este martes el Instituto Nacional de Estadística (INE), la inflación ha aumentado un 1% en marzo respecto al mes anterior, su mayor incremento mensual desde octubre de 2019, debido al encarecimiento de los precios de la electricidad y los carburantes, que contrasta con la reducción de sus precios durante el mismo mes del año anterior, justo al inicio del estado de alarma ante la pandemia.

Cómo afecta la inflación a tus ahorros de cara a la jubilación: esto es lo que debes tener en cuenta

Mientras, en tasa anual, el dato preliminar de inflación, que deberá confirmarse el próximo 14 de abril, se ha situado en el 1,3%, 1,5 puntos más que en el mes anterior, en el que los precios se mantuvieron estancados respecto al mismo periodo del año anterior, como refleja el gráfico siguiente, en el que se refleja como el IPC ha abandonado definitiva las tasas negativas que registró entre abril y diciembre de 2020.

Ese incremento es el más elevado para el IPC desde diciembre de 2016 y lo sitúa en su mayor nivel desde abril de 2019, cuando alcanzó el 1,5%. Además, el IPC acumula en marzo su tercer mes consecutivo con una tasa anual positiva, aunque se queda todavía lejos del 3% que repuntó en enero de 2017, que marca su mayor repunte interanual del último lustro.

En cuanto a la inflación subyacente, que excluye del cómputo de precios a las categorías de alimentos no elaborados y de productos energéticos, se mantiene en el 0,3% en tasa anual por segundo mes consecutivo, volviendo a situarse por debajo del índice general del IPC por primera vez desde enero de 2020, como refleja el gráfico anterior.

En cuando al IPC armonizado, también ha registrado un aumento anual de un 1,5% respecto a febrero, hasta situarse en el 1,2%, mientras que su variación mensual se ha situado en el 1,9%. De nuevo, la influencia de los precios energéticos ha servido para fomentar la inflación, como sucedió en verano cuando el abaratamiento registrado durante la pandemia se moderó pese a acumular varios meses seguidos a la baja.