La inflación se desmadra en diciembre: la cesta de la compra se dispara un 6,7% por el precio de la luz

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Una mujer en el supermercado.

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2021 se despide con una inflación desbocada. El precio de los productos se disparó un 6,7% en diciembre frente a 2020. Hacía casi 30 años que no se producía una subida de precios igual.

Todo es por el precio de la luz, que lleva meses en máximos históricos y ha disparado el precio de los productos.

"El dato avanzado para diciembre, del 6,7%, supondría la tasa más alta del IPC desde marzo de 1992", explica el INE, que hoy ha publicado su Indicador adelantado del IPC.

La inflación lleva ya 12 meses de subidas continuas, y en los últimos tocando máximos. En septiembre el aumento alcanzó el 4%, en octubre un 5,4% y en noviembre llegó al 5,5%. Esta subida, sin embargo, le saca más de dos puntos a la de noviembre.

El problema de la alta inflación sufrida en los últimos meses es cómo esta pesa en el bolsillo del consumidor. Son los alimentos y la energía, bienes de primera necesidad, donde más suben los precios, lo que merma el poder adquisitivo de los españoles en un momento crítico para la economía. 

De hecho, mientras la inflación un 6,7%, los salarios pactados en convenio apenas han subido 1,49% de media hasta noviembre, cada vez más lejos del IPC.

La luz dispara el precio de los productos

La luz ha disparado el precio de los productos. En noviembre, el precio de la electricidad ya aumentó nada menos que un 47%, la mayor subida de los productos del IPC.

¿Qué productos de la cesta de la compra están más caros y cuáles más baratos?

"En este comportamiento destacan la subida del precio de la electricidad, mayor este mes que en diciembre de 2020. También influye, aunque en menor medida, el aumento de los precios de la alimentación", explica el INE.

De hecho, si se tiene en cuenta solo la subida de la inflación subyacente, que excluye productos de alta volatilidad, como alimentos o energía, precisamente, el aumento de precios se sitúa muy por debajo, en el 2,1%, cinco puntos menos que el dato general.

Qué es la inflación subyacente y por qué es importante

Por el momento, la inflación no se ha contagiado a otros bienes. Son unos pocos productos de la cesta de la compra los que presionan precios: los alimentos y la energía, y eso tiene que ver con el alza de las materias primas y del petróleo (y la enorme dependencia energética que tiene España de otros países).

Esto se debe a la alta volatilidad de los alimentos y energía, cuyo precio varía se ve afectado fácilmente por condiciones externas (si hay heladas o sequías, o por los acuerdos entre países de la OPEP). 

Prueba de ello, si quitáramos de la cesta de la compra estos productos, la subida de precios se quedaría muy por debajo, apenas en el 2,1% interanual, cinco puntos menos que el dato general.

Esto es lo que se llama la inflación subyacente, que excluye productos con precios volátiles, y que esté lejos de la inflación general es una buena noticia: significa que las subidas de precio no han contagiado a otros sectores (todavía).

Aunque los analistas y hasta el BCE descartan una inflación estructural, lo cierto es que la escalada de precios no ha parado desde principios de año, agravándose después de verano por los problemas de desabastecimiento, la crisis de microchips o el alza del petróleo.

Es más, de enquistarse las subidas de precios en la economía, podrían poner en jaque la recuperación española.

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